By Tom.
En Sankt Pauli las zonas de apuestas eran un sitio llamativo para todos, con los chicos íbamos a esos casinos hace algún tiempo para divertirnos y ganar algo de dinero, a Gustav y a Georg se les daba bien el juego y volvíamos con los bolsillos llenos, además de lograr conquistar a alguna chica del lugar que se nos ofrecíera solo por dinero, teníamos sexo y les pagábamos para satisfacernos por una noche y después no volvíamos a saber nunca más de ellas, si perdías las apuestas te ignoraban y si ganabas te llovían las rubias, las morenas y las pelirrojas...
Acá las necesidades se pagaban, la compañía, el cariño, el sexo se pagaban en Euros... No existía una vida cotidiana dónde pudieras relacionarte con alguna muchacha, conocerla y lograr conquistarla o formar una relación, éramos demasiado conocidos y nuestra mala fama espantaba a las mujeres y a todas la personas de Sankt Pauli...
Por eso Andreas se empeñaba tanto en buscar a Sabela, tenían una extraña relación, tóxica y desagradable, pero Andy se desesperaba por siempre volver a su lado, aunque Sabela lo golpeara o lo tratara como a un maldito perro pulgoso.Las caricias, las miradas de amor, el cariño gratuito no existía, nadie podía enamorarse de alguno de nosotros porque éramos la escorea, los asesinos, los rateros, los drogadictos y todos se mantenían alejados de Reeperbahn, y de nosotros...
Ahora veía sus pucheros, sus sonrisas de alegría, las expresiones de su rostro, la transparencia en su mirada, la admiración, y sus risas a carcajadas por cualquier estupidez que los chicos dijeran... Bill no pedía nada a cambio, él se quedaba a mí lado sólo esperando mis besos, y sus caricias eran las más sinceras que me habían dado en la vida... Me quería tal y cual yo era, sin sentir asco, sin mirarme como a un mugroso del callejón, sin tenerme miedo, llegaba a mi vida solo para amarme, y aunque nos habíamos conocido en las peores condiciones, desde ese día habíamos quedado flechados...
- ¡¡Puto asqueroso de mierda!! ¿Te estás cagando en los pantalones o qué?
- ¡¡Jajajajajaja me cayeron mal las hamburguesas de anoche Bily!!
- ¡¡¡Iiiiuuujjjj!!! ¡¡Hueles a mierda Penny!!
Llevaban rato sentados en el suelo jugando una partida de pocker mientras Gerard y yo vigilabamos el callejón a unos pasos de distancia de ellos... Era la segunda vez que alguno de los chicos veía cabezas rapadas por Reeperbahn, así que habíamos aumentado la seguridad y la vigilancia...
- ¡¡Te gané!!
- ¡¡Nooo!! ¡¡Puto tramposo!!
- ¡¡Jodete nena!!
Penny se llevaba bien con él, y Penny tenía un carácter de mierda, pero compartían cómo amigos y disfrutaban sin problema, Bill era muy cálido con todos y los descolocaba con sus repentinos abrazos y muestras de cariño...
- Bill tiene una linda esencia...
Me espabilo Gerard a mi lado...
Me miraba con una ceja alzada y se sonreía de manera exagerada como todas sus putas expresiones de loco...- Si... Muy linda...
Le respondí medio imbécil intentando disimular la profunda admiración que le tenía...
- Eres muy afortunado... Qué se fijará en ti... Digo... No eres el más guapo de nosotros...
Volvió a sonreír...
- No sabía que eras Gay...
- No lo soy...
Le dije abriéndole los ojos bien grandes...
- Digo... No lo soy... No veo a Bill como a un hombre...
- Pero lo es...
- Si... Pero... No me gustan los hombres... Ustedes me dan asco...
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Encadenados.
FanfictionEl Misterio y la oscuridad eran las características que un joven poseía. En un mundo dónde la sociedad le rechazaba por su aspecto y tenía que lidiar con las burlas y las risas de las personas, Bill Kaulitz se alejaba de todos intentando ocultarse e...