Cap. 22.

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By Bill.

- ¿Quién hace la guardia hoy?

Le pregunté a Tom con la voz acalorada mientras me penetraba bien duro... había sentido pequeños ruidos desde la ventana...

- Georg y Gustav ¿Por qué?...

- No, por nada... Simple curiosidad...

Mentí... Y volví a concentrarme, llevabamos más de dos horas follando y cómo si Tom se hubiera tomado un frasco completo de viagra me lo metía sin parar y sin cansarse...

El próximo ruido me alertó demasiado ya que no venía desde la ventana, venía desde otra habitación y era Snuff, podía oírlo chillar y me pareció muy extraño ya que estando con Gerard no había motivos para que el cachorro llorara...
Si Georg y Gustav hacían la guardia... Gerard debía estar en su habitación... ¿O no?...
Me desconcentre totalmente pero gracias al cielo Tom no lo notó, al contrario sentí como al fin estaba llegando al climax y cómo yo ya había tenido tres orgasmos durante el acto lo dejé acabar y me aferre a su cuerpo, me follaba de espaldas y estábamos de pie, una posición completamente nueva y que ne había encantado demasiado...

Cuando Tom soltó sus últimos gruñidos abrí los ojos levemente y vi por la pequeña rendija del cortinaje unos ojos mirandonos con intencidad, me asuste al principio pero cuando reconocí esos bellos ojos verdes de tremendas pestañas supe de quién se trataba...

Fingí no haberlo visto, y lo hice por dos razones, la primera si se lo decía a Tom, lo mataba, eso era seguro, y segundo, quería saber sus motivos, necesitaba que me explicara porqué mierda nos espiaba.
Apreté mis ojos y fingí que desconocía su presencia allí, me entregue a las últimas embestidas llenas de espasmos qué Tom me daba y dejé de mirar hacia la ventana...

Me dejé caer en la cama y rápidamente me puse el short de mi pijama...

- ¿Por qué te estás vistiendo?

Me preguntó de inmediato ya que siempre, cada noche sin importar si follaramos o no, nos dormíamos completamente desnudos...

- Iré al baño, además quiero fumar un cigarrillo...

- Fumatelo aquí...

- Si... Pero será después de ir al baño... ¡¡Ya vengo!!

Sin perder más tiempo salí de la habitación sin mi camiseta puesta y descalzo...
Abrí la puerta de entrada de la pensión y miré a todos lados, vi a Georg y también a Gustav haciendo la guardia con normalidad y retrocedí unos pasos para evitar que me vieran... Centre mi visión por aquel diminuto espacio que quedaba entre lo que era la casa y el muro y sentí las silenciosas pisadas... Me puse el cigarrillo en la boca y lo encendí justo en el momento en que Gerard hizo su aparición como un maldito fantasma, cubierto de mugre, tierra y telarañas por todos lados, con su oscuro cabello desordenado y su pálida piel hasta sentía que nos parecíamos un poco.

Cuando me vio de inmediato pude ver su expresión, no era vergüenza por ser descubierto, ni mucho menos se arrepentía, lo que podía ver era una clara muestra de que buscaba en su cabeza la forma de engañarme o encontrar una buena mentira para echarme...

- ¡¡Bill!!... Qué sorpresa... ¿Tomando aire?

Me quedé viendolo por más tiempo, era sorprendente la forma en la que intentaba dismular...
Pero lo único que no pudo dismular fue la forma en la que me miraba de pies a cabezas al verme en poca ropa.

- Te vi...

Le dije de inmediato y sin anestesia...

- Si... La verdad estaba buscando a Snuff qué le gusta esconderse pero creo que ya se devolvió a la habitación... Que perro tan travieso ¿no lo crees?...

Encadenados. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora