8: Sin batería

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Nayla se había despertado tarde, lo mejor del embarazo era dormir maratonicamente casi abrazando la inconsciencia. Había desayunado cereales con leche a las once de la mañana y cuando se fue a vestir -porque desayunaba en pijama- se arrojó en la cama a darse una dosis de endorfinas -y ¿por qué no? dormir una pequeña siesta-. Le gustaba ver videos de sexo oral a chicas, le daba igual si la lengua era de un hombre o de una mujer, pero esa vez encontró uno de unas mujeres muy hermosas, y la vulva suave y rosada se veía tan estrecha y lubricada que hasta se le antojó a ella misma pasarle la lengua y beberse todos los jugos que humectaban esa raja perfecta.

Estaba con los dedos sumergidos en su propia humedad cuando sonó el timbre, no el del portero, sino el otro, el del pasillo, y si bien pensó en no atender, volvió a sonar otra vez casi sin esperar ni diez segundos.

Pensó que sería el molesto del encargado con alguna queja de alguna vecina fastidiosa, y después de gritar que ya abría se terminó de vestir con unos leggins negros y un polerón beige que le quedaba enorme pero así se usaba, casi que parecía un vestido a mitad de su muslo.

Abrió la puerta sin disimular su irritación, especialmente por haber sido interrumpida, pero en vez del encargado del edificio era su vecino del B.

— No sé tu nombre. — Dijo como todo saludo, y ese desconcierto en su cara de frustración la hizo sonreír involuntariamente.

— Nayla, me llamo Nayla. — Respondió, sin desdibujar la sonrisa.

— Hola, Nayla, yo soy Lucas. — La saludó con educación, tenía el celular en la mano y parecía ansioso por algo. — Hubo un problema con tu pedido, aparentemente no hay más de lo que pediste y podes elegir entre estos modelos.

Le dio el celular para que viera el mail, pero en cuanto Nayla tomó el teléfono de Lucas emitió un sonido potente y la pantalla se apagó bruscamente.

— La puta madre. — Soltó Lucas, y ese insulto hizo reír a Nayla, que le devolvió el celular apagado. — Perdón, me quedé sin batería... ¿Querés pasar un minuto a ver el mail en la computadora y elegir otro modelo?

Nayla estaba en chanclas de entre casa, pero no le importó, sólo tomó las llaves, el celular y fue hasta el final del pasillo con su vecino.

Realmente parecía muy estresado, claramente recién llegaba de algún lugar, tenía la mochila colgada de un hombro y una bolsa de compras en la mano, sin dudas recién entraba a su casa.

Lucas la invitó a pasar y Nayla entró confiada, no le inspiraba miedo, de hecho no recordaba ni una vez en la que haya tenido miedo con un hombre y supuso que era gracias a su buen ojo para con las personalidades. Lucas parecía un pobre diablo, nada más.

Lo siguió por el apartamento, que si bien no era idéntico al de ella y su madre, era muy similar. En una habitación tenía montado un escritorio con una computadora y algunos libros en una biblioteca. No tenía mucha decoración, pero era un ambiente agradable. Lucas encendía la computadora en silencio y Nayla esperaba mientras miraba la biblioteca sin darle demasiada importancia a los libros que ahí había.

No tardó en llamarla para que viera el mail y le dejó el lugar en la silla para que se sentara a leerlo y elegir el modelo mientras él miraba por la ventana, demasiado triste como para hacer algo menos idiota que mirar por la ventana. Ella lo observó de reojo, sin dudas se veía preocupado y se preguntó qué podría preocupar a un hombre como él que encargaba online un masturbador masculino.

Leyó el mail con atención pero miró los modelos rápidamente, estaba más concentrada en mirar a Lucas que estaba a pocos pasos de ella.

— ¿Estás triste? — Le preguntó Nayla, sin ganas de disimular que no había notado nada raro en él.

Lucas la miró como si fuera la primera vez que la veía, como si no supiera que estaba ahí.

— Un poco... — Reconoció, minimizando el problema. — ¿Elegiste? — Se acercó a la pantalla pero Nayla no había elegido nada.

— ¿Puedo ayudarte? — Preguntó Nayla y llevó las manos a la bragueta de Lucas, para acariciar el bulto dormido de su entrepierna.

Nido de cigüeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora