Una parte de él estaba completamente paralizada, y la otra, la menos racional, le pedía que accionara de alguna manera viril.
Nayla se sacó la ropa, salpicada de semen, y dejó a la luz sus enormes tetas surcadas de venas como ríos, que apenas si cabían en el sostén y ante tamaño maravilla, Lucas se inclinó a besarlas, a rendirles el homenaje que se merecían por ser una obra de arte.
Se desabrochó el sostén, para liberarlas, y cayeron pesadas ante el rostro de Lucas, que las sopesó con las manos, notando que apenas cabían en ellas, incapaz de sujetarlas por completo.
Tomó con los labios un pezón y succionó ligeramente. Nayla se retorció de placer, moviendo la cadera y apretando la cabeza de Lucas más contra sus tetas.
Buscó con la mano la entrepierna de Nayla, tenía la ropa interior húmeda por la excitación, y ella misma se la sacó, para dejarle el camino libre. Lucas bajó lentamente, le besó el vientre redondo durante su recorrido y luego probó con la lengua todos aquellos jugos que salían de ella.
Nayla gimió y alzó la cadera, estaba excitadísima. Su clítoris estaba enorme y parecía suplicar ser lamido. Hundió la lengua en el interior de ella, arrancándole incontables gemidos y la hizo acabar con violencia.
Se alejó ligeramente para verla en perspectiva, desnuda, embarazadísima y derrotada por un orgasmo. Un ligero rastro de humedad le coronaba los pezones, ¿acaso eso era...?
No lo dejó pensar, lo atrajo hacia ella para besarlo profundamente, y él se rindió ante ese beso desfachatado. La mano de Nayla se posó con firmeza en su miembro, que no estaba del todo flácido, pero tampoco del todo erecto, y con su toque mágico logró devolverlo a la vida como la diosa de la fertilidad que era, capaz de crear vida dónde no la había.
Nayla quería ser penetrada, pero la idea no convencía del todo a Lucas, que en un rapto de lucidez recordó que ella aún tenía indicado reposo.
— No, no podemos. — Le recordó Lucas, y Nayla hizo un gesto aterrador con el rostro.
— ¿Qué? — Preguntó ella, jadeando.
— El bebé...
Nayla no lo dejó terminar, al saber que era por eso desestimó por completo sus palabras.
— No le va a pasar nada al bebé. — Descartó e intentó montarse en Lucas, pero él se lo impidió. — ¡El médico dijo que sí podía! — Chilló con frustración, y si bien Lucas sabía que tenía razón, le recordó que había usado las palabras "con tranquilidad".
— Dejame googlear antes... — Le suplicó, y buscó sus lentes en la mesa de luz y el celular, que había quedado en el bolsillo de su pantalón.
Nayla soltó un suspiro que mezclaba resignación y decepción, y lo observó googlear encorvado sobre sí mismo.
— ¿Ves? No todo está permitido. — Le dijo y le mostró la página que leía, que se llamaba "Todo bebés" y que tenía un titular gigante que decía "Sexo en el embarazo. No todo está permitido"
Se mordió el labio inferior y le arrebató el celular de las manos.
— No seas idiota. — Lo retó, y buscó besarlo para sacarle los anteojos.
Y la verdad es que sí era un idiota, ella lo tenía idiotizado, y podía hacer de él lo que quisiera.
Lo guió a su interior con maestría, y en cuanto se sintió dentro de ella se olvidó por completo del miedo que había tenido segundos atrás. La sensación de penetrarla era superior a cualquier otra cosa que pudiera considerar placentera, quizás sólo podía hacer una excepción con la visión de Nayla retorciéndose de placer gracias a él.
Perdió por completo la noción del tiempo, pero se lo estaba tomando con calma, concentrado en no hacer ningún mal movimiento, atento al disfrute de ella. Esperó a que ella se viniera para acabar, y antes de poder recostarse contra las almohadas, ella saltó de la cama para ir a orinar.
Se preguntó si todo eso había sido un sueño, pero al verla volver a la cama, desnuda, con el pelo recogido en una cola casual y desprolija, y al sentir su cuerpo cálido recostarse contra él reconoció que no le importaba si estaba soñando, iba a disfrutarlo de todos modos.
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Nido de cigüeña
RomanceNayla está embarazada y no sabe quién es el padre... aunque tampoco le importa. Lucas no tiene suerte con las mujeres y eso lo hace sentirse desdichado. Un mal entendido los hace conocerse y hacer un pacto para matar la soledad de ambos 🚫LECTURA P...