Han pasado 3 días.
3 días que no tengo los ojos vigilantes de John sobre mí.
3 días en los que siento que realmente puedo ser quien soy.
Suficientes días para hacerme ver lo superficial que he estado viviendo en la última década y que me he convertido en un reflejo de los deseos de John.
Hace mucho que no soy yo misma, soy consciente de ello. Pero no era consciente de cuánto de mí había mantenido calado.
Pasar estos días sola me hacía pensar demasiado y me ponía ansiosa.
Así que hoy decidí pedirle a Allie que pasaramos el día juntas e fueramos al cine, algo que no había hecho desde mi segundo año de universidad.
Después de almorzar, dimos un paseo por el centro comercial hasta la hora de nuestra sesión.
Allie en ningún momento mencionó mi boda que sería en 4 días, ni que me libere de las ataduras de John, lo cual estoy muy agradecida.
Pasamos por algunas tiendas y solo Allie compró algunas cosas mientras que yo no encontré nada que me interesara. Nunca he sido muy materialista, siempre compro lo que necesito y nada más. Rara vez algo me llama la atención lo suficiente como para hacer una excepción. Pero nunca me molestó acompañar a mis amigos de compras, de hecho, me gusta.
Fue una tarde realmente agradable. Incluso nostálgica.
Camino al cine vi a Marcos. Estaba distraído con su celular mientras caminaba hacia nosotras. Cuando levantó la vista me vio, sonrió y vino hacia mí.
Allie caminando a mi lado, estaba demasiado concentrada en decirme lo mucho que le gustaba el nuevo bolso que adquirió mientras analizaba el bolso en su mano, ella no había visto a Marcos llegar a nosotras hasta que nos saludó.
- Buenas tardes chicas. ¿Como van? - dijo cortésmente con una sonrisa en su rostro.
- ¿No estamos interesadas? - Allie ni siquiera levantó la vista, ignorando la existencia de Marcos. Él nos mira confundido y respiro profundamente.
- Allie, él no es vendedor, es mi prometido. - Yo explico.
Pierde todo interés en el bolso y su atención ahora está completamente en Marcos. Ella lo analiza de pies a cabeza.
- ...todavía no estoy interesada. - responde al cabo de un rato, con mirada de pocos amigos.
- Alison - la regaño.
-Está bien... Aún no nos hemos presentado. Soy Marcos Watterson. - Él le extiende la mano a modo de saludo a Allie.
Ella mantiene la mirada fija en sus ojos. No devuelve el saludo.
- OK... ¿Sería imprudente de mi parte preguntarte por qué pareces odiarme? - pregunta Marcos, encontrando divertida la situación luego de bajar la mano.
- Es imprudente que permanezcas ante mí, sabiendo que no me agradas. El resto son tonterías. - responde Allie.
Debería detener esta conversación. Pero es tan cómico que sólo puedo mirar el espectáculo.
Marcos me mira mientras Allie no le quita los ojos de encima. Él está visiblemente intimidado por ella. Sus ojos me piden ayuda.
Miro a Allie. Ella tiene la tonta idea de que sólo conoces a las personas cuando los exponen a un límite, y yo la conozco lo suficiente como para saber que está poniendo a prueba los de él. Ella no lo odia porque ni siquiera lo conoce, pero su instinto protector quiere asegurarse de que no me case con un imbécil.
- Lizzie, este bolso tiene un defecto en la costura del lado derecho del interior. ¿Puedes volver a la tienda y cambiarmelo por mí? - me pregunta Allie sin dejar de mirar fijamente a Marcos y extiende la bolsa hacia mí.
- No.- digo sin coger el bolso.
Allie esta vez me mira con la misma mirada dirigida a Marcos. Intento mantener el contacto visual, pero en menos de 5 segundos me rindo y recojo la bolsa.
Ella es realmente intimidante. No puedo competir.
De camino a la tienda revisé el bolso y efectivamente estaba descosido. Pero es obvio que ella sólo quería alejarme para poder tener una conversación seria con Marcos.
Espero que él esté bien.
Luego de cambiar el bolso y asegurarme de que estaba en perfectas condiciones, regresé a donde dejé a Allie y Marcos. Él ya no estaba allí.
- ¿Donde está? -Pregunté con curiosidad.
Se encogió de hombros, recogió su bolso y caminó de regreso al cine mientras revisaba su bolso. La seguí un paso detrás, mirándola. Sabía que estaba tratando de evadir mis preguntas.
- ¿Qué le dijiste, Alison? - Intento nuevamente averiguar qué pasó mientras estuve fuera.
- Si quisiera que lo supieras, no te habría quitado de allí.- respondió y dejó de mirar la bolsa, ahora mirando el camino por el que íbamos.
- Tengo derecho a saberlo. Él es mi prometido.
- Tengo derecho a tener mis secretos, soy tu mejor amiga. - ella responde.
- Los mejores amigos se cuentan sus secretos. - digo. Odio tener que rogar por algo. Ella se detiene y se da vuelta, mirándome.
- ¿Cuentan? - pregunta irónica.
Sé a qué se refiere.
En la secundaria besé al chico con el que estaba saliendo en eso entonces. Estábamos entre amigos en una fiesta, borrachos. Él me besó y simplemente me dejé llevar. Fue sólo un beso. Pero él a ella le agradaba.
Ella sólo se enteró años después de que terminaron lo que tenían, y no fui yo quien se lo contó. Aunque ya no sentía nada por él, se sintió traicionada y no la culpo. Le tomó um par de meses volver a confiar en mí y volver a nuestra amistad tal como es.
En ese momento, Allie estaba tensa y yo me sentía culpable, así que ella suspiró y se relajó. Me tomó de la mano y comenzamos a caminar nuevamente. Me abrazó y me pidió que no pensara mucho en lo que habían hablado y me preguntó qué película veríamos.
No sé de qué hablaron ellos dos y sé que ella no lo dirá, entonces tal vez obtenga esta información de Marcos. Pero por ahora voy a disfrutar de la compañía de mi mejor amiga y dejaré de lado cualquier pensamiento negativo.
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LA EXTRANJERA
General FictionLos brasileños somos conocidos por ser como una especie de plaga. Hay al menos uno en cada rincón del mundo. Algunos son inofensivos, otros causan caos. Y somos fáciles de reconocer. ¿Pero quién además de nosotros puede juzgarnos? Creo que todos hem...