LA EXTRANJERA

VISITA

AMANDA POV

Me desperté sintiendo mucho cansancio. Tanto físico como mental.

Me duele la cabeza, me duelen las costillas y me duele el corazón. Pero no voy a dejar que nada de esto me deprima.

Hoy es un nuevo dia.

Con mucho cuidado quito el brazo de Elizabeth de mi cintura y me levanto con gran esfuerzo.

Necesito tomar mi medicamento urgentemente.

Voy a la cocina por analgésicos. Tomo un vaso de agua y lo bebo rápidamente antes de comenzar mi rutina.

Coloco el vaso aún con un poco de agua sobre el fregadero y comienzo a preparar el desayuno.

Al terminar, empiezo a poner la mesa y por descuido acabo chocando con el vaso.

El ruido del impacto y de los cristales esparciendose es alto. Asustándome y ocasionando una cierta presión en mi tórax, haciendo que mis costillas duelan un poquito. Pero puedo lidiar con el pequeño dolor incómodo.

Me agacho y empiezo a recoger los pedazos de vidrio espejado. deseando no pisar ninguno, ni cortarme las manos.

Escucho los pasos apresurados de Lizzie, el ruido debe haberla despertado.

- Lo siento, no quise despertarte. - digo cuando levanto la vista y la veo parada en la puerta. Y vuelvo mi atención a la limpieza.

De repente, siento que sus brazos envuelven mi cintura y me jalan hacia arriba, haciéndome levantar.

La miro desconcertada y sin entender qué está pasando. Pero ella no está mirando mi rostro. Su concentración está en quitar los pedazos de vidrio de mis manos sin lastimarme. Luego ella los pone sobre el fregadero y me abraza firmemente por la cintura, levantándome del suelo y llevándome a alguna parte.

Mi mente está en blanco total. Apenas sintiendo su apretón y la falta de suelo bajo mis pies.

Ella me suelta cuando llega al otro lado de la cocina, donde el piso está libre de fragmentos de vidrio y coge mis manos, buscando algún corte.

- ¿Te lastimaste?

- No. - respondo y sus ojos se encuentran con los míos.

Ella deja ligeras caricias en mis manos y suspira, alejándose.

Sale de la cocina y tarda un tiempo en volver.

¿Qué hago? ¿Debería quedarme aquí donde ella me puso?

Mi madre se ponia furiosa cuando rompíamos algo por falta de atención. Y cuando era pequeña, tenía que quedarme horas en el rincón del castigo para aprender a estar más atenta.

¿Es este un rincón del castigo que Lizzie me puso?

Ella regresa con las cosas que usará para limpiar mi desastre.

Yo debería limpiar. ¿Por qué está limpiando ella?

¿Estoy en tantos problemas?

- Lo siento mucho, Lizzie.

- No tiene por qué disculparte. Esas cosas suceden. - me sonríe gentilmente. Ella no está enojada. Entonces, ¿por qué me puso en el rincón del castigo?

Quizá sea para que la próxima vez tenga más cuidado.

Lizzie termina de limpiar el piso, toma el café que estaba sobre el fregadero y lo pone sobre la mesa y nos sirve.

Sorprendentemente me pide que me siente.

Eso fue rápido. Nunca había estado en un rincón del castigo por tan poco tiempo.