AMANDA POV
Alison vino a visitarme ayer.
Ella es una persona agradable. Me recomendó algunos psicólogos e incluso me ayudó a preparar el almuerzo, donde hablamos sobre muchas cosas al azar. Fue realmente placentero hablar con ella.
En medio de la relajación, confidenté mi deseo de finalmente conseguir empezar a trabajar y se dispuso a ayudarme a encontrar algo.
Intercambiamos nuestros números y ella prometió volver pronto con novedades.
Después de que Alison se fuera, estaba ansiosa por la llegada de Lizzie. Tenía muchas ganas de contarle sobre mi día.
Pasar la tarde y la noche una vez más sin noticias de ella, me hizo sentir sola. Dormir con ella abrazándome se volvió un hábito. Y a pesar del sueño y el cansancio no podía dormir, así que fui a su habitación.
Me acosté en su cama, abrazando su almohada para sentirla conmigo y me dormí.
No sé cómo, pero su olor, sus caricias y su calor me han llevado al más profundo sueño rápidamente y no he tenido pesadillas desde que dormimos juntas por primera vez.
No sé en qué momento de la noche ella llegó, pero al sentir algo tirándome, me asusté, el trauma aún está muy marcado en mí, pero al oír su voz me calmé instantáneamente. No comprendí nada de lo que ella dijo, mi sueño mezclado con su idioma susurrado no me es claro. Pero reconocí su voz y me acurruqué a ella. Luego volví a dormir profundamente.
Cuando me desperté esta mañana, me sorprendió no encontrarla a mi lado. Ella siempre se despierta después de mí.
Me levanté preocupada y la busqué por la casa. Llegué a pensar que había soñado con su llegada.
Cuando entré a la cocina, aceptando ya que todo era sólo un sueño y rascándome los ojos para espantar el sueño, me paralicé. Ella estaba en casa y había preparado el café.
Un desayuno que confieso que tenía miedo de probar. Y mi sorpresa fue enorme al comprobar que ella realmente hizo panqueques muy buenos... A diferencia del café. Tenía sabor a suela de un viejo zapato encurtida en vinagre. Y no pude contener la risa.
Definitivamente amo mañanas como esta, donde no faltan risas y chistes. Me encantaría que los gemelos estuvieran aquí con nosotras. Estoy segura de que Lizzie y ellos se llevarían bien.
Pero esta increíble mañana se arruinó cuando le hablé de querer trabajar... No fue de su agrado y aunque al final me apoyó, sé que no estaba a favor de nada de eso.
Han pasado algunas horas desde que Lizzie se fue a trabajar. Y desde entonces, he estado intentando no emocionarme demasiado con la idea de poder trabajar también.
Tengo miedo de incluso ahora, me juzgaren inadecuada para cualquier cargo. Ya me frustré mucho al buscar algo y no conseguirlo.
No es que yo sea una gran opción, sé que estoy lejos de eso. Pero realmente quería una oportunidad.
Pero tal vez Lizzie tenga razón, tal vez aún no sea el momento de dar ese paso. Los medicamentos me debilitan y los desmayos aún no han parado, aunque ya no son tan frecuentes.
También está el hecho de que solo pensar en salir ahí fuera, donde no me siento segura, me asusta. Pero quiero que mi vida vuelva a la "normalidad". Ya no quiero sentir este miedo.
Se acerca la hora del almuerzo y ya lo he preparado con mucho cariño.
Oigo llaves abriendo la puerta, y como siempre, me acerco a la sala para ver a Lizzie entrar. La felicidad siempre me invade cada vez que la veo llegar.
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LA EXTRANJERA
General FictionLos brasileños somos conocidos por ser como una especie de plaga. Hay al menos uno en cada rincón del mundo. Algunos son inofensivos, otros causan caos. Y somos fáciles de reconocer. ¿Pero quién además de nosotros puede juzgarnos? Creo que todos hem...