34.- Hermoso nombre

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Taehyung se acurrucó en los brazos de un completo desconocido. Pero se sentía demasiado bien, era cálido y el aroma de esa alfa era perfecto.

De alguna manera, sabía que estaba protegido allí. Claramente su lobo estaba alborotado por ese alfa. Por suerte todavía no quebraba su celo y por eso no lloraba por qué lo tome allí en un baño público. Eso hubiera sido inconveniente y algo bochornoso.

-De-deberíamos salir de a-aquí - dijo Jungkook sosteniendo con una facilidad sorprendente al omega. Era casi como si sus brazos fueran hechos para cuidar y proteger a ese lindo omega.

-Si... - murmuró Taehyung contra la piel del cuello del alfa.

Ahí estaba, su celo inminente comenzaba a alterar el comportamiento del omega y Jungkook no podía permitirse ceder a sus instintos. Salió con el omega en brazos.

-Papi Jin! - casi grito Jungkoook con el omega en brazos.

En cualquier otra situación Jungkook se habría revolcado de risa por la reacción de su padre. El omega pegó un salto casi acrobático y corrió hasta donde estaba Jungkook con los ojos desorbitados.

-Por la diosa hijo! Que le pasó? - dijo Jin, aunque el aroma intenso de Taehyung lo hizo entender - ohhhhh

Mark llego corriendo al lugar alertado por el alboroto de Jungkook.

-Tae? - lo llamó su amigo - que le pasó?

-Lo conoces cielo? - le preguntó Jin a Mark.

-Si, es mi amigo, estábamos por irnos - dijo el omega - voy, por el auto. Yo lo llevo a su casa.

-Nooo - lloriqueo Taehyung aferrándose a los hombros de Jungkook

-Shhh bonito, tranquilo - dijo Jungkook en un tono de voz bajo, casi un ronroneo que calmó en gran medida al omega.

-Mi alfa - se quejó caprichosamente Taehyung, claramente su conciencia comenzaba a ceder y sus feromonas seguían en aumento.

En cualquier momento los alfas de lugar se alterarían y eso era malo por dos motivos. Podrían atacar al omega y peor aún Jungkook claramente estaba dispuesto a defenderlo con su vida.

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Jin pudo reconocer todos los cambios en su hijo, claramente ese lindo omega era el destinado de Jungkook, lo sostenía como la cosa más preciosa de este mundo, liberaba naturalmente su aroma, marcando al omega y manteniendo a raya a los otros alfas.

-Cielito, vamos a llevarlo al auto de su amigo, si? - dijo Jin con calma.

-Pero... - comenzó a protestar Jungkook - no... si... vamos.

Se notaba una lucha en su interior, hombre y lobo. Aunque ambos querían cuidar y proteger al omega, no quería dejarlo ir. La parte más racional de Jungkook pujaba por alejarse de toda situación sentimental, su lobo... bueno el hubiera estado bien escapándose a un bosque con su omega, pasar el celo juntos, marcarlo y en unos meses recibir a sus cachorritos.

Mark estacionó frente al restaurante y abrió la puerta del acompañante para que Jungkook deje al omega.

A Jungkook le tomó unos sólidos cinco minutos convencerse que dejarlo ir era la mejor opción para ambos. Aunque siendo justos, los ruiditos que hacía el omega contra su cuello y el aroma de sus feromonas ciertamente no ayudaban.

-Jungkookie, cielo, vamos a dejarlo ir, si? - dijo Jin con toda la calma posible.

-Si, si... ir... - contestó Jungkook.

La familia KimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora