Capítulo 9

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VERONICA

Mi hijo no se ha recuperado por completo después de haber traído a Van Helsing de regreso de entre los muertos, él desdé lo que pasó ha estado demasiado cansado.

Duerme demasiado y eso me preocupa.

En estos momentos está durmiendo en uno de los sillones de la sala de estar, sea cuál sea el poder que tenga le causa demasiado mal usarlo.

El ver así a mi hijo me hace odiar demasiado a mi ancestro y a esa maldita de Valeska.

Camino hacia dónde se encuentra mi pequeño y con mi mano izquierda acaricio con cuidado su cabello para no despertarlo.

Me siento la peor de las madres, si hubiera sido más fuerte habría podido evitar que Valeska se lo llevará.

—Lo siento demasiado cariño...—le digo —. El que estés así es mi culpa, perdoname.

A lo lejos puedo escuchar la puerta abriéndose, dejo de acariciar a mi hijo, cierran la puerta, doy la vuelta y me encuentro con Silas entrando en la sala.

—Hola —dice.

—Hola ¿Cómo te fue?

—Encontramos un pequeño campamento en el bosque, era de Van Helsing.

—¿De verdad? ¿Y lo encontraron a él?

Mi marido niega con la cabeza.

—Al parecer algo ocurrió en ese campamento que hizo huir al cazador, huvi una pelea que seguramente él no ganó.

—¿Una pelea?

—Si, también encontramos un extraño libro. Tenía dibujos extraños, su texto estaba en un idioma que no pudimos comprender. Sebastián se quedó con el, dijo que mañana vendría para mostrarnos la traducción.

—Entiendo...

Él lleva su mirada hacia Blakgelus.

—¿Aún continúa durmiendo?

—Si, el que duerma tan seguido no me está gustando para nada —le digo al vampiro.

—Aún debe de estar cansado por lo que ocurrió.

—Si, pero no puedo dejar de preocuparme. Él que duerma tan seguido cómo lo ha estado haciendo en estos últimos días me está comenzando a asustar demasiado, ya no lo veo tan lleno de energía cómo antes.

—¿Lo ves triste?

—Si —le respondo.

—Cuándo despierte hay que llevarlo al hospital, tal vez lo puedan ayudar.

—¿Crees qué puedan?

—Habrá que verlo.

Un suspiro abandona mi boca, mi marido se me acerca y toma mi rostro entre sus manos con sumo cuidado.

—¿Qué pasa?

—Me siento la peor madre del mundo.

—Amor...

—Blakgelus está así por mi culpa, si hubiera evitado que Valeska se lo llevará nuestro hijo no estaría en estos momentos así de decaído.

—No digas eso, no es tu culpa. Valeska te hubiera matado si tú hubieras intentado algo.

—Nuestro hijo Silas...

—Él estará bien, lo llevaremos al hospital en cuánto despierte. Le darán algo para recuperar energías y entonces volverá a ser el mismo niño que era antes de la resurrección de Van Helsing —me dice él —. No quiero que te culpes Veronica, todo estará bien.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora