Capítulo 60

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VERONICA

—La espera me está matando —comento mientras me encuentro sentada frente a una de las mesas del restaurante —. Tengo que ir a la iglesia negra ahora mismo.

—No te preocupes —habla Lizbeth —. Los hermanos Tepes se harán cargo de todo, ellos van a recuperar a Blakgelus.

—Es que no puedo seguir esperando —me pongo de pie —. Necesito ver si mi hijo y mi marido se encuentran bien.

—Mamá tienes que mantener la calma —me dice Alucard —. Debemos de tener fé en mi padre, él traerá de vuelta a mi hermano.

Dios, me estoy volviendo completamente loca.

Necesito una noticia sobre ellos.

Necesito saber si están todos bien.

—No puedo esperar, necesito saber si todos se encuentran bien.

—Oh cariño...—la voz del cazador de vampiros se hace presente en el lugar —. Yo que tú no me preocuparía por ellos si no por ustedes.

Volteo hacia la entrada al igual que los demás y vemos al cazador tranquilamente parado frente a nosotros.

—Van Helsing.

—Hola Veronica.

Él lleva su mirada hacia mi hermana y primo.

—Lizbeth y Sebastián, mis otros descendientes. Es un placer poder conocerlos.

—¿Cómo es qué sabes de nosotros? —le pregunta el vampiro.

—Yo sé demasiado.

—¿Oh si? Entonces debes de saber las veces que te voy a golpear.

Mi primo se mueve con su velocidad sobrenatural y va directo hacia el cazador.

El inmortal se hace presente delante del cazador, lo ataca con un puñetazo, mi antepasado detiene el puño del vampiro sin esfuerzo.

—Un vampiro Van Helsing...—le dice —. Toda nuestra familia debe de estar retorciéndose en sus tumbas por ti.

Aprieta el puño de Sebastián y mi primo suelta un grito.

—¡Sebastián! —Lizbeth trata de acercarse pero Alucard no se lo permite.

Mi hijo corre hacia ellos dos, Van Helsing lo ve, golpea a mi primo, lo toma por el cuello y después lo lanza hacia el dhampire.

Ambos chocan y caen al suelo.

—Mi turno —mi hermana saca una daga de uno de sus bolsillos.

Ella se dirije hacia Van Helsing.

Una sonrisa se forma en el rostro de esté, mi hermana llega a él, Lizbeth comienza a atacarlo y el cazador a evitar cada ataque de ella.

—Eres cómo yo —dice.

—¡No! —Lizbeth vuelve a atacarlo y el cazador hechizado detiene la mano con la daga.

—Eres una cazadora... ¿Por qué ayudas a los vampiros? La misión de nosotros los cazadores es asesinar a estos monstruos. Tienes que seguir con la línea de cazadores.

—No más —le responde la rubia —. Estoy cansada de ello.

—Entonces traicionas a tu legado.

—A la mierda.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora