Capítulo 36

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VERONICA

—¿Entonces ustedes son las reencarnaciones de Vlad Tepes y Esther? —pregunta una muy impactada Elizabetta.

—Tal cómo lo has oído hermana —le responde Silas —. Y Vlad el Dragón no era un santo.

Sebastián, Lizbeth y los hermanos Tepes han quedado sin palabras. No pueden creer la realidad.

—Así que...—Alaric se acerca a su hermano —.¿Eres Drácula? ¿El Conde?

—Jamás fui Conde, eso se inventó.

—¡Es sorprendente! —dice emocionado.

—No puedo creer que todo esté tiempo hayamos pensado que ese malvado hombre fue un rey justo —comenta Katherine —. Fue demasiado cruel.

—Él en estos momentos debe de estar en el infierno —dice Silas —. Ahí no le hará daño a nadie nunca más.

—¿Y ahora qué es lo que harán? —pregunta Sebastián —. Ahora que saben quiénes fueron hace mil años atrás.

—Apesar de lo que recordamos, ya no somos Vlad y Esther —comento —. Esas vidas terminaron hace mucho tiempo, el árbol de la vida nos cumplió lo que le pedimos —tomo la mano derecha de mi marido —Nos unió y nos dió el final que merecíamos tener. Somos Veronica y Silas ahora, nada cambiará.

—Bueno... solo cambiará una cosa —dice mi esposo.

—Es verdad —digo.

—¿De qué cosa están hablando? —pregunta Lizbeth.

—Ya puedes venir —digo en voz alta.

Volteo hacia atrás y veo salir a Alucard de detrás de un árbol.

—¿Quién es él? —pregunta Elizabetta.

—Es Alucard, el primer dhampire —dice Silas.

—¿El primer dhampire? ¿El hijo de Vlad y Esther?

—Así es hermana.

—En teoría... es nuestro también —digo.

—Alucard vendrá con nosotros —dice el rey de los vampiros.

—¿Quieren adoptarlo? —cuestiona mi hermana Lizbeth.

—Si —asiento con la cabeza —. Alucard ya no tiene por que estar solo, ni nosotros queremos dejarlo —miro a todos.

Una sonrisa se forma en el rostro de nuestros familiares, han entendido perfectamente.

—A Blakgelus le servirá un hermano mayor —comenta Silas.

—Es un placer conocerlos a todos —les dice Alucard una vez se coloca a mi lado.

—El placer es todo nuestro —responde mi hermana —. Soy Lizbeth Van Helsing.

El dhampire toma la mano derecha de mi hermana y le besa la mano de una manera caballerosa.

—Es un enorme placer conocerla, señorita Van Helsing.

—Eres demasiado educado —dice ella para luego sonreír.

(....)

Ahora que hemos recuperado a Blakgelus hemos decidido volver a nuestras vidas. Y con eso queremos decir a volver a al problema de Abram Van Helsing.

—¿No hay entonces nada qué puedas hacer Mirena? —le pregunto a la morena.

—Por lo que me has contado no lo sé Veronica —me dice la jefa de la aldea —. Había escuchado unas cuántas historias sobre brujas que podían crear hechizos, pero en esté caso la única bruja que podría romper el hechizo del cazador sería esa tal Greta Whitmore.

—¿Crees poder encontrar algo qué ayude? —le pregunta Silas.

—Intentaré, mi madre dejo varios libros de magia. Contienen hechizos sumamente poderosos, posiblemente haya algo en sus páginas que pueda ayudar con el problema de este gran cazador de vampiros —dice —. Les avisaré si encuentro algo importante.

—Muy bien...—me le acerco y tomo sus manos —. Entonces esperaremos tu visita.

—Fue bueno volver a... no sé cómo decirlo.

—Pase lo que pase seremos hermanas.

—Si, puedes contar conmigo para lo que necesites en el futuro —dice Mirena —. Todos siempre serán bienvenidos en la aldea Colmillo.

—Tú también siempre serás bienvenida en nuestra casa y en el castillo de Bran.

Nos damos un abrazo.

—Sé que está de más que se los diga ya que prácticamente son sus padres...—Mirena me deja de abrazar —. Pero por favor... cuiden de Alucard.

—Lo haremos, no te preocupes Mirena —le dice el inmortal a la bruja —. Vamos a recuperar el tiempo perdido y me daremos una vida de felicidad. Ahora tendrá un hermano y estoy completamente seguro que se cuidarán siempre.

—También lo espero Vlad, Blakgelus es un niño sumamente encantador.

—Ha llegado el momento de irnos —me alejo de la bruja —. Nos veremos pronto.

—Si, tengan cuidado de regreso.

Silas y yo asentimos con la cabeza y juntos vamos hacia dónde nuestra familia espera.

Llegamos y vemos a todos, Alucard se encuentra demasiado contento por iniciar de nuevo.

El hecho de que tendrá cómo hermanito menor a Blakgelus le ha emocionado mucho. Al parecer ambos han creado un vínculo especial mientras estuvieron en el bosque.

Blakgelus le ha tomado demasiada confianza, tanto que ya hasta se ha quedado dormido en los brazos de su nuevo hermano mayor.

Le daremos una vida llena de felicidad, se la merece después de todo lo que pasó.

—¿Están listos? —les pregunta Silas.

—Claro —dice Sebastián —. Muero por volver a la ciudad.

Todos comienzan a avanzar menos Alucard quién espera a que nosotros lo hagamos.

—¿Estás feliz? —le pregunta Silas.

—Demasiado padre, estoy agradecido por está oportunidad.

—Nosotros también —le digo —. Es tiempo de que conozcas tu nueva vida Alucard.

—Si madre —asiente con la cabeza —. Nada me gustaría más.

—Bien —le sonrío —. Entonces vámonos.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora