Capítulo 57

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BLAKGELUS

El descanso en la escuela ha comenzado desdé hace unos minutos, he terminado de desayunar y ahora estoy jugando con mis compañeros a las atrapadas.

—Señor Tepes —la voz de mi maestra se oye a lo lejos.

Dejo de correr y miro hacia su dirección.

La castaña viene directo hacia mi.

—¿Si maestra? ¿Pasa algo? —le pregunto.

—La directora quiere hablar con usted ahora mismo —contesta.

—¿La directora?

—Así es, es urgente. Así que venga conmigo.

Asiento con la cabeza sin responder y después la sigo hacia la dirección.

¿Por qué la directora querrá verme?

Que recuerde no he hecho absolutamente nada malo, espero realmente que no sea para regalarme o castigarme. Ya que si eso pasa mis papás se enojaran demasiado conmigo.

Además de que no quiero molestarlos, en estos momentos ya tienen demasiado.

La maestra y yo llegamos a la entrada de la dirección, ella toca la puerta, la abre y después desvía la mirada hacia mi dirección.

—Pasa por favor —dice ella.

—Maestra no he hecho nada malo, se lo juro.

—No te preocupes, solamente quieren hablar contigo. No pasará nada malo —responde —. Anda Blakgelus entra ya.

—Bien.

Cruzo la entrada y la maestra cierra la puerta.

La silla de la directora está de espaldas y la puedo ver sentada sobre ella.

—Señora directora... ¿De qué quería hablar? Me dijeron que era demasiado importante.

La silla se da la vuelta.

—Tan solo quería conocerte al fin —dice la mujer sentada en la silla.

Definitivamente esa no es la directora.

Es una mujer pelirroja y de ojos verdes.

Y su mirada es un poco siniestra.

—Así que tú eres el hijo de Vlad, su nuevo tesoro —dice muy tranquilamente.

—¿Quién es usted? —le pregunto.

—El amor verdadero de tu padre.

—Lo siento, ese puesto ya está ocupado por mi madre —digo y ella suelta una risa —. Volveré preguntar... ¿Quién es usted?

—Me llamo Justina.

—¿Justina?

Ese nombre ya lo había escuchado, últimamente ese es el nombre que más suena en mi casa. Todos dicen que es completamente malvada, que hace tiempo le intento hacer daño a Alucard.

—¿Dónde está la directora?

—Está tomando una siesta permanente.

La pelirroja se levanta de la silla, rodea el escritorio y se comienza a acercar a mi.

—Mírate... esos ojos azules tan hermosos —dice —. Cuándo conocí a tu padre sus ojos azules también eran divinos. Se nota que compartes sangre con él.

Se detiene muy cerca de mi, puedo sentir claramente una mala vibra en ella.

Definitivamente tiene malas intenciones.

—¿Qué es lo qué quiere?

—Cariño... ya te lo dije, solamente quería conocerte.

—Ya lo hizo, ahora largo de mi escuela.

—Esa dulce boquita te puede traer problemas niño, deberías respetar a tus mayores.

—Usted es mala, le hizo daño a mi hermano hace mucho tiempo.

—¿Tu hermano? ¡Oh! ¿Te refieres a Alucard? Él no es tu hermano, tan solo es... un entrometido en tu pequeña familia.

—Eso no es cierto.

—Lo es —dice —.¿Sabes? Si no tienes cuidado te podría llegar a quitar a tus padres.

—¿Quitarme a mis padres?

—Si... no confíes demasiado en él.

—En la que no confío es en usted.

—Chico listo.

Doy un paso hacia atrás.

—Váyase.

—Lo haré...—sus ojos verdes cambian a rojos —. Pero tú vienes conmigo.

Me toma de la mano derecha.

—Nos vamos a divertirte demasiado niño.

—Lo siento...—en mi otra mano formo una bola de fuego —. Mis padres no me dejan salir con extraños.

La arrojo contra ella, la vampiro me suelta y sale volando hacia el escritorio.

Choca contra el y después cae al suelo.

—¿Cómo es qué tienes tanta fuerza? —me mira molesta.

—Mi hermano —sonrío orgulloso.

—Mocoso desgraciado...

Corro hacia la salida, Justina aparece frente a mi y bloquea mi camino.

—No vas a ir a ningún lado.

Formo otra bola de fuego.

Ella usa su velocidad sobrenatural, me toma de la ropa y me lanza contra la pared.

Choco fuerte contra ella y luego caigo al suelo.

—Tú eres mi boleto de oro niño, no dejaré que arruines nuestros planes —me dice.

—¿Nuestros planes?

La puerta de la dirección se abre.

—¿Tú? —veo a un hombre entrar.

—Hola niño —el recién llegado se coloca al lado de la vampiro.

—Van Helsing...

—No tenías que ser tan ruda con él Justina.

—Es un niño mal educado —responde ella.

—¿Trabajan juntos ahora? Definitivamente es cierto lo de Dios los hace y ellos se juntan.

Me levanto del suelo, Justina nuevamente se me acerca con su velocidad de vampiro y me toma fuertemente del cuello.

—Si usas otro truco...—muestra sus colmillos —. Todos tus amigos mueren, soy alguien quién no tiene piedad de absolutamente nadie... ni siquiera de niños pequeños. Así que te recomiendo ser muy inteligente Blakgelus.

—¿Qué es lo qué quieren?

—¿Cuál es la especialidad de los villanos? Molestar cariño —Justina sonríe —. Tú nos darás la oportunidad perfecta para acabar con tu amada familia.

—Mis papás...

—Tus padres pronto dejarán de ser unas molestias para nosotros —interrumpe la inmortal.

—Pero no te preocupes —Van Helsing se acerca —. No estarás solo cuándo ellos desaparezcan para siempre, yo estaré contigo. Después de todo... somos familia ¿No? Te haré el mejor cazador de todos los tiempos.

—Usted no es nada mío... loco.

—Basta de habladurías —dice el cazador —. Es tiempo de que todo se termine.

Van Helsing va hacia la salida, Justina me toma de la ropa y me jala hacia allá para después terminar saliendo de la oficina.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora