Capítulo 27

96 6 1
                                    

VERONICA

El resto de los vampiros Tepes han regresado al castillo de Bran junto con Sebastián. Todos ellos han quedado completamente asombrado con la noticia de que Lizbeth es mi hermana mayor, en especial Sebastián.

Él no puede creer que no seamos los únicos Van Helsing.

Ninguno de ellos logro dar con Blakgelus, mi hijo ha desaparecido completamente.

En estos momentos me estoy muriendo de la angustia de no saber nada de mi hijo, de haber sabido que esto pasaría nunca me hubiera ido a Londres.

Mi mente me está torturando terriblemente, me ha hecho pensar cosas horribles sobre que le puede pasar a mi pequeño allá afuera.

—Amor...—Silas se acerca a la silla en dónde me encuentro sentada —. Necesitas dormir.

—No —le respondo —. Lo que necesito es saber dónde está mi hijo.

—Hermana has caso a Silas, te ves mal. Necesitas descansar un poco —dice Lizbeth.

—Ninguno de ustedes sabe lo que estoy sintiendo en estos momentos, siento que me estoy muriendo —les digo.

Me levanto de la silla y me acerco a la ventana del palacio.

El sol se está ocultando lentamente, nuevamente la noche se presentará.

No puedo quedarme de brazos cruzados, mi hijo no puede estar otra noche afuera.

—Voy a salir a buscarlo —camino hacia la salida del gran salón.

—Veronica —me llama Silas.

Ignoro por completo al vampiro y abandono el lugar.

Detrás de mi vienen todos, todos dicen que no debo de salir que debo de descansar. Pero eso es algo completamente imposible.

Abandono el castillo de Bran, Silas me alcanza y me toma de la muñeca derecha.

—Déjame —lo miro —. Necesito buscarlo.

—El bosque es demasiado peligroso.

—¡Por eso mismo quiero hacerlo! Blakgelus, nuestro hijo está allá. No sabemos si se encuentra bien —le digo al borde de las lágrimas —. Debe de tener frío, hambre y demasiado miedo. No puedo quedarme aquí Silas.

Él toma mi rostro entre sus manos con delicadeza.

—Quiero a mi pequeño de vuelta... por favor, vamos a buscarlo de nuevo.

El rey vampiro me mira fijamente.

—Bien.

Me suelta y mira a los demás.

—Nos vamos a dividir en equipos —les dice y todos asienten con la cabeza —. Sebastián y Alaric, ustedes serán un equipo, Katherine y Lizbeth serán otro. Veronica, Elizabetta y yo otro.

—Bien —dice Katherine —. Si encontramos algo les avisaremos enseguida —ella voltea hacia la mi nueva hermana —Vamos.

Todos se van rápidamente y se adentran en el bosque.

—¿A dónde iremos? —le pregunta Elizabetta a su hermano.

—Más allá del lago de la doncella.

La vampiro asiente y los tres también nos terminamos adentrando en el espeso bosque.

Confío mucho en que mi hijo se encuentre sano y salvo, si algo le llegará a pasar a mi pequeño yo no podría soportarlo. Me volvería completamente loca del dolor.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora