Capítulo 65

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VERONICA

—Has progresado más rápido de lo que Sebastián lo hizo cuándo se convirtió —comenta mi marido mientras estamos en el jardín del palacio —. Aprendiste a moverte con tu velocidad, también aprendiste a controlar tu fuerza y a usar correctamente tus sentidos. Realmente estoy orgulloso.

—Bueno ya las mujeres siempre seremos mejores que los hombres —le respondo.

—Auch...

Sonrío.

—¿Has sabido algo de Blakgelus y Alucard?

—Ellos están bien, no han tenido problemas.

—Ya quiero que esto se termine, quiero volver a casa.

—Yo también, pero aún falta un poco.

—Lo sé...

—Silas —la ex reina de los vampiros se hace presente —. Tienen visita.

—¿Visita? —el rey mira a su madre sin entender —. No estamos esperando a nadie.

—Creo que es importante.

Katrina se hace aún lado y nos deja ver a la bruja de Brasov.

—Agnes —me le acerco.

—Me alegra verlos muchachos —dice ella.

—¿A qué debemos su visita? —Silas también se acerca.

—Me encontré con su hijo Alucard en la ciudad, iba tomado de la mano con su amiga rubia.

—¿Lizbeth?

—Si Veronica, creo que era ella —me dice.

¿Qué hacia Alucard tomado de la mano con mi hermana?

—Él me dijo todo lo que había pasado recientemente contigo.

—Si...—digo —. Yo ya no tengo magia, soy vampiro ahora. Y cómo sabes no puedes ser vampiro y bruja a la vez. Perdí mi poder así cómo la única forma de detener a Van Helsing.

—Eso no es cierto —responde la mayor.

—¿Qué quieres decir con eso Agnes? —le cuestiona mi marido algo confundido.

—La magia de la guardiana del velo no es una magia común y corriente, es totalmente diferente a la magia tradicional y a la magia oscura —dice la bruja —. La magia del velo es una magia única, fue otorgada por el mismo creador. Esa magia se podría considerar magia celestial, por ende es sumamente imposible que algo cómo el vampirismo la haga desaparecer.

—¿Quieres decir qué aún tengo magia?

La mayor toma mis manos y me mira fijo.

—Aún la siento en ti —dice —. Aún no ha desaparecido, aún eres la guardiana.

He quedado completamente sin palabras.

¿Cómo es posible qué aún siendo la guardiana del velo pueda tener mi magia?

—El vampirismo no la hizo desaparecer, más bien es lo contrario. La está fortaleciendo más de lo que ya estaba.

—¿El vampirismo le está dando más poder a la magia?

—Así es majestad —Agnes suelta mis manos.

Aún tengo la posibilidad de acabar con Van Helsing para siempre.

—Intenta un hechizo por favor Veronica.

Asiento con la cabeza.

Extiendo mi palma izquierda, tomo un poco de aire y me concentro un poco.

—Ignis...—pronuncio el hechizo.

Una bola de fuego muy fuerte se hace presente en mi palma.

—No puede ser...—dice la ex reina —. Realmente aún tiene magia.

—Y está más poderosa que nunca —comenta la bruja de la ciudad.

—¿Cómo es posible qué no la haya sentido?

—Posiblemente por todo lo que has pasado.

La bola de fuego se va.

—El vampirismo le ha dado demasiada fuerza, ha potenciado su magia demasiado.

—Aún puedo romper el hechizo familiar.

—Y sin necesidad de obtener más fuerza con los entrenamientos, ahora que eres parte vampiro puedes usar esa fuerza para llevar acabo el hechizo correctamente.

—Silas...—llevo la mirada hacia mi marido —. Llama a todos —le digo —Es tiempo de terminar con Van Helsing de una vez por todas.

—¿Estás completamente segura de qué quieres hacerlo?

—Ya hemos perdido el tiempo lo suficiente, es tiempo de que todo esto se termine de una vez.

El rey de los vampiros asiente con la cabeza, saca su teléfono y después se aleja de nosotras para hacer las llamadas.

—Gracias Agnes —le digo a la bruja —. De verdad.

—No tienes nada que agradecer, siempre que necesites ayuda vendré, aún le soy fiel a la guardiana del velo y siempre será así.

Entonces llego el momento, ha llegado el momento de que Van Helsing finalmente pague por todo el daño que nos hizo.

Y una vez que él muera nuevamente será el turno de Justina, ella se metió con mi hijo y pagará caro el haberlo hecho.

Quiero su corazón en mis manos y nada me va a impedir tenerlo.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora