Capítulo 67

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SILAS

El plan ya ha comenzado y todos sabemos perfectamente lo que tenemos que hacer.

Realmente espero que todo esto se acabe está noche.

—Yuju... aquí hay un aterrador y peligroso vampiro con ganas de pelear contra un cazador ancestral —hablo en voz alta mientras camino por las calles desoladas de la ciudad.

Necesito atraerlo al cementerio cómo sea.

—Soy muy malo —digo.

—Deja de decir tonterías —la voz del cazador se oye a mis espaldas —. Vas a despertar a las personas.

Dejo de caminar y doy la vuelta.

—¿Qué quieres Silas? Deberías estar en estos momentos viviendo tu luto, Veronica... no sobrevivió.

Pobre imbécil.

—¿Has venido a cobrar venganza?

Me muevo con mi velocidad, me dirijo hacia Abram, le tiro un puñetazo y él lo detiene fácilmente con una de sus manos.

—Si... ha eso has venido —sonríe.

—Te voy a arrancar los ojos cazador.

—Tu mujer era un estorbo que en cualquier momento tenía que desaparecer.

—¡Cállate!

Me logro liberar, lo golpeo en el estómago y hago que retroceda un poco.

—Ya me he encargado de la bruja, ahora solamente faltas tú —dice —. Pobres dhampire, primero pierden a su madre y ahora tristemente perderán a su padre también. Pero no te preocupes, a Blakgelus le daré una buena educación. Será un excelente cazador de vampiros de grande.

Formo una bola de fuego en mi mano izquierda.

—Jamás te le vas a acercar a mi hijo.

Le lanzo la bola de fuego, Abram la evita y corre hacia mi.

Me ataca y comienzo a evitar cada uno de los golpes del inmortal cazador.

Tomo su mano derecha, la doblo, él gime de dolor, lo golpeo en el rostro y nuevamente retrocede.

—Primera vez que me estás dando una batalla interesante.

—¿Así? Pongamos esto entonces más interesante.

Él saca una arma de fuego.

—Con mucho gusto vampiro —me apunta.

Abre fuego contra mi, me muevo con mi velocidad sobrenatural y evito las balas.

—¿Te apetece un juego? Vamos... Intenta atraparme.

Me comienzo a alejar del cazador y él nuevamente comienza a abrir fuego en mi contra.

El cementerio de San Nicolás no está tan lejos de aquí, puedo hacerlo. Puedo llevarlo hasta allá sin problemas, después de está noche ya todo habrá terminado por fin.

Podremos recuperar la paz y tranquilidad.

Van Helsing viene detrás de mi disparando su arma, no tiene demasiada puntería. Eso me hace ver que el hechizo de su mujer no lo mejoró completamente.

Sigo corriendo hasta llegar a la entrada del cementerio.

Volteo y el cazador nuevamente se encuentra delante de mi.

—¿Te has cansado majestad?

—No.

—Yo tampoco —me apunta nuevamente.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora