Capítulo 12

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VERONICA

Camino por un espeso bosque, no hay un solo ruido. Todo se encuentra en total calma.

-¡Silas! -grito con la esperanza de obtener respuesta -.¡Silas!

Nada, me encuentro totalmente sola.

No entiendo cómo es que llegue a esté lugar, solo desperté en el suelo.

¿Dónde está Silas? ¿Dónde está Blakgelus?

No entiendo nada de lo que está pasando.

Sigo caminando sin rumbo aún con la fé de encontrarme con alguien conocido, de la nada el silencio del bosque se ve interrumpido por unos cuántos gritos.

Corro en la dirección en la que provienen, a lo lejos puedo ver una gran llama. Me continúo acercando y me termino adentrando en una aldea en llamas.

Hay un caos por todos lados, hay personas corriendo despavoridas de unos hombres de armadura. Esos sujetos están atacando sin ninguna piedad a las personas.

-¿Qué demonios es todo esto?

Uno de los hombres ataca a una pobre mujer y le clava su espada en el pecho.

-Oh Dios...-llevo mi mano izquierda hacia mi boca por la impresión.

-Está es la irá del dragón -dice una mujer a mis espaldas.

Doy la vuelta y me encuentro cara a cara con una mujer de unos veintitantos años, es un poco alta, tiene un cabello rubio largo y hermoso, su piel es clara, sus ojos son marrones, trae una ropa muy humilde y en su mirada puedo ver con facilidad una total tristeza.

-¿Quién eres? -le pregunto.

-En el fondo de tu alma sabes quién soy.

-¿Qué?

-Esto es lo que sucede cuándo la irá del dragón de desata, todo se vuelve cenizas.

-¿De qué estás hablando? ¿De qué dragón?

-La historia está mal contada, la verdad se desconoce totalmente -dice la desconocida -. Para revelar la verdad detrás de siglos de historias mal contadas tienes que abrir los ojos, ambos lo tienen que hacer.

No entiendo nada de lo que me está diciendo.

¿Qué historia está mal contada?

¿A qué debo abrir los ojos?

-No entiendo nada de lo que dices.

-No te preocupes, lo sabrás pronto.

-¿Quién eres tú?

-La promesa que se hizo se tiene que cumplir, está vez la historia tiene que tener un buen final -dice ella evadiendo mi pregunta anterior -. Tiene que abrir los ojos.

-¿A qué? ¿Quiénes? -le pregunto -. Por favor sé clara.

-Tienen que abrir los ojos al despertar, tienen que despertar los dos. Solo así todos sabrán la verdadera historia.

-Te lo imploro, sé clara. No estoy entendiendo nada de tus palabras.

-Cómo dije anteriormente, lo sabrás pronto. Ambos lo sabrán -me responde -. El despertar ya ha comenzado, pronto lo sabrán absolutamente todo.

Me comienzo a acercar a ella, una línea de fuego aparece delante de mi y me bloquea el camino.

El fuego de vuelve más intenso, cierro los ojos, todo se vuelve silencioso nuevamente, abro mis ojos y me encuentro con el techo de mi habitación.

Volteo hacia el lado izquierdo y me encuentro con Silas durmiendo tranquilamente.

Todo fue un sueño, un sueño bastante raro.

Mi corazón está latiendo muy rápido, me siento demasiado nerviosa.

Me levanto de la cama con cuidado, me acerco a la ventana de la habitación y observo el exterior por ella.

¿Quién era esa mujer?

¿Qué quiso decir con todo eso?

-El despertar...-murmuro -.¿Qué demonios es el despertar?

-¿Amor? -la voz del rey de los vampiros me saca de mis pensamientos.

Volteo hacia atrás, el vampiro se encuentra delante de mi.

-¿Qué pasa? -pregunta -.¿Qué haces despierta? Es tarde.

-Lamento haberte despertado.

Él acaricia mi mejilla derecha.

-¿Qué pasa? Tú corazón está latiendo muy rápido. Estás alterada ¿Por qué?

-No es nada.

-Ey...-toma mis manos -.¿Qué pasa? Te conozco perfectamente, sé cuándo algo te está pasando.

-Silas...

-Soy tu marido, si algo te está pasando quiero saberlo para poder ayudarte.

-No es nada.

-¿No es nada?

-No, no te preocupes por favor Silas.

-Veronica no te estoy creyendo nada, sé que algo te está pasando. Anda amor, dime.

-Te digo que no es nada, solamente tuve una pesadilla. Eso es todo.

-¿Tuviste una pesadilla?

-Si, todo lo de Van Helsing y lo de descubrir que hay más seres sobrenaturales en el mundo me ha puesto un poco mal que me ha provocado tener pesadillas. Pero no es nada de lo que te debas de preocupar.

-¿Me estás diciendo la verdad?

-Silas... ¿Cuándo te he mentido?

-Es que tu corazón...

-Es por la pesadilla, iré a la cocina a beber un vaso con agua y estere bien dentro de poco tiempo.

-Iré por el vaso de agua, tú quédate aquí.

-No es necesario que vayas.

-Tengo que cuidarte y atenderte.

Suelta mis manos, camina hacia la puerta, la abre y sale de la habitación.

No quiero preocuparlo, si le digo lo que soñé solamente le traeré más estrés del que ya tiene.

Esto seguramente no es nada, todo esto debe de ser producto de todo los problemas que hemos tenido últimamente.

Estaré bien.

Príncipe Vampiro: El Despertar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora