En el tranquilo ambiente del cuarto de SeokJin, la luz tenue de la lámpara iluminaba su espacio de trabajo mientras él y Jungkook se dedicaban a sus tareas. Sentados uno al lado del otro, compartían el espacio de manera cómoda y familiar, sumergidos en el flujo constante de responsabilidades y proyectos que ocupaban sus mentes.
SeokJin se concentraba en revisar documentos importantes, su expresión seria mientras analizaba cada detalle con atención meticulosa. Jungkook, por otro lado, estaba ocupado organizando archivos en su computadora portátil, sus manos ágiles moviéndose con destreza sobre el teclado mientras completaba sus tareas con eficiencia.
A pesar de la seriedad del trabajo que tenían entre manos, había una atmósfera ligera y juguetona entre ellos. SeokJin no podía evitar lanzarle miradas furtivas a Jungkook de vez en cuando, captando sus ojos brillantes y su sonrisa juguetona cuando se cruzaban. Jungkook, por su parte, devolvía las miradas con complicidad, sus ojos brillando con diversión y afecto mientras compartían momentos de conexión silenciosa.
Entre el intercambio de documentos y la consulta de informes, también había espacio para sutiles coqueteos y gestos afectuosos. Un roce casual de manos mientras alcanzaban un archivo compartido, una sonrisa cómplice compartida cuando se encontraban en un punto de vista similar sobre un tema de trabajo, o un breve momento de contacto visual que parecía hablar volúmenes sin palabras.
A pesar de la presión del trabajo que los rodeaba, SeokJin y Jungkook encontraban pequeños momentos de intimidad y conexión en medio del caos. En su compañía, el estrés y la tensión del día parecían desvanecerse, reemplazados por una sensación de calma y confort que solo podían encontrar el uno en el otro.
A medida que la noche avanzaba y continuaban trabajando juntos en el cuarto de SeokJin, la complicidad y el afecto entre ellos solo parecían crecer más fuertes.
—¿Te irás?—, el castaño pregunto mientras revisaba los últimos documentos.
—¿Quieres que me vaya?—, SeokJin dejo de lado los documentos volteando a ver a Jungkook con las mejillas sonrojadas.
—No es muy recomendable, ya es de noche y afuera es peligroso—, Jungkook se acercó a él con una sonrisa coqueta.
—Esta bien. ¿Dónde me quedó?—, Jin podía sentir el aliento de Jungkook golpear sus labios de forma tentadora.
—Es muy tarde para despertar a las señoras de limpieza para que preparen un cuarto de invitados—, Jin aparto la mirada sintiendo sus orejas y cuello arder. — Puedes quedarte aquí
La ternura de SeokJin al ofrecer su espacio hizo que el corazón de Jungkook latiera con fuerza en su pecho.
Entonces, Jungkook se dejó llevar por el impulso y robó un beso a SeokJin. Pero esta vez, no fue uno de los besos sutiles y juguetones que solían compartir. No, este beso fue diferente. Fue más apasionado, más profundo, más lleno de anhelo y deseo contenido.
Los labios de Jungkook se encontraron con los de SeokJin en un choque de emociones y sensaciones, y por un instante, el mundo pareció detenerse a su alrededor. En ese fugaz momento, toda la tensión acumulada entre ellos se liberó en un beso ardiente y apasionado, que hablaba de los sentimientos no expresados que habían estado vibrando en el aire entre ellos durante tanto tiempo.
SeokJin se sintió abrumado por la intensidad del beso de Jungkook, pero no pudo evitar corresponder al gesto con la misma pasión y entrega. Sus corazones latían al unísono mientras se dejaban llevar por la corriente de emociones que los envolvía, entregándose completamente el uno al otro en un momento de pura conexión y deseo compartido.
Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones entrecortadas y sus labios hinchados hablaban del fuego que había ardiendo entre ellos.
—Eso fue....
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Don't blame
Fanfiction"En el fragor de la tormenta, tu amor se convierte en mi refugio, donde encuentro la calma que anhelo. Eres la paz que brilla en medio del caos, el faro que guía mi alma hacia la serenidad." Tercer libro de la saga Kindom