XXI. Traumas

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El centro comercial estaba lleno de vida y bullicio mientras Seokjin y Jungkook caminaban juntos, disfrutando de su día libre. Seokjin se sentía más relajado de lo habitual, vestido con ropa informal y una sonrisa juguetona adornando su rostro, mientras que Jungkook irradiaba su habitual alegría y energía contagiosa.

—¿Qué te parece si vamos al cine?— sugirió Jungkook, señalando el cartel luminoso que anunciaba las películas del día.

—¡Me parece genial!—respondió Seokjin con entusiasmo. —¿Qué película te gustaría ver?

Juntos, eligieron una película que ambos estaban ansiosos por ver y se dirigieron hacia la entrada del cine. Durante la película, se sumergieron en la trama y se rieron juntos de las escenas más divertidas, compartiendo palomitas de maíz y abrazándose ocasionalmente cuando la emoción de la película lo ameritaba.

Después de la película, se dirigieron a las cabinas fotográficas cercanas, donde se divirtieron tomando fotos extravagantes con diferentes accesorios. Jungkook se puso unas orejas de conejo mientras que Seokjin optó por una diadema con una alpaca, y juntos hicieron poses divertidas mientras la cámara capturaba su risa contagiosa.

—¡Estas fotos son geniales!—, exclamó Seokjin, mirando las impresiones que acababan de salir de la máquina. —Definitivamente vamos a tener que enmarcar algunas de estas.

Después de su sesión de fotos, se dirigieron a recorrer las tiendas del centro comercial, deteniéndose de vez en cuando para mirar la ropa y los accesorios. Seokjin se sorprendió al descubrir que le encantaba probarse diferentes estilos y colores, disfrutando de la libertad de experimentar con su apariencia.

Mientras compraban ropa y algunos dulces, Seokjin no pudo evitar sentir una sensación de ligereza y felicidad que había estado ausente por mucho tiempo. Por primera vez en mucho tiempo, se permitió relajarse y disfrutar del momento, sin preocuparse por el trabajo o las responsabilidades.

Al final del día, mientras caminaban de regreso a casa, Seokjin se sintió renovado y rejuvenecido, agradecido por tener a Jungkook a su lado para compartir momentos tan especiales. En ese momento, se dio cuenta de que la vida era mucho más que solo trabajo y deberes; era también sobre disfrutar de las pequeñas cosas y crear recuerdos preciosos con aquellos que amas.

[…]

La atmósfera en el acogedor departamento de Jungkook era cálida y reconfortante mientras ambos se acurrucaban en el sofá, envueltos en mantas suaves y viendo una película. Seokjin estaba emocionado por el momento y no pudo resistir la tentación de inclinarse y besar tiernamente a Jungkook, quien respondió con cariño, profundizando el beso con pasión.

El beso encendió una chispa de deseo entre ellos, y en un arrebato del momento, Jungkook tomó las caderas de Seokjin y lo atrajo hacia su regazo. Seokjin, atrevido por las circunstancias y el amor que sentía por Jungkook, se movió instintivamente, frotándose contra él con pasión y deseo.

Sin embargo, en medio del calor del momento, Seokjin sintió el bulto de Jungkook y de repente fue como si un torrente de recuerdos dolorosos lo abrumara. Los recuerdos del pasado y el trauma de su abuso surgieron de repente, llenándolo de miedo y angustia. Se apartó bruscamente de Jungkook, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras luchaba por controlar su respiración.

Jungkook, que había sentido el cambio repentino en Seokjin, lo miró con preocupación y comprensión en sus ojos. Sin decir una palabra, lo abrazó con fuerza, rodeándolo con sus brazos reconfortantes y susurrándole palabras de consuelo y apoyo.

—Está bien, Seokjin,— dijo suavemente Jungkook, acariciando el cabello de Seokjin con ternura. —No tienes que hacer nada que no te sientas cómodo. Estoy aquí contigo, siempre lo estaré. Te esperaré todo el tiempo que necesites.

Las palabras de Jungkook fueron como un bálsamo para el alma de Seokjin, calmando sus temores y devolviéndole un sentido de seguridad y tranquilidad. Se permitió aferrarse a Jungkook, dejando que su presencia reconfortante lo envolviera y lo protegiera del dolor del pasado.

En ese momento, Seokjin supo que tenía a alguien en quien podía confiar plenamente, alguien que lo amaba incondicionalmente y lo aceptaba por quien era. Y con Jungkook a su lado, Seokjin se sintió más valiente y fuerte de lo que había estado en mucho tiempo, listo para enfrentar cualquier desafío que la vida pudiera traerle.

Después de ese momento de intimidad interrumpida por el pasado doloroso de Seokjin, una sensación de claridad y certeza se apoderó de él. Mientras se aferraba a Jungkook, sintió que todo estaba en su lugar, como si finalmente hubiera encontrado el equilibrio que tanto anhelaba en su vida.

En los brazos reconfortantes de Jungkook, Seokjin encontró una sensación de seguridad y protección que nunca había experimentado antes. A pesar de las sombras del pasado que lo acosaban, la presencia de Jungkook irradiaba luz y calidez, disipando cualquier duda o temor que pudiera haber albergado en su corazón.

Seokjin se dio cuenta en ese momento de que Jungkook era mucho más que un simple amor. Era su roca, su refugio seguro en medio de la tormenta, el compañero que estaba dispuesto a esperar y apoyarlo en cada paso del camino. Con cada mirada comprensiva, cada gesto de ternura y cada palabra de aliento, Jungkook demostraba una y otra vez que era el adecuado para Seokjin.

Y en respuesta, Seokjin se prometió a sí mismo que haría todo lo posible para ser el apoyo y la fortaleza de Jungkook también. Juntos, enfrentarían los desafíos que la vida les presentara, superando cualquier obstáculo con amor, confianza y determinación.

En ese momento, Seokjin supo con absoluta certeza que había encontrado a su alma gemela en Jungkook, y estaba listo para embarcarse en un viaje de amor, crecimiento y felicidad juntos.

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