Al llegar a la oficina SeokJin con una sensación de nerviosismo palpable yel corazón latiéndole con fuerza en el pecho mientras se preparaba para dar el paso que tanto había estado posponiendo. Con timidez, se acercó a Jungkook, quien estaba ocupado organizando algunos documentos en su escritorio, y le extendió una invitación que había estado planeando durante días.
—¿Te gustaría ir a un bar conmigo esta noche?—, preguntó SeokJin, tratando de ocultar su nerviosismo detrás de una sonrisa tensa. Sabía que no era el gesto más romántico del mundo, pero esperaba que fuera suficiente para mostrarle a Jungkook que estaba interesado en pasar tiempo juntos fuera del trabajo.
Jungkook levantó la mirada, sorprendido por la invitación, pero luego su rostro se iluminó con una sonrisa radiante. —¡Claro! ¡Me encantaría!—, respondió con entusiasmo, sus ojos brillando con anticipación.
Con el corazón latiendo con fuerza en el pecho, SeokJin sintió un alivio abrumador al escuchar la respuesta positiva de Jungkook. Era un pequeño paso, pero significaba mucho para él.
Juntos, salieron de la oficina y comenzaron a caminar por el pasillo hacia la salida. Sin embargo, antes de que pudieran llegar muy lejos, Jungkook tropezó con un cable suelto en el suelo, perdiendo momentáneamente el equilibrio. SeokJin contuvo el aliento, preocupado por su bienestar, pero antes de que pudiera ofrecer ayuda, Jungkook se recuperó con una sonrisa nerviosa.
—¡Estoy bien, lo siento!—, dijo rápidamente, tratando de minimizar la situación.
Sin embargo, apenas había terminado de hablar cuando volvió a tropezar, esta vez al no ver un borde desigual del suelo por estar bien al castaño. SeokJin contuvo un suspiro preocupado mientras veía a Jungkook caer nuevamente, esta vez con una risa avergonzada en su rostro.
—¡De verdad que soy un desastre!— se disculpó Jungkook, levantándose con un rubor en las mejillas.
SeokJin no pudo evitar sonreír ante la torpeza de Jungkook, encontrando su honestidad y espontaneidad encantadoras. Con un gesto tranquilizador, colocó una mano en el hombro de Jungkook.
—Está bien, Jungkook. Todos tropezamos de vez en cuando—, dijo con una sonrisa amistosa. —Lo importante es que estés bien.
Con una risa compartida, continuaron su camino hacia el bar, ambos ansiosos por pasar una noche juntos fuera del trabajo, dejando atrás el estrés y las responsabilidades por un rato.
[…]
Al llegar al bar, Jungkook parecía desenvolverse con facilidad, sumergiéndose en el ambiente animado y bullicioso del lugar con una naturalidad que dejó a SeokJin admirado. Sin embargo, a diferencia de Jungkook, SeokJin se sintió abrumado por el ruido y la multitud, y comenzó a retraerse dentro de sí mismo, sintiéndose incómodo en medio de la agitación del bar.
Jungkook notó inmediatamente el cambio en el comportamiento de SeokJin y decidió tomar medidas para remediar la situación. Con un gesto suave pero decidido, tomó la mano de SeokJin y lo guió hacia la salida, ignorando las miradas curiosas de los demás clientes del bar.
Fuera, en el aire fresco y tranquilo del parque cercano, SeokJin comenzó a sentirse más relajado, alejándose lentamente de la ansiedad que lo había abrumado en el bar. Jungkook le ofreció una sonrisa cálida y comprensiva, expresando su apoyo silencioso mientras ambos se sentaban en un banco bajo la luz de la luna.
—¡Eso fue una locura!
Con el tiempo, las risas comenzaron a fluir entre ellos, llenando el aire con un sentido de ligereza y alegría. SeokJin se sintió agradecido por la amabilidad y la empatía de Jungkook, por su capacidad para entender sus sentimientos y actuar en consecuencia.
—Gracias.
— Entendí que ese lugar no era para ti y sinceramente no me importa donde estemos con tal que estemos juntos.
A medida que la noche avanzaba, SeokJin se permitió relajarse y disfrutar del momento, liberándose de las preocupaciones y el estrés que lo habían plagado antes. Agradecía profundamente la presencia de Jungkook a su lado, sabiendo que había encontrado a alguien que lo entendía y lo apoyaba, incluso en sus momentos más difíciles.
Mientras se reían juntos en el tranquilo parque, SeokJin sintió un profundo sentido de gratitud y conexión con Jungkook, agradecido por haber encontrado a alguien tan especial en su vida.
Bajo la luz tenue de la luna, en medio del tranquilo parque, un momento íntimo se desarrollaba entre SeokJin y Jungkook. Mientras compartían risas y conversaciones ligeras, Jungkook sintió un impulso repentino y emocionante de acercarse un poco más a SeokJin.
Con movimientos suaves y cuidadosos, Jungkook se inclinó hacia adelante y robó un beso casto de los labios de SeokJin, un gesto dulce y lleno de ternura que llenó el aire con electricidad. SeokJin se sorprendió por el beso inesperado, su corazón latiendo con fuerza en su pecho mientras su rostro se coloreaba de un cálido rubor.
El momento era mágico, lleno de una sensación de complicidad y conexión entre los dos. Sin embargo, la timidez y la incertidumbre se apoderaron de SeokJin, quien se sintió abrumado por la intensidad del momento y la avalancha de emociones que lo invadían.
Inmediatamente después del beso, SeokJin se puso de pie de manera apresurada, una sensación de vergüenza y ansiedad apoderándose de él. Las mariposas revoloteaban en su estómago mientras luchaba por procesar la mezcla de emociones que lo embargaban en ese momento.
Con un murmullo de disculpa y una mirada apenada, SeokJin se despidió de Jungkook y se alejó rápidamente, deseando poder desaparecer en la oscuridad de la noche para ocultar su vergüenza y su confusión. Sin embargo, incluso mientras se alejaba, el recuerdo del suave roce de los labios de Jungkook contra los suyos permanecía grabado en su mente, dejándolo con una sensación de calidez y emoción que no podía ignorar.
[…]
Después de la emotiva y sorpresiva experiencia en el parque con Jungkook, SeokJin regresó a la mansión con el corazón latiendo con fuerza y una sonrisa tímida curvando sus labios. La emoción y la felicidad se agolpaban en su pecho mientras subía las escaleras hacia su habitación, su mente reviviendo una y otra vez el dulce beso que había compartido con Jungkook.
Una vez dentro de su habitación, SeokJin cerró la puerta detrás de él y se dejó caer sobre su cama con un suspiro de pura felicidad. Cubrió su rostro con una almohada, sintiendo cómo su corazón parecía querer salir de su pecho de la emoción. Con cada latido, una sensación de euforia y alegría lo envolvía por completo.
Entonces, dejó salir un grito ahogado de felicidad, acompañado de patadas juguetonas al colchón. La cama temblaba ligeramente bajo su energía desbordante mientras SeokJin dejaba salir toda la emoción acumulada de ese momento especial con Jungkook.
Por primera vez en mucho tiempo, SeokJin se sintió verdaderamente feliz con su vida. Había encontrado un rayo de luz en medio de la oscuridad, una chispa de alegría que había iluminado su corazón y había encendido una llama de esperanza para el futuro.
Mientras yacía en su cama, con la almohada aún presionada contra su rostro, SeokJin se permitió saborear ese sentimiento de felicidad pura y sin adulterar. Cerró los ojos y dejó que una sonrisa radiante se extendiera por su rostro, prometiéndose a sí mismo disfrutar cada momento de esa nueva y emocionante etapa de su vida.

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Don't blame
Fanfic"En el fragor de la tormenta, tu amor se convierte en mi refugio, donde encuentro la calma que anhelo. Eres la paz que brilla en medio del caos, el faro que guía mi alma hacia la serenidad." Tercer libro de la saga Kindom