XXXVI. Sangre fría

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Tras una llamada de emergencia de parte de sus hermanos, Jin se despidió de Jungkook con un abrazo apretado y una promesa de regresar pronto, aunque la preocupación todavía se reflejaba en los ojos de su pareja. Sin embargo, Jin estaba decidido a enfrentar lo que sea que sus hermanos tuvieran que decirle y resolver cualquier problema que pudiera surgir.

Al llegar a la mansión, Jin fue recibido por Namjoon y Taehyung, quienes parecían ansiosos por hablar con él. Aunque al principio pensó que sería una reunión rápida, pronto se dio cuenta de que algo estaba mal cuando lo arrastraron hacia una camioneta con la excusa de ir de compras.

—¿A dónde vamos?—, interrogó aunque ambos hermanos no le prestaban atención y seguían viendo hacia adelante ansiosos. —¿Qué sucede?¿A dónde vamos?

—De compras, Jinnie —, respondió Namjoon distrayendo a su hermano para que Taehyung le sacará el celular y lo aventara por la ventana del auto.

—No quiero ir de compras y si para eso me llamaron...

—¿Acaso no quieres convivir con tus hermanos?—, pregunto Namjoon con una sonrisa fingida.

—No es eso, es solo que tengo un compromiso en la tarde y no puedo faltar—, dijo SeokJin sin querer decirles respecto a su sospecha de embarazo.

—No te preocupes, Jinnie volveremos para entonces.

A pesar de sus protestas y preguntas, Namjoon y Taehyung se mantuvieron en silencio el resto del camino sobre el motivo de su repentino viaje. Jin sintió un nudo en el estómago mientras la camioneta se alejaba de la mansión, preguntándose qué les había sucedido a sus hermanos para actuar de esa manera.

Mientras tanto, Jungkook esperaba ansiosamente en la terraza, observando el horizonte con inquietud mientras su mente se llenaba de preocupaciones sobre Jin y lo que podría estar sucediendo en la mansión. A pesar de su deseo de acompañar a Jin, respetó la decisión de su pareja de enfrentar la situación solo, pero no pudo evitar sentirse inquieto mientras esperaba su regreso.

[…]

Jin se aferraba al asiento del avión con una sensación de angustia creciente mientras el aparato comenzaba a moverse por la pista. Miró hacia atrás, buscando una señal de escape, pero sus hermanos lo obligaron a quedarse en su asiento. La tensión en el ambiente era palpable, y Jin no podía dejar de preguntarse qué estaban tramando Namjoon y Taehyung.

La ausencia de su teléfono móvil solo aumentaba su ansiedad. ¿Por qué lo habían obligado a dejarlo atrás? ¿Qué estaban planeando sus hermanos? Estas preguntas se agolpaban en su mente, alimentando sus temores y haciéndolo sentir aún más atrapado en la situación.

El vuelo transcurrió en un tenso silencio, con Jin sintiéndose cada vez más alejado de cualquier control sobre su propia vida. El zumbido constante del avión parecía amplificar sus pensamientos ansiosos, mientras que la incertidumbre del destino final solo aumentaba su angustia.

A medida que el avión se elevaba en el cielo, Jin se aferraba a la esperanza de que todo esto fuera solo una serie de malentendidos y que pronto estaría de regreso en casa con Jungkook. Pero una parte de él temía lo peor, preguntándose si alguna vez volvería a ver a su pareja y a la vida que habían construido juntos.

[…]

El repentino corte de la señal del teléfono de Jin dejó a Jungkook en alerta máxima. Antes de que pudiera reaccionar, las luces del penthouse se apagaron bruscamente, sumiéndolo en la oscuridad.

Antes de que pudiera hacer algo, las puertas se abrieron con un estruendo, revelando la presencia de Jimin y Jackson. Aunque Jungkook se sorprendió por su aparición, no vaciló ni por un segundo. Con una determinación feroz, se lanzó hacia ellos, dispuesto a proteger a Jin a toda costa.

Los puños volaban en todas direcciones mientras Jungkook se enfrentaba a sus enemigos. Cada golpe era una expresión de su determinación para mantener a salvo a Jin incluso si él no estaba ahí. Mientras tanto, el equipo de seguridad de Jungkook se encargaba de los secuaces de Jimin y Jackson, neutralizándolos con eficiencia.

A pesar de la intensidad del enfrentamiento, Jungkook no perdió de vista su objetivo: proteger a Jin. Cada golpe y cada movimiento estaban impulsados por el deseo de mantener a salvo al amor de su vida. En medio del caos y la oscuridad, Jungkook luchaba con todas sus fuerzas, decidido a asegurarse de que Jin saliera ileso de esta situación.

Con una habilidad impresionante y una determinación inquebrantable, Jungkook se enfrentaba a sus oponentes con una destreza que dejaba boquiabiertos a quienes lo observaban. A pesar de estar rodeado por peleadores hábiles, Jungkook no mostraba ni un ápice de miedo o duda.

Con cada movimiento, Jungkook parecía anticipar los movimientos de sus oponentes, esquivando cada golpe con una gracia impresionante. Su rostro, iluminado por la tenue luz de la habitación, reflejaba una determinación feroz y una confianza inquebrantable.

A medida que la pelea continuaba, Jungkook se burlaba de sus oponentes con una sonrisa desafiante. Su comportamiento, lleno de arrogancia calculada, dejaba en claro que no iba a ceder ante la amenaza de Jimin y Jackson.

Cada golpe evitado y cada contraataque exitoso solo aumentaba la confianza de Jungkook. Parecía moverse con una gracia sobrenatural, como si estuviera bailando en medio del caos de la pelea. Su habilidad en combate era evidente, y no dejaba lugar a dudas de que era un oponente formidable.

En medio del enfrentamiento, las palabras se mezclaban con el sonido de los golpes y los gruñidos de esfuerzo. Sin embargo, en un breve momento de pausa entre los movimientos, Jungkook se dirigió a Jimin y Jackson con una voz llena de determinación y desafío:

—¿Es esto todo lo que tienen? Pensé que serían un poco más difíciles de vencer.

Jimin, jadeante pero decidido, respondió con un gruñido de frustración.

—No te hagas el valiente, Jungkook. Sabemos lo que has estado tramando y no vamos a dejar que salgas impune.

Jackson, con una mirada de determinación en sus ojos, agregó con voz firme.

— Jin es parte de nuestra familia, y no permitiremos que te aproveches de él. Estamos aquí para protegerlo, cueste lo que cueste

Jungkook sonrió con suficiencia, sin mostrar signos de debilidad ni duda:

— ¿Protegerlo? ¿De quién, de ustedes mismos? Jin está mejor conmigo, y no van a cambiar eso.

La tensión en la habitación era palpable mientras continuaban intercambiando golpes y palabras. Cada uno estaba decidido a prevalecer, y la determinación ardía en sus corazones mientras luchaban por lo que creían correcto.

La tensión alcanzó su punto máximo cuando Jackson y Jimin advirtieron a Jungkook que no volvería a ver a Jin. Jungkook, furioso y desesperado, se apresuró a sacar un arma y apuntarles con una mirada llena de rabia.

—¡No te atrevas a amenazarnos, Jungkook!—, exclamó Jackson, su voz temblaba ligeramente por el dolor de la herida en su pecho.

Jimin, con un gesto de valentía, agregó
—Estás cavando tu propia tumba, Jungkook. No podrás escapar de las consecuencias de tus acciones.

Pero Jungkook, con los ojos llenos de rabia y determinación, ignoró sus advertencias y apretó el gatillo. El sonido ensordecedor del disparo llenó la habitación mientras Jimin caía al suelo, agarrándose el estómago, y Jackson se tambaleaba por el impacto en su pecho.

—Esto es solo el principio—, gruñó Jungkook, su voz cargada de furia y desesperación. —Nadie se interpondrá en mi camino, especialmente ustedes dos.

La habitación quedó sumida en un tenso silencio mientras Jungkook miraba fríamente a sus oponentes heridos, su determinación de hierro reflejada en cada gesto.

—¿Qué pensaban al venir aquí así? ¿Son tan idiotas al creer que no iba a usar un arma?

—No—, Jackson se rió y saco algo de su pecho. —¿Pero que opinara Jin al ver cómo matas a los padres de sus sobrinos a mano fría?

—Jin no querrá verte después de eso—, Jimin a su lado rió junto a Jackson. —Estas acabado Jungkook. Acabas de perder a SeokJin.

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