Al despertar en la suave luz de la mañana, SeokJin sintió una presencia cálida y reconfortante a su lado. Abrió lentamente los ojos para encontrarse con la mirada suave y amorosa de Jungkook, quien lo observaba con una expresión tierna y llena de afecto. Una sonrisa juguetona se curvó en los labios de SeokJin al darse cuenta de que Jungkook lo había estado observando mientras dormía, llenando su corazón de una calidez reconfortante.
Antes de que pudiera decir una palabra, Jungkook se inclinó hacia adelante con delicadeza y capturó los labios de SeokJin en un suave beso matutino. Fue un gesto lleno de ternura y amor, un recordatorio silencioso de la conexión especial que compartían. SeokJin respondió al beso con igual fervor, permitiendo que sus labios se encontraran en un dulce intercambio de caricias mientras el calor del momento los envolvía.
Pero antes de que pudieran profundizar en el beso, Jungkook cambió repentinamente de táctica y comenzó a hacerle cosquillas a SeokJin, sacándole risas y provocando que se retorciera entre risas y protestas. SeokJin se debatía entre la risa y el intento de escapar de las cosquillas de Jungkook, su corazón lleno de alegría y felicidad ante la divertida interacción entre ellos.
En ese momento, rodeados por la luz suave de la mañana y envueltos en la calidez de su amor mutuo, SeokJin se sintió infinitamente feliz. La risa resonaba en la habitación, mezclada con los sonidos suaves de sus respiraciones y el palpitar de sus corazones, creando una sinfonía de alegría y complicidad que llenaba el aire a su alrededor.
La atmósfera de complicidad y felicidad se vio repentinamente interrumpida por el sonido estridente del teléfono de SeokJin. Con un suspiro resignado, SeokJin apartó con cuidado a Jungkook y alcanzó su teléfono, su corazón latiendo con una mezcla de anticipación y temor por lo que podría ser la causa de la llamada ya que nunca solían márcale a su celular personal.
Al contestar, una voz tensa del otro lado de la línea le informó sobre un problema urgente con las acciones de la empresa. SeokJin sintió cómo el mundo se detenía a su alrededor mientras escuchaba las palabras preocupantes, su mente luchando por procesar la gravedad de la situación.
—¡Lo siento, señor Kim, pero parece que ha habido un error! —exclamó la voz del otro lado de la línea con un deje de ansiedad—. Al parecer, su padre ha vendido una parte significativa de las acciones de la empresa al inversionista estadunidense de las empresas de "Fortress Capital Holdings". Ahora, usted es el accionista mayoritario, pero después de usted está... él.
Las palabras resonaron en la mente de SeokJin con un impacto abrumador. No podía creer lo que estaba escuchando. Su padre, en un acto de impulsividad o tal vez manipulación, había vendido una parte crucial de la empresa a un individuo tan peligroso como el "psicópata de los negocios". Y ahora, SeokJin se encontraba en una posición de poder y responsabilidad que nunca había anticipado, enfrentándose a un enemigo formidable que amenazaba con destruir todo lo que él había trabajado tan arduamente por construir.
—¿Estás seguro de esto? —preguntó SeokJin con voz temblorosa, su mente girando con una mezcla de incredulidad y miedo—. ¿Cómo pudo mi padre hacer algo así?
La respuesta fue un suspiro cansado del otro lado de la línea, seguido por un silencio incómodo que pesaba en el aire. SeokJin se sintió abrumado por la magnitud de la situación, su mente llenándose de preguntas sin respuestas y temores por el futuro incierto de la empresa que tanto amaba.
En ese momento, la realidad de la situación golpeó a SeokJin con toda su fuerza. Se encontraba en medio de una crisis empresarial de proporciones épicas, enfrentándose a un enemigo poderoso y astuto que amenazaba con destruir todo lo que él había luchado por construir.
—Seokjin—, el azabache intento hablarle, pero el castaño salió corriendo.
Con el corazón palpitando con fuerza en su pecho y la mente abrumada por las revelaciones impactantes, SeokJin corrió por las escaleras hacia el lugar donde sabía que encontraría a su padre. Cada paso resonaba en el pasillo vacío, su determinación ardiendo dentro de él mientras se preparaba para confrontar a su padre con la verdad que acababa de descubrir.
Al llegar al final de las escaleras, SeokJin se detuvo de golpe al ver a su padre parado frente a él, su rostro marcado por la tensión y la ansiedad. Sin perder un segundo, SeokJin se lanzó hacia adelante, sus palabras cargadas de reproche y angustia mientras dejaba salir todas las emociones que había estado guardando.
—¡¿Cómo pudiste hacer algo así?!—exclamó SeokJin, su voz temblorosa con la intensidad de sus emociones—. ¡Has puesto en peligro todo lo que hemos construido, todo por un trato con ese hombre! ¿Qué estabas pensando? ¡Este tipo de apoderará de la empresa poco a poco!
El rostro de su padre se contrajo con dolor ante las acusaciones de SeokJin, pero en sus ojos había una chispa de determinación y resolución que no podía ignorar. Con un suspiro cansado, su padre finalmente cedió ante la presión de SeokJin, sus palabras saliendo en un torrente de confesiones y revelaciones impactantes.
—Lo siento, SeokJin, pero tenía que hacerlo —dijo su padre con voz sombría, su mirada fija en la de su hijo—. Ese hombre me dio las pruebas que necesitábamos para encontrar a tu abusador. Y no solo eso, también se encargó de limpiar nuestro nombre en otros asuntos relacionados con la policía.
Las palabras de su padre resonaron en la mente de SeokJin con una intensidad abrumadora, su corazón lleno de una mezcla de incredulidad y asombro ante la revelación impactante. Nunca había imaginado que su padre se involucraría en algo tan peligroso y arriesgado, pero ahora veía que había actuado por el bien de la familia, incluso si eso significaba sacrificar su integridad y reputación en el proceso.
—Lo siento, hijo. Lo hice por ti, por nuestra familia —continuó su padre, su voz cargada de arrepentimiento y pesar—. Pero sé que cometí un error al no consultarte. Por favor, perdóname.
Las palabras de su padre resonaron en el corazón de SeokJin con una intensidad abrumadora, su mente girando con la magnitud de lo que acababa de descubrir. A pesar del dolor y la confusión que sentía, SeokJin sabía que tenía que encontrar una manera de sacar a ese hombre antes que le quitará todo por lo que trabajo en su adolescencia.
—¿Jinnie?—, Jungkook lo abrazo al verlo llorar. — Resolveremos esto y saldremos a adelante.
—Eso espero—, Jin le regreso el abrazo. —Nunca debí meterlo a la empresa.
—Ahora no hay que preocuparnos por eso, si no en una solución—, dijo el azabache acariciando al castaño.
—No se que haría sin ti—, en un arrebato de valentía SeokJin besos los labios del azabache. —Eres lo mejor que me pudo pasar, Jungkook.
— Y tú eres lo mejor que me pudo pasar a mi—, entre besos y caricias SeokJin supo que todo estaría bien mientras tuviera a Jungkook a su lado.
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Don't blame
Fanfiction"En el fragor de la tormenta, tu amor se convierte en mi refugio, donde encuentro la calma que anhelo. Eres la paz que brilla en medio del caos, el faro que guía mi alma hacia la serenidad." Tercer libro de la saga Kindom