Don't blame

XLVIII. Los tengo

Después de de haber ido con SeokJin, Namjoon regreso a la mansión Kim. Mientras estacionaba su automóvil en el garaje, notó que toda la mansión estaba sumida en la oscuridad. Esto era inusual, ya que siempre había luces encendidas, incluso si solo fuera la luz del vestíbulo.

Con una sensación de inquietud, Namjoon entró en la mansión, sus pasos resonando en el suelo de mármol. Sus ojos se ajustaron lentamente a la penumbra, tratando de percibir cualquier movimiento o sonido inusual. Estaba alerta, ya que la mansión Kim rara vez estaba en silencio.

Caminó por el pasillo hacia la sala principal, pensando en encender algunas luces, pero se detuvo de repente cuando vio a su hermano Taehyung desmayado en el suelo de la sala. El corazón de Namjoon dio un vuelco mientras corría hacia él, preocupado por su bienestar.

—¡Taehyung! ¡Taehyung!—gritó Namjoon, pero no recibió respuesta. Cuando se acercó más a su hermano, sintió el pánico apoderarse de él al ver que Taehyung estaba inconsciente. Se agachó para revisarlo, pero antes de que pudiera hacer algo más, sintió un fuerte golpe en la parte posterior de su cabeza.

El golpe fue tan contundente que Namjoon cayó al suelo inmediatamente, perdiendo el conocimiento al instante. El mundo se volvió oscuro para él, incapaz de moverse o reaccionar. Desconocía quién lo había atacado, pero sabía que la situación era peligrosa y que él y su hermano estaban en peligro.

—Esperemos y tú hermanito venga pronto.

[…]

Al estar en la comodidad de su habitación jugando un videojuego, tratando de relajarse después de un día lleno de trabajo y reuniones. Jin estaba concentrado en su juego, disfrutando de la competencia y el desafío que presentaba. Su mirada estaba fija en la pantalla cuando de repente, su teléfono sonó.

Con curiosidad, Jin detuvo el juego y sacó su teléfono para ver quién llamaba. Notó que era Namjoon, lo cual era extraño ya que su hermano se había ido hacía poco tiempo. Decidió contestar para ver qué pasaba.

—¿Namjoon?— dijo Jin con una mezcla de sorpresa y confusión, pero en lugar de escuchar la voz de su hermano, escuchó una voz que le hizo estremecer de inmediato.

Era la voz de Bo hyuk, una voz que Jin conocía muy bien, una voz que había oído en sus constantes pesadillas y traumas. La sensación de miedo y ansiedad se apoderó de él instantáneamente.

—Mi adorado, Jinnie, me alegra saber que contestaste—, dijo Bo hyuk con un tono amenazante. —Sé que estarás pensando en decirle a alguien sobre esta llamada, pero te aseguro que sería un grave error.

—¿Qué quieres?—, pregunto con la voz entrecortada por los nudo en su garganta.

—Que vengas conmigo.

—Estas loco si piensas que iré.

Jin apretó el teléfono con fuerza, sintiendo cómo la situación se volvía más peligrosa con cada palabra de Bo hyuk.

—Si no vienes solo a la mansión Kim, mataré a tus hermanos de la forma más cruel que puedas imaginar. Y luego, iré por tus sobrinos que también están cautivos,—continuó Bo hyuk, su tono siniestramente tranquilo.

Jin sintió una mezcla de miedo y desesperación. Aunque sus hermanos le habían causado mucho dolor y sufrimiento, no quería que terminaran de esa forma, después de todo eran su familia. Intentó mantener la calma mientras Bo hyuk hablaba.

— Iré.

—Por cierto, Jinnie, ni pienses en decirle a Jungkook. Si lo haces, te aseguraré que todos morirán antes de que él pueda intervenir—, advirtió Bo hyuk antes de colgar la llamada abruptamente.

Jin se quedó con el teléfono en la mano, su corazón latiendo con fuerza y su mente llena de pensamientos oscuros. Sabía que tenía que actuar rápido, pero también sabía que no podía confiar en nadie más que en sí mismo en ese momento. La situación era peligrosa, pero tenía que salvar a sus hermanos y sobrinos, sin importar lo que eso significara para él.

El castaño tomó una decisión rápida y arriesgada. Sabía que no podía perder tiempo si quería salvar a sus hermanos y sobrinos de las garras de Bo Hyuk. Con el corazón palpitante y tratando de mantener la calma, recogió las llaves de su automóvil y se dirigió a Jungkook.

—¿A dónde vas?—, pregunto curioso Jungkook al ver a Jin en ese estado.

—Voy a ver a mis hermanos. Ellos quieren disculparse y trajeron a los niños con ellos. Así que creo que es buena idea ir, solo por esta ocasión—, mintió Jin, tratando de sonar tranquilo y convincente. —Quiero darles una oportunidad, Kook. Son mi familia y se que en verdad lo lamentan.

—¿Quieres que te acompañe?

—No, quiero hacer esto solo.

—¿Seguro?

—Si—, Jungkook lo miró con desconfianza, pero no discutió, aunque no parecía convencido por completo.

Antes de salir del penthouse, Jin dejó su celular y cualquier otro dispositivo que Jungkook pudiera usar para rastrearlo. Sabía que necesitaba actuar con discreción si quería tener una oportunidad de enfrentarse a Bo Hyuk y salvar a su familia.

Una vez que salió del penthouse, Jin se aseguró de perder a los miembros de seguridad que podrían estar siguiendo sus movimientos. Condujo rápidamente hacia la mansión Kim, su mente llena de pensamientos y estrategias para enfrentar a Bo Hyuk.

Cuando llegó a la mansión, el lugar parecía desierto y sombrío. El ambiente era inquietante, y Jin sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sin embargo, no podía permitir que el miedo lo detuviera. Con determinación, se adentró en la mansión.

Al entrar, se encontró cara a cara con Bo Hyuk, quien lo estaba esperando. El anciano parecía más intimidante que nunca, y el aire estaba cargado de tensión. Jin se encontró de nuevo con esa sensación de ser un niño de cinco años, temeroso de la presencia del hombre que había marcado sus pesadillas durante tanto tiempo.

—Ha pasado mucho tiempo, Jinnie. ¿Me extrañaste?

Aunque se sentía vulnerable y asustado, Jin sabía que tenía que enfrentar a Bo Hyuk. Tenía que encontrar una manera de proteger a sus hermanos y sobrinos, sin importar los riesgos personales. Se armó de coraje y se preparó para lo que estaba por venir.