En el amplio despacho de la mansión en Italia, Jackson y Jimin intercambiaban miradas preocupadas mientras conversaban con Namjoon y Taehyung sobre la revelación impactante que acababan de descubrir.
—Chicos, necesitamos hablar sobre algo urgente. Hemos descubierto algo sobre Jungkook, o más bien, sobre Jeon Ian—, hablo Jackson extendiendo el documento que encontraron en la mansión Kim.— Tu padre lo sabía y por eso le dispararon.
Namjoon frunció el ceño, su expresión se tornó seria mientras escuchaba atentamente.
—¿Qué descubrieron?
Jimin asintió, tomando la palabra con una mirada sombría en su rostro.
—Resulta que Jungkook no es quien resultó ser, si no es Jeon Ian. Él es el inversionista estadunidense que llegó a la organización.
Taehyung se llevó una mano a la boca, evidentemente impactado por la noticia.
—¿Y qué tiene que ver esto con nosotros? ¿Por qué nos hace esto?
Jackson suspiró, sabiendo que la siguiente parte de la conversación sería difícil de digerir.
—Cuando Jungkook se enteró de lo que le hicieron a Jin cuando era niño, perdió el control por completo. Soo Hyun tuvo que tomar medidas drásticas para proteger a su familia. Despidió a Damián y lo envió a Estados Unidos para mantenerlo alejado de su familia. Tal vez ustedes no lo recuerdan, pero Jin si y lo está usando para llegar a nosotros.
Namjoon y Taehyung intercambiaron miradas preocupadas, asimilando la gravedad de la situación.
—Entonces, ¿qué significa esto para Jin? ¿Está en peligro?
Jimin asintió con solemnidad, sabiendo que la seguridad de Jin estaba en juego.
—Sí, Jin está en peligro. Necesitamos encontrar una manera de protegerlo antes de que sea demasiado tarde y de paso acabar con Jeon.
—¿Qué tenemos que hacer?—, pregunto Taehyung preocupado por su hermano.
[…]
La luz tenue de la sala iluminaba la estancia, creando un ambiente acogedor y cálido en el penthouse de Jungkook. Jin y Jungkook estaban cómodamente instalados en el sofá, viendo una película de comedia sobre cocineros apasionados que competían en un concurso gastronómico.
Jin, con una sonrisa radiante en el rostro, no podía contener su risa mientras los personajes protagonizaban situaciones hilarantes en la pantalla. Cada carcajada resonaba en la habitación, llenando el espacio con una energía contagiosa y positiva. Para Jin, este momento de alegría era como un bálsamo para el alma, un respiro bienvenido en medio de las tensiones y preocupaciones que habían estado plagando su mente últimamente.
Jungkook observaba a Jin con cariño, deleitándose en cada sonido de risa que escapaba de sus labios. Ver a Jin feliz era su máxima prioridad, y hacerlo reír era una de las cosas que más amaba en el mundo. Se sentía agradecido por tener a Jin a su lado, compartiendo estos preciosos momentos de felicidad juntos.
Mientras la película continuaba, Jin y Jungkook intercambiaban comentarios divertidos y se reían juntos de las ocurrencias de los personajes en la pantalla. Para Jin, este momento de complicidad con Jungkook era invaluable. A pesar de todas las adversidades y desafíos que enfrentaban, estar juntos en ese momento les recordaba que, juntos, podían encontrar la alegría incluso en los momentos más difíciles.
A medida que la película llegaba a su fin, Jin y Jungkook se abrazaron con cariño, agradecidos por este momento de felicidad compartida.
—¿Mejor?—, Jin asintió mientras comía el resto de palomitas.
—Gracias por siempre estar conmigo, Kookie—, el azabache lo abrazo, por fin tenía todo lo que siempre anhelo.
—Gracias a ti por no irte en cuanto descubriste quién soy.
—Al principio fue doloroso, saber que no eras quien yo creía y todo lo que se decía de ti fue un gran choque de emociones—, el castaño se sentó en el regazo de Jungkook.—Pero después recordé que a pesar de tu mala fama siempre fuiste bueno y muy amoroso conmigo. Has hecho más que mi propia familia por mi—, lo beso.— Ellos ni siquiera conocen mi color favorito.
—Te amo—, susurro pegándolo a su pecho esperando a que Jin se relajará y durmiera. —Me vengare de aquellos que te hicieron mal, bonito— acaricio su espalda en círculos.—No volverás a llorar nunca más. A partir de hoy serás completamente feliz.
Jungkook llevó suavemente a Jin a su habitación, cuidando de no despertarlo mientras lo acomodaba con ternura en la cama. Una vez asegurado de que Jin estaba cómodo y dormido, se dirigió al despacho donde su hermano Hoseok lo esperaba.
Hoseok, con expresión seria pero aliviada al ver a Jungkook, le entregó los informes con la información recopilada sobre el incidente reciente. Los documentos estaban detallados y proporcionaban una visión clara de lo que había ocurrido, incluyendo la identidad del agresor y los detalles de cómo se llevó a cabo el ataque.
Jungkook revisó los informes con atención, asimilando la información mientras su preocupación por Jin seguía latente en su mente. Sabía que necesitaban actuar con rapidez y cautela para asegurar la seguridad de Jin y protegerlo de cualquier amenaza futura.
Con determinación en sus ojos, Jungkook agradeció a Hoseok por su diligencia y prometió tomar las medidas necesarias para abordar la situación. Juntos, discutieron los próximos pasos a seguir y comenzaron a trazar un plan para proteger a Jin y asegurar que estuviera a salvo en todo momento.
—¿Cómo van las cosas con Jackson?—, preguntó viendo los informes de la mansión Wang.
—Huyeron como ratas—, Hoseok le entrego las fotos de la nueva casa donde se estaban quedando.
—¿Y Jimin?
—Como esperábamos ellos se fueron a Italia y dejaron sus hijos en Suiza junto a la madre de Jimin. Admito que fue ingenioso que los llevarán por un túnel secreto al aeropuerto, pero es lamentable que no funcionará.
—Jinnie, ya sufrió mucho por culpa de ellos, merecen sufrir un poco.
—¿Los matarás?
—Solo si SeokJin está de acuerdo. Nunca haría algo que lo lastimaría.
—En verdad estás obsesionado con ese tipo—, rió su hermano guardando el informe.
—Jin siempre fue mío, desde la primera vez que lo vi lo supe.
—Que romántico, hermano. Casi haces que me ponga celoso de no tener a alguien que me ame así.
—Que tu inútil marido no te ame tanto como yo amo a SeokJin, no es mi problema. Buscaste un esposo débil.
—¿Busque? Tu me dijiste que lo seduciera para que Jin no se casara con él.
—No, te dije que lo seducieras y después lo matarás. No que te quedarás embarazado de Min.
—Fue un error. Me deje llevar, pero ahora que estoy con él la verdad le tome cariño.
—Eso imaginé o si no no hubieras tenido otro hijo más.
—Basta de hablar de mi y sigamos con el plan.
A medida que la conversación continuaba, la determinación de Jungkook se fortalecía, impulsada por su deseo de mantener a salvo a la persona que más amaba en el mundo.
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Don't blame
Fanfiction"En el fragor de la tormenta, tu amor se convierte en mi refugio, donde encuentro la calma que anhelo. Eres la paz que brilla en medio del caos, el faro que guía mi alma hacia la serenidad." Tercer libro de la saga Kindom