Don't blame

VII. Trabajo

El ambiente en la habitación de SeokJin estaba cargado de tensión cuando ingresó después de un largo día de trabajo. Esperaba encontrar un momento de paz y tranquilidad para recargar energías, pero en lugar de eso, se encontró con Namjoon, su hermano, entrando en la habitación visiblemente enfadado y perturbado por la discusión sobre el matrimonio con Jackson.

SeokJin se sentó en la cama, su cuerpo pesado por el agotamiento, pero su mente alerta y atenta a las palabras de Namjoon. A pesar del cansancio que lo envolvía como una manta pesada, sabía que era importante estar presente para su hermano en ese momento difícil.

Namjoon hablaba con voz temblorosa, su furia apenas contenida mientras expresaba su frustración y su dolor por la situación. Sus palabras resonaban en la habitación, llenando el espacio con una intensidad abrumadora que era difícil de ignorar.

SeokJin luchaba por mantener los ojos abiertos, el cansancio pesando en cada fibra de su ser mientras luchaba contra el sueño que amenazaba con arrastrarlo hacia la oscuridad. Pero a pesar de su propia fatiga, se esforzaba por mantenerse despierto y enfocado en su hermano, sabiendo que necesitaba su apoyo en ese momento difícil.

Cada palabra de Namjoon era como un golpe directo al corazón de SeokJin, recordándole la importancia de estar allí para los que amaba, incluso cuando el cansancio y el agotamiento amenazaban con abrumarlo. A pesar de su propio dolor y sufrimiento, SeokJin se aferraba a la determinación de estar presente para su hermano, ofreciéndole su apoyo y consuelo en un momento de necesidad.

-¡Namjoon, no te duermas!- reclamo Namjoon enfadado.- No entiendo cómo estás tan tranquilo con el matrimonio-, Namjoon bufo cruzando sus brazos.

-Asi funciona esto, Nam hyung-, bostezo sentándose en la cama.

-¡SeokJin, ponme atención! Puedes dormir luego. Qué no entiendes que esto me esa matando. Tae hyung encontró su amor junto a Jimin hyung y yo me casaré con alguien hecho de piedra-, se quejo.

-Nam, por favor. Necesito descansar, podemos hablar después.

-Extraño a Tae hyung, él si me entendía-, Namjoon se fue de la habitación y Jin sintió como una vez más su corazón se estrujaba.

Él quería ser igual que sus hermanos, convivir sin ninguna responsabilidad, hacer berrinches cuando algo no le gustaba y acudir a su padre cuando se sentía mal. Lastimosamente esa no era su fortuna.

[...]

En medio de la noche, cuando el mundo se sumía en el silencio y la oscuridad, SeokJin se encontraba despierto en su habitación, su pecho apretado por una angustia abrumadora que se negaba a desaparecer. La ansiedad lo envolvía como una manta fría, apretando sus pulmones y haciendo que cada respiración fuera un desafío.

Se sentó en la cama, tratando desesperadamente de calmarse mientras luchaba contra las oleadas de pánico que amenazaban con consumirlo. Su mente era un torbellino de pensamientos y emociones, cada uno más abrumador que el anterior, y se preguntaba cómo podría encontrar la paz en medio de la tormenta que lo envolvía.

Decidió salir a tomar aire fresco, esperando que el frío de la noche pudiera ayudarlo a calmar sus nervios agitados. Se envolvió en una chaqueta y salió al jardín, el aire fresco de la noche acariciando su rostro mientras caminaba por el patio en busca de algo que pudiera ofrecerle consuelo en medio de su angustia.

Fue entonces cuando vio la escena que le hizo detenerse en seco, su corazón apretándose con dolor en su pecho. Su padre estaba sentado en el patio, iluminado por la tenue luz de la luna, mientras Namjoon, su hermano, le ofrecía galletas que había preparado con sus propias manos.

-Papá, te traje estas galletas para que no te preocupes por tu trabajo. Todo saldrá bien.

-Gracias, Joonie-, Soo Hyun abrazo a Namjoon cariñosamente.

-Se todo el trabajo que tienes. Deberías hacer que SeokJin se encargue un poco más. Aprende a soltar papá. Confío en SeokJin para liderar la empresa.

-Tu hermano aún es muy joven y aun quiero trabajar -, Jin apretó sus manos sabiendo que su padre jamás iba a la empresa y se la pasaba en su despacho con la mujer en turno.

- Piénsalo. Es hora que descanses-, Soo Hyun le sonrió y continuo comiendo galletas sin soltarlo.

SeokJin observó la escena desde la distancia, sintiendo un nudo en la garganta mientras anhelaba por un momento tener la misma relación con su padre que tenían Namjoon y Taehyung. Ver a su padre recibiendo el afecto y la atención de Namjoon le recordaba dolorosamente lo distante que había sido su propia relación con él, a pesar de ser el mismo hombre.

Una sensación de soledad y desesperanza lo invadió mientras observaba la escena, preguntándose qué habría sido diferente si las cosas hubieran sido de otra manera. Había anhelado durante tanto tiempo la conexión y el amor de su padre, pero siempre parecía estar fuera de su alcance, como una estrella inalcanzable en el cielo nocturno.

Con un suspiro pesado, SeokJin se apartó lentamente, sintiendo el peso de la realidad aplastando sus esperanzas y sueños. Sabía que no podía cambiar el pasado ni controlar los sentimientos de su padre, pero no pudo evitar sentir una profunda sensación de pérdida y tristeza por lo que podría haber sido, pero nunca fue.

-El problema soy yo-, susurro para si mismo subiendo a su habitación.