Don't blame

XLIV. Revelación

Con paso cauteloso, Jin se deslizó fuera de la cama, sintiendo el suave roce de las sábanas contra su piel mientras se movía. Una curiosidad irresistible lo impulsaba a investigar la puerta secreta que había visto en su sueño, una visión que aún le parecía demasiado real para ser descartada como una simple fantasía.

Avanzó por el pasillo con pasos silenciosos, tratando de no despertar a Jungkook, quien dormía profundamente en la habitación contigua. Cada paso resonaba en el suelo de madera, creando un eco suave en el silencio de la noche. Llegó a la puerta al final del pasillo, donde había visto la misteriosa entrada en su sueño, y detuvo su respiración por un momento antes de girar el pomo lentamente.

La puerta se abrió con un ligero chirrido, revelando una habitación oscura y desconocida más allá. Jin sintió un escalofrío recorrer su espalda mientras contemplaba la oscuridad frente a él, preguntándose qué secretos podían ocultarse en ese lugar prohibido. Con valentía, dio un paso adelante, adentrándose en la habitación con determinación.

El interior de la habitación estaba envuelto en sombras, apenas iluminado por la luz tenue que se filtraba desde el pasillo. Jin examinó cuidadosamente cada rincón, buscando pistas sobre la naturaleza de este lugar misterioso. Sus ojos se posaron en una serie de estantes alineados contra una de las paredes, llenos de objetos extraños y perturbadores.

Entre los objetos dispersos en los estantes, Jin notó una colección de juguetes sexuales y artefactos eróticos, lo que lo hizo sentir incómodo e intranquilo. La atmósfera en la habitación parecía cargada de una energía inquietante, como si estuviera invadiendo un espacio íntimo y privado sin permiso.

Sin embargo, lo que realmente llamó su atención fueron las fotografías que adornaban las paredes, imágenes de él mismo en momentos íntimos y privados. Desde escenas de su vida cotidiana hasta momentos de vulnerabilidad y desnudez, cada fotografía capturaba un aspecto diferente de su ser, como si alguien lo estuviera observando en secreto y documentando cada momento de su vida.

El corazón de Jin comenzó a latir con fuerza en su pecho mientras observaba las fotografías, una sensación de invasión y vulnerabilidad lo abrumaba. ¿Quién habría tomado estas fotos? ¿Y por qué estaban aquí, en esta habitación secreta oculta en el penthouse de Jungkook?

Con el corazón latiendo con fuerza, Jin empujó con cuidado la puerta secreta, revelando un pasadizo oscuro que se extendía más allá de su vista. Con valentía, avanzó hacia adelante, adentrándose en la penumbra con determinación.

A medida que sus ojos se acostumbraban a la tenue luz, Jin comenzó a distinguir los contornos de una habitación en el fondo del pasillo. Con cada paso, la tensión en su pecho crecía, hasta que finalmente llegó a la entrada de la misteriosa estancia.

Lo que vio lo dejó sin aliento. La habitación estaba tal como la había visto en su sueño: una pared llena de objetos sexuales y fotos de él en lugares donde solía estar. Cada detalle, desde las cámaras de vigilancia hasta las imágenes dispersas por la habitación, confirmaba que no había sido un simple sueño, sino una revelación de la realidad que lo rodeaba.

Jin se quedó allí, paralizado por la magnitud de su descubrimiento. Todo lo que había visto en su sueño estaba frente a él, tangible y real. La sensación de incredulidad se apoderó de él mientras procesaba la verdad impactante: había estado siendo vigilado y seguido, su vida escrutada en detalle por alguien desconocido.

Sin poder apartar la mirada de la escena ante él, Jin se dio cuenta de que había más en juego de lo que jamás había imaginado. Había entrado en un mundo de secretos y conspiraciones, y ahora, más que nunca, necesitaba descubrir la verdad detrás de todo esto.