Capítulo 12: Decepción

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París

—Papá vamos al médico. —pidió Alma preocupada después de ver la sangre en el paño en el que tosía.

—No hija, tranquila, debe ser de tanto toser, me habré irritado la garganta, no te preocupes, ya es tarde, tienes que estar cansada.

—Pero... ¿te sientes bien?.

—A ver... me duele el pecho pero estoy cansado, dormimos esta noche y si mañana estoy igual, vamos ¿vale?.

—¿Seguro?.

—Sí, es que necesito dormir, estoy agotado...

—Vale, vale, ¿quieres ir a tu cuarto?.

—Sí, voy ahora. —dijo levantándose del sofá.

Oliver sintió un pinchazo en el pecho al ponerse de pie y colocó su mano sobre el mismo.

—Papá, ¿estás bien?. —exclamó preocupada acercándose a él.

—Sí, sí, es que me dio un pinchazo pero estoy bien.

—¿Papá de verdad no quieres ir al médico?

—Ahora no hija, de verdad que necesito dormir.

—Bueno, voy a llenarte una botella de agua para que mantengas hidratada la garganta ¿vale?, no es para nada buena señal que hayas tosido sangre.

—Gracias hija, voy yendo al cuarto.

Alma cogió una botella de medio litro y la rellenó de agua, luego cogió un caramelo dulce para ver si ayudaba de algo y volvió con él.

—Ya casi estamos, ahora acuéstate y bebe mucha agua. —dijo mientras lo ayudaba a sentarse en la cama.

Oliver volvió a toser sin poder pararlo, sonaba horrible y muy profundo pero esta vez no salió sangre y se quedaron un poco más tranquilos.

—Venga apoya la cabeza aquí.

Alma cogió el edredón y le tapó hasta la cintura para que en caso de que tuviera fiebre en la noche no estuviera tapado hasta el cuello.

—Descansa papi, mañana vas a estar mejor ¿si?. —exclamó dando un beso en su frente y acariciando su cara.

Alma se fue dejando la luz apagada de su cuarto y entrando al suyo preocupada, miró atrás y vio como Zeus subió las escaleras y entró en el cuarto de Oliver, le salió una sonrisa tierna pensando que iba a pasar la noche con él, fue a cerrar la puerta para irse a dormir y se acordó de que había cogido un caramelo y fue de nuevo al cuarto de Oliver, lo que no esperaba era que ya se hubiese dormido, Zeus se había acurrucado a su lado y Oliver ya estaba dormido.

Madrid

Paula se despertó por el rayo de sol que entraba por la ventana de Laura dando en su cara completamente de plena mañana a las nueve y media, miró a su lado y Laura seguía dormida en ese colchón que habían puesto a su lado en el suelo, Paula miró a su alrededor para ver si encontraba algo blando que poder tirar y así reírse de ella. A sus pies tenía una camisa que se había quitado ayer para ponerse el pijama, lo arrugó haciéndole forma de pelota y con una sonrisa se lo tiró en toda la cara a Laura, esta solo cogió la camisa y se lo quitó de la cara, se giró de lado y continuó dormida. Paula se quedó con los ojos como platos alucinando de que siguiera durmiendo como si nada, también se rio de la situación y empezó a buscar otra cosa para tirarle a ver si esta vez si hacía efecto. No encontraba nada así que le quitó la funda a la almohada y se la tiró con más fuerza que antes, esta vez Laura abrió los ojos achinados de recién levantada y vio como Paula se estaba partiendo de risa mientras la veía envuelta en mantas y con esa funda en la cara.

Clave De Dio (Saga Claves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora