Luciana y Soledad habían estado más de diez minutos buscándolas, pero no había rastro de ellas, Luciana cada vez estaba más preocupada por Sofía, no podía ver una muerte más, no estaba segura de si podía soportarlo de nuevo. Soledad siempre la mantenía calmada, le prometía que iban a encontrarlas tarde o temprano, que estarían bien y que sabrían defenderse solas, ella había podido sobrevivir cuatro meses en un cobertizo sin luz, no dudaba de que Sofía pudiese superar esto y más. Sofía y Helenor ya empezaron a caminar por terreno sólido, estaban acercándose cada vez más a la ciudad y por fin habían conseguido salir de ese bosque lleno de musgo y vegetación que opacaba cualquier visibilidad. Luciana y Soledad habían estado buscando cerca de la civilización, por lo que si salían del bosque tarde o temprano deberían verlas, y así fue, cuando Sofía y Helenor lograron salir de allí, vio a Luciana acompañada de alguien que de lejos no terminó de reconocer.
—¡Luciana! ¡Ayúdanos!. —exclamó exhausta.
Helenor cada vez debía apoyarse más en Sofía porque cada vez se cansaba más, Sofía también estaba agotada, habían tenido que atravesar el sendero para poder salir de allí, yendo a la velocidad que iban que era prácticamente nula.
—¡Ay, cielo!. —gritó Luciana alegrándose de verla.
Luciana corrió hacia ellas para ayudarlas, ponerse del otro lado de Helenor y que pudieran llegar juntas a casa, Soledad estaba fascinada mirando hacia el horizonte, lo estaba viendo de nuevo, después de tanto tiempo, la gente por las calles, los hogares, el color de las calles... Se quedó muy nostalgia de volver a estar así, de haber conseguido salir, dio media vuelta y se acercó a ellas y Sofía mientras descansaba su hombro haciéndole un pequeño masaje, pudo darse cuenta a pesar de lo cambiada y sucia que estaba, de que era Soledad.
—¿Sol? ¿Eres...? ¿Eres tú?.
Soledad también se alegraba de verla, y a pesar de todo aún seguía sin creerse que estaba fuera, no podía creer que después de casi cinco meses pudo salir de ese sitio, lo pasó tan mal... sus lágrimas saltaron de felicidad al verla y al sentir que había vuelto a la ciudad.
—Sí, sí soy yo. —exclamó entre risas y llantos.
Sofía y Soledad se abrazaron con fuerza y cariño, Sofía no estaba entendiendo nada, había cambiado mucho y aún debía saber que había estado encerrada entre cientos de pasillos a oscuras durante cuatro meses y medio. Tendrían tiempo de sobra para contar toda su historia, y también para que supiese que su hermano corría peligro y que la muerte de toda su familia no estaba siendo una casualidad, sino un plan de Alvin, un plan que estaba a punto de salir a la perfección. Las cuatro se pusieron a caminar hasta llegar a casa de Luciana y Sofía para que Helenor pudiera descansar y que la cuidasen, Sofía después de la toda la historia de la que era consciente Soledad, quedó aterrorizada, le contó todo, que su padre no había muerto por accidente, que Alvin y su hijo estaban detrás de todo esto, que Zoa pertenecía a ellos y había estado hablando con Bruno durante mes y medio como si nada, y lo que ella ya sabía de haberlo escuchado en el bosque, que Alvin quería acabar con la vida de ella y Bruno, y que no quedaba mucho para que a alguno le sucediera algo terrible.
París
Alma con un mareo horrible intentó abrir los ojos, estaba sentada en el sillón de su casa, miró a su alrededor y Zeus estaba tirado en el suelo, vio que respiraba y eso la tranquilizó ¿Pero que le había hecho?. Estaba muy asustada, estaba amarrada con cuerdas al sillón que impedían que pudiera levantarse del mismo, el salón estaba cambiado, el sofá que estaba enfrente de la televisión ya no estaba, ahora solo había el sillón y ella estaba justo enfrente de la televisión.
—¿Ya te has despertado, hermosa?. —preguntó Cristian caminando hacía ella mientras le llevaba un vaso de agua.
Cristian se acercó a ella, iba cojeando de una pierna y se había puesto unas vendas en el gemelo derecho, tenía la pierna destrozada, Alma tenía una cinta en su boca para que no llamase la atención de nadie de afuera, pero como era la hora de beber, Cris decidió quitársela.
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Clave De Dio (Saga Claves)
Teen FictionBruno y Sofía continúan su historia a pesar de todos los problemas que tuvieron, nuevas personas llegarán a la vida de estos hermanos ocasionando nuevos problemas o soluciones para atar todos los cabos que terminaron abiertos. Bruno logrará descubri...