Capítulo 30: Océano sentimental

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Javier condujo durante media hora hasta llegar a casa de Laura, estaba harto de tener que ser así, de tener que estar jodiendo siempre las cosas con Paula, de dar solamente pasos hacia atrás y no saber cómo darlos hacia delante. Necesitaba estar con Laura, hablar con ella, contarle lo que había pasado, solo quería soltarse con alguien aunque no recibiera nada a cambio, solo necesitaba sentir que echaba todo lo que tenía dentro. Aparcó justo enfrente de su casa y la llamó por teléfono, eran las doce y cuarto de la noche y no quería despertar a Briana que era la única que vivía con ella.

... ... ...

Paula escuchó su móvil vibrando en su mesa de noche emitiendo la única luz que habría en su cuarto en ese momento, se regañó los ojos como una recién levantada intentando encontrar el móvil y apagarlo lo antes posible para seguir durmiendo, acostada, al intentar ver con claridad el móvil que sujetó sobre su cabeza vio que Javier la estaba llamando.

—¿Qué quieres Javi?, estaba durmiendo. —cuestionó mientras mantuvo sus ojos cerrados para no desvelarse.

—Laura, lo siento por las horas, estoy en tu puerta, necesito hablar.

—¿Qué?. —dijo posteriormente dando un suspiro. —Joder, vale ya te abro, dame un momento.

—Gracias no sabes-. —colgó Laura la llamada. —Cuanto te lo agradezco, alguien no tiene un buen despertar. —se dijo así mismo.

Javi pudo ver cómo sobre él, en el cuarto donde estaría Laura las luces se encendían, sabía que se había levantado de mala gana y que cuando le contara lo que le quería contar no le iba a hacer nada de gracia, pero en ese momento de la noche no quería hacer otra cosa, no podía irse a su casa a dormir porque sería incapaz de conseguirlo.

—Buenas noches. —dijo Laura con seriedad al abrirle la puerta.

—Buenas noches, perdóname Lau, se que no son horas para darte una visita pero es que no puedo más. —exclamó entrando a la casa cabizbajo.

—A ver, ¿Qué pasa ahora?.

—Es Paula.

—¿Qué le pasa, es sobre el embarazo?. —preguntó alertada.

—No, no es sobre su embarazo, es sobre nosotros, hace cerca de una hora estábamos en su casa hablando, la verdad que parecía ir todo bien, nos íbamos a enrollar de hecho, pero es que fui a por una cosa y vio un mensaje de mi móvil... y se fue.

—¿Cómo que se fue? ¿Y qué mensaje?.

—Era uno de una tía que había conocido en la fiesta que fui hace tiempo que me dijo de vernos y hacerlo, no tengo nada con ella de verdad, es solo que esta obsesionada conmigo, bueno en caso es que debió ver el mensaje y se fue de la casa, para cuando intenté ver si la veía, ya se había ido, no la vi por ningún sitio, joder si le pasa algo yo...

—Mierda Javi siempre estas igual, estará cansada de tener que estar con esa montaña rusa de emociones todos los días, siempre haces algo para cagar vuestra relación joder, si no tienes nada con esa tía bloquéala y ahórrate ese tipo de mensajes coño.

—Lo sé, soy un gilipollas como siempre, pero Paula no me coge las llamadas Laura, por eso estoy aquí, no quiero que me eches la bronca que merezco, quiero que la llames y que al menos sepamos si está bien.

Laura podía ver en Javi lo que pocos veían, y era que a pesar de todo, él no se sentía orgulloso de sus actos, como siempre, pero si realmente quería cambiar ¿Por que no lo hacía? ¿Qué tanto le costaba?, Laura suspiró mientras sacó su móvil del bolsillo del pijama que llevaba puesto y comenzó a buscar el contacto de Paula para llamarla y saber si estaba bien.

Clave De Dio (Saga Claves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora