Madrid
Bruno salió del coche junto a Laura y fue con una mirada de admiración mientras se acercaba al grupo.
—¡Qué pasa chaval!, no todo el mundo tiene la oportunidad que esta chica te ha dado, se ve que quiere verte triunfar. Mira yo soy Zoa, y estos son Alan y Anuar, guitarrista y baterista. —explicó señalando primero a Alan que toca la guitarra y seguido a Anuar que toca la batería.
—Ey, encantado hermano. —saludó Alan extendiendo su mano para estrecharla con la de Bruno.
—Igual Alan. —respondió Bruno
—Qué pasa tío, un placer. —siguió Anuar haciendo lo mismo.
—Bien, te voy a decir una cosa, no cualquiera entra en la banda eh, pero si de verdad tocas tan bien el piano como nos lo ha dicho ella... estás dentro tío, porque nos hace falta. —comentó Zoa mientras pasaba su brazo detrás de su cuello para llevarlo al piano.
Laura se quedó de pie esperando a que Bruno hiciera la magia que siempre hacía cuando colocaba sus dedos sobre esas teclas de piano, lo miraba ilusionada y contenta por haber hecho algo que le hacía feliz, por ayudarle a conseguir algo que le gustaba. Zoa se sentó sobre el capó del coche que había dentro del garaje, Alan estaba de pie con su guitarra colgada de su hombro listo para acompañarle en el sonido y Anuar sentado frente a la batería.
—Pues... cuando quieras. —exclamó Alan transmitiendo su tranquilidad.
Bruno colocó sus manos sobre el piano, aún no se creía que tenía la posibilidad de formar parte de una banda, que gracias a Laura hoy mismo pudiera pertenecer a una y crear música junto a ellos, pero en el fondo había algo que le angustiaba por dentro, y era que la chica que cantaba en su grupo no era Alma, sentía que la abandonaba para seguir su camino y él no quería eso, a pesar de todo empezó a tocar... era algo relajado y emocional, bonito, Bruno cerró los ojos para concentrarse y sentir como las teclas rozaban sus dedos produciendo aquellos sonidos que brillaban en todos los oídos, Alan sin saber del rollo acompañó con un sonido suave de guitarra que sonara bien con lo que estaba tocando, también miró con un gesto de admiración a Zoa, insinuando que no lo hacía nada mal. Bruno seguía tocando junto a Alan y hacían una melodía que sonaba muy bien, Zoa asentía con la cabeza mientras lo miraba con esos ojos juzgadores que lo intentaban intimidar a pesar de su talento, Anuar no paraba de darle vueltas al palo de batería en el aire con el juego de dedos que hacía mientras escuchaba atentamente el sonido que transmitía el piano que tocaba Bruno. Ya casi iba a terminar de tocar y la melodía iba haciéndose lenta cada vez más hasta que tocó las tres últimas teclas con suavidad para terminar la melodía y dejando así un buen final que hiciera ver el control que tenía.
Laura al ver que había terminado comenzó a aplaudir dando pequeños saltos con una sonrisa dándole de esta forma confianza en sí mismo por haberlo hecho bien, Alan se quitó la guitarra del cuello y se fue a acercar a él pero Zoa lo paró colocando su mano en el pecho y se acercó ella a él.
—Chaval... yo no sé quién te habrá dicho alguna vez en tu vida que tienes talento... pero dale las gracias porque tu tienes algo más que talento Bruno, ha sido precioso, bienvenido a la banda. —exclamó con una sonrisa mientras rodeaba el piano para darle un abrazo.
—¿De verdad? Dios, muchísimas gracias, no sabéis cuánto esperaba tener algo así...
—¡Sí! ¡lo sabía!. —chillaba Laura de alegría al ver que lo habían integrado.
—Enhorabuena tío, muy bien eh, nos has dejado tiesos con la pasión con la que tocas. —le animaba Anuar.
—Bruno, increíble en serio, hacía mucho que no veía tanto talento frente a un piano.
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Clave De Dio (Saga Claves)
Teen FictionBruno y Sofía continúan su historia a pesar de todos los problemas que tuvieron, nuevas personas llegarán a la vida de estos hermanos ocasionando nuevos problemas o soluciones para atar todos los cabos que terminaron abiertos. Bruno logrará descubri...