Helenor, Sofía, Luciana, Laura y Javier estaban buscando por toda la ciudad a Paula, hablando con todos los oficiales para saber si tenían alguna novedad, pero ellos tampoco sabían nada. Javier durante la noche fue hasta la casa de Laura para avisarla de lo que había pasado, Laura se preocupó tanto que lo acompañó hasta que se hiciera de día y vinieran las chicas con ellos, Javier tenía unas ojeras horribles, a diferencia de Luciana que pudo dormir toda la tarde, él la siguió buscando y no fue hasta las siete y media de la noche que salieron las tres a ayudarlo, estaban pasando por todas las calles intentando encontrar alguna pista que pudiese ser de ayuda, pero pasaban las horas y no había manera de encontrarla, cuanto más tardaban en encontrarla más miedo sentía Javier, sentía que la había perdido, no iba a perdonarse jamás que la dejó estar de la mano con Ricardo, aunque no supiese nada él ya había visto una actitud muy rara en él y lo dejó pasar, se sentía culpable de lo que estaba ocurriendo, iba a hacer lo imposible por encontrarla aunque tuviese que jugarse la vida para ello.
—No sé donde más buscar, ¡joder!, no puedo más... —maldecía Javier sin saber donde ir.
—Tranquilo, la vamos a encontrar Javier, te lo prometo, no se van a salir con la suya, no de nuevo. —juró Luciana mientras le pasaba el brazo por su espalda.
—Sí, Javier tienes que confiar, la vamos a encontrar cueste lo que cueste, de verdad. —apoyó Helenor que también estaba preocupada por su amiga.
—Es que... es que no puedo dejar de pensar que a lo mejor se está muriendo de hambre o de sed, ese hijo de puta puede haberla dejado encerrada en algún sitio mientras se pudre con el tiempo joder. —exclamó Javier intentando buscar algún lugar que pareciese abandonado.
Las chicas en el fondo también pensaban lo mismo, pero no querían hacerle más complicado las cosas a Javier.
—Vamos, no hay tiempo que perder, vamos a dividirnos ¿vale?, Javier y Luciana, id por allí, nosotras iremos por estas casas, si pasa algo avisen, tened los móviles con sonido por favor. —informó Sofía intentando dar un poco de esperanza al grupo.
—Vale, gracias chicas de verdad. —agradeció Javier.
Se dividieron en parejas y fueron en busca de Paula, gritando por toda la ciudad su nombre esperando que en alguna de ellas, hubiese algún grito de vuelta.
Bruno por otra parte aún no sabía nada, los últimos dos días se estaba quedando a dormir en casa de Zoa junto a Alan y Anuar para que el concierto estuviese más que ensayado, por lo que seguían en su garaje ensayando la canción que habían hecho, Zoa estaba cantando y los chicos la estaban acompañando con los instrumentos, formaban una gran banda juntos, Bruno era una segunda voz en algunas de las canciones que habían hecho, pues no solo tenían suficiente con haber hecho una que también habían hecho otras tres más, las cuales todas las cantarían en el concierto de mañana.
—¡Genial chicos!, esto ya está hecho de verdad, lo tenemos, mañana vamos a ser estrellas sobre el escenario. —animó Zoa a sus chicos.
—Totalmente, vamos a ser los mejores, bueno tampoco es como si fuesen a ir otras bandas. —se reía Alan.
—Eso te iba a decir, este concierto es nuestro y todo el público que vaya va para vernos a nosotros, es... increíble.
—Sí chicos, y déjenme decirles algo, ¡las entradas están agotadas!. —dijo Zoa con una sonrisa.
—¿Qué? ¿De verdad?, joder me cago en la puta, ¡que locura!. —exclamó Alan con las manos en la cabeza.
—Dios esto es un sueño chicos, de verdad, no sé cómo agradecéroslo. —exclamó Bruno ilusionado desde el piano.
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Clave De Dio (Saga Claves)
Teen FictionBruno y Sofía continúan su historia a pesar de todos los problemas que tuvieron, nuevas personas llegarán a la vida de estos hermanos ocasionando nuevos problemas o soluciones para atar todos los cabos que terminaron abiertos. Bruno logrará descubri...