Veinte días después... 29 de diciembre de 2022, Madrid España.
Lourdes al enterarse de la tragedia no pudo esperar ni un día para ir a Madrid a ver a sus sobrinos, estaba muy asustada por lo que le habían dicho, por lo que le había pasado a Bruno, se enteró gracias a Sofía, que al día siguiente, cuando se sintió capaz de hacerlo, la llamó. Luciana, Sofía, Lourdes y Darío estaban en el hospital, no sabían que más hacer para esperar a que Bruno despertase... Cuando la explosión sucedió en la ciudad, todo el escenario salió volando por los aires y todo comenzó a quemarse, Bruno había salido disparado por los aires chocando con la pared y quedándose en el suelo, mientras los servicios buscaban cómo sacar a todos los que conseguían estar vivos Sofía no paró nunca de buscar a su hermano, se estaba quemando pero nada importaba más que su hermano, entró hasta lo más profundo del lugar donde tendría que estar Bruno, vivo o muerto, mientras intentaba llegar hasta allí se encontró con el cuerpo ya muerto de Zoa, ella justo estaba en la parte más afectada del escenario en el momento en el que la explosión detonó del todo no tuvo la oportunidad de salir viva o de intentarlo, pues el lateral que explotó, era donde estaba ella junto a los chicos, cuerpos que Sofía no pudo encontrar. Sofía no podía dejar de llorar, todo se le difuminaba y le costaba ver con claridad, además de todo el humo que le hacía toser sin parar pero ella no iba a rendirse. Gritó y gritó sin parar su nombre, por si aún estaba vivo, pero nunca recibió respuesta, Sofía casi a punto de caer por haber respirado tanto humo finalmente encontró el cuerpo de Bruno, estaba tras la pared del escenario en la parte baja del mismo, Sofía gritó con más fuerza pidiendo ayuda, pidiendo que alguno de los agentes la viniese a ayudar y llevarlo a cuidados intensivos al ver que seguía respirando con muy poca fuerza. Pero todo esto solo fue un recuerdo traumatizado de ella mientras esperaba con su familia a que Bruno volviese a la vida mientras se mantenía en coma sobre esa camilla de hospital...
Bruno después de veinte días, siete horas y doce minutos, cuando todos estaban tristes al ver que no reaccionaba, despertó con los ojos muy abiertos y asustado, en sus ojos se podía ver que mientras estuvo en coma pudo recordar algo que lo dejó aterrorizado, su respiración era demasiado rápida, pero todos se pusieron felices al ver que había vuelto.
—¡Bruno! —dijo Sofía contenta de verle y con algunas lágrimas de felicidad asomando por su lagrimal.
—¿Don... dónde estoy? —preguntó lo primero que se le vino sin entender absolutamente nada.
—En el hospital, Bruno... Has estado en coma. —le intentó refrescar la memoria Lourdes.
—Bruno pensé que te había perdido no sabes lo mucho que he estado pensando en cómo sería mi futuro sin ti, no puedo volver a perder a alguien de mi familia, a ti no.
—Estoy bien Sofi, no tienes de que preocuparte, para mí solo ha sido un sueño corto, ¿ha pasado mucho tiempo?.
—Dos semanas y media Bruno, veinte días, estamos a veintinueve de diciembre.
—¿Qué?, ¡joder!... ¿y se sabe algo de Alvin? ¿o de su hijo? ¿de Zoa o Cristian?.
—No mucho, Cristian está en las sombras, no se sabe nada de él, de Zoa... de Zoa me la encontré tirada, estaba muerta cuando la vi, lo siento.
Bruno no entendía nada, si Zoa estaba con ellos... ¿Por que la mataría? ¿Qué era Zoa para Alvin?.
—¿Y de ellos?.
—De Alvin no se sabe nada, simplemente que intentó matarte, acabando con cientos de vidas de por medio.
—Joder... ¡Mierda!, ese cabrón siempre se escapa, esto no puede seguir así.
—Y... —intentó decir pero no le salía.
—¿Qué pasa hermana?.
—Ricardo... Ricardo está en la cárcel.
—Bien, joder por lo menos uno está controlado.
Sofía aun seguía teniendo un rostro apenado y Bruno no estaba entendiendo nada, además miró a su alrededor y todos estaban igual.
—¿Sofía que pasa?.
—Ricardo intentó disparar a Paula antes de su parto, falló y la bala le dio a Javier, este estuvo en emergencias y Paula tuvo que parir, según me contó Laura, ella estaba muy cansada, no podía aguantar más y tampoco podía seguir haciendo fuerza, pero lo intentó una vez más, Aurora nació y Paula pudo estar con ella unos segundos... pero... al instante Paula se desmayó, además de que se empezó a desangrar y no pudieron controlarlo y... no lo superó...
—No puede ser, Sofía... —quiso decir antes de que sus costillas le impidieran hablar.
—Bruno ¿estás bien? ¿te duele algo hermano?.
—Sí, pero eso es lo de menos, Sofía, todo lo que te contó Soledad, dios... no sé cuanto estuvo ahí abajo pero ella tenía razón, el sueño que he tenido... he podido darme cuenta de muchas cosas que ahora cobran sentido. Alvin, era el mejor amigo de nuestro padre, ¿te acuerdas cuando estábamos con mamá y le íbamos a dar una sorpresa a papá y vino a casa con su jefe?.
—Sí... ¿Qué pasa Bruno?.
—Alvin, era la persona que estaba a su lado, papá y Alvin compartieron tiempo de sus vidas juntos Sofía, Soledad nos lo dijo, la muerte de papá no fue un accidente, sino un asesinato al igual que con mamá. Sofía... Soledad te dijo que papá tuvo un accidente con la hija de Alvin, ¿verdad?.
—Sí.
—Sofía, Alvin quiere acabar con toda nuestra familia y no va a parar hasta conseguirlo.
—Pero no lo entiendo, no tuvimos nada que ver, era nuestro padre y además fue un accidente.
—Eso a él no le importa, Sofía nadie va a poder detenerlo, tampoco creo que quiera detenerse jamás, pero tengo claro que esto no puede seguir así, ha matado a nuestro padre y también a nuestra madre, y casi me mata a mí y te ha puesto en peligro a tí. Sofía, si él no piensa detenerse, yo lo voy a detener.
—¿Pero qué dices Bruno, cómo?.
—Sofía... voy a matar a Alvin.
Bruno soltó esas palabras sin importar quien estuviese allí, Luciana, Lourdes y Darío lo miraban atónitos y sin creer lo que acababa de decir, pero en el fondo sabían que era la única opción que había, eso, o que la familia completa de Bruno muriese en algún momento por manos de Alvin, todo eso debía terminar, nada de rehenes que le ayuden a sobrevivir o a servir como escudo para mantenerse escondido, nada de familiares que pudiesen ser su mano derecha, solamente Alvin y Bruno, y él lo tenía claro, iba a acabar con él, daban igual las consecuencias, todo tenía que acabar, Bruno en ese momento lo había despertado dentro de él, había dado con su clave, la clave de odio.
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Clave De Dio (Saga Claves)
Teen FictionBruno y Sofía continúan su historia a pesar de todos los problemas que tuvieron, nuevas personas llegarán a la vida de estos hermanos ocasionando nuevos problemas o soluciones para atar todos los cabos que terminaron abiertos. Bruno logrará descubri...