Capítulo 23: Ilusión

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Madrid

Helenor ya había terminado sus prácticas con sus compañeros y el maestro, y tal y como habían quedado, Paula la llevó a una plaza cerca de una avenida donde había un puesto de helados, Paula desde que estaba embarazada le entraban antojos y uno de ellos era el helado, llevaba los siete meses y medio de embarazo yendo al mismo puesto para saciar su antojo, aun recordaba al principio después de recuperarse de los golpes de aquellos jóvenes que la golpearon cuando iba con Javier, este se cansaba de ella por decirle que volvía a tener antojo de helado, siempre que estaban sentados en el sofá de su salón viendo una película saltaba Paula con el antojo y tenían que ir juntos a comer a este mismo puesto de helados.

—Mmm, y dime ¿ya conocías este sitio?. —preguntó Helenor mientras saboreaba su helado de pistacho sentada en el banco frente a Paula.

—Sí, bueno tú no sabes la de veces que he venido a este sitio, desde que tengo a la pequeña, día y noche con antojos de helado. —exclamó Paula mientras escarbaba su tarrina de helado con la cuchara.

—¿En serio?. —paraba de lamer el cono de helado para reír. —Vamos, que tu chico tiene que estar ya cansado de traerte ¿no?.

A Paula se le borró la sonrisa y se metió una cucharada de helado en la boca.

—Ay, perdona si he mencionado a alguien que no querías, si quieres hablamos de otra cosa.

—Es que... no van demasiado bien las cosas entre él y yo, aunque en realidad nunca lo estuvieron.

—¿A qué te refieres?.

—Pues que yo le amo, de verdad que no hago otra cosa que quererle, pero es que siempre termina decepcionándome, haciéndome daño, mintiéndome.

—Joder, lo siento Pau, no sabía que la cosa estaba así.

—No te preocupes, al final... todo es parte de un proceso, no sé si todo acabará bien, o mal, yo lo único que quiero ahora mismo es cuidar de mi hija, apenas le queda un mes para nacer y no pienso darle una vida de peleas, broncas o malas palabras.

Helenor sonreía con sus labios pegados y sabía que Paula era una buena persona, y que también sería una buena madre al decir aquellas palabras, a pesar de amar tanto a una persona no iba a poner en peligro la vida de otra y eso la hacía más valiosa.

—Me parece precioso, Paula, de verdad.

—Pero bueno, eso es cosa del futuro, ahora estamos tú y yo aquí con unos helados bien fresquitos y tenemos que ponernos al día, ¿Cómo te ves para la actuación?. —dijo colocando su mano sobre la de ella.

Helenor suspiro con una sonrisa al ver que se preocupaba por su sueño.

—Pues a ver... Creo que voy mejorando, si es cierto que tengo que perfeccionar cosas pero no creo que lo haga tan mal, al final... lo que más me perjudica es mi inseguridad.

—¿Aún no te sientes segura?.

—Es que es difícil... siempre me mentalizo de que todo está bien, de que estoy bien, que no necesito nada más y que lo voy a hacer perfecto, pero luego... luego estoy sobre el escenario y me pasa lo que me pasó en la muestra de la semana pasada, me bloqueo, me tapo partes de mi cuerpo, me distraigo y me tropiezo... y al final, todo lo que he construido durante meses, lo destruyo en cuestión de segundos, simplemente por sentirme insegura, por pensar demasiado las cosas y preguntarme a mí misma, ¿Qué pensarán de mí? ¿mis muslos estarán demasiado expuestos?, ¿mi barriga está muy apretada?.

A Paula se le arqueaban los labios y la barbilla al escucharla, no se podía llegar a sentir más identificada con ella, le daba una pena infinita saber por lo que estaba pasando y saber que iba a ser un proceso complicado, oírla decir esas cosas le ponía triste.

Clave De Dio (Saga Claves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora