Ahora que las mentiras fueron descubiertas, el peligro aumenta.
Los últimos tres meses de su vida le han dicho la misma frase; "El conocimiento es poder"
Estaba harta de escucharla.
Tan cansada y abatida que lo único que se le ocurrió fue escapar de...
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╰─▸ ❝ @[Halloween 2.0]
Con cada año que pasa vuelvo a comprobar la misma teoría.
Las noches de Halloween siempre son otro nivel cuando se hacen en Slytherin.
Escucho como alguien toca a mi puerta, tres golpes que poseen el mismo ritmo que la música de abajo.
Me acomodo la mascara y no dudo en correr hasta la puerta para abrirla.
Es entonces cuando me encuentro con una persona inesperada.
-Mierda -La presencia de Derek se vuelve interesante en cuanto sus ojos no se despegan de mis curvas marcadas por el corset a juego con mi falda negra -L-luces increíble, sin duda es el mejor...
No consigue terminar la frase, simplemente se queda en silencio sin apartar la mirada.
Es entonces cuando decido quitarme la máscara para intentar traerlo a la realidad, dejo caer mi pelo y lo acomodo para que no obstaculice mi vista.
-¿Disfraz?
-Claro... Disfraz -Sus ojos consiguen subir hasta dar con los míos, pasamos unos segundos inmóviles hasta que escuchamos pasos detrás de él -Dejaste tus libros en el salón y supuse que los necesitarías.
-¡¡Por Merlín, que idiota!! Gracias, Derek.
Estoy por tomarlos cuando retrocede dos pasos al mismo tiempo en que suelta una sonrisa vergonzosa.
-¿Quieres que los deje en tu escritorio?
Estoy por responder cuando una brazo se cierra sobre mi cintura indicando la llegada de Mattheo, en cuanto visualizo su mascara no puedo evitar reír.
-Eso no será necesario, Malfoy -Su cuerpo se interpone entre nosotros dandome una muy buena vista de su espalda -Gracias por traer las cosas de mi novia.
-No es nada -Se asoma por su hombro para dedicarme una última mirada -Te veo luego.
No necesito responder, simplemente espero a que Mattheo se de la vuelta después de corroborar que Derek esté lo suficientemente lejos.
-No me agrada.
No puedo evitar rebolear los ojos al mismo tiempo en que entro en la habitación.
-Solo trajo los libros que olvidé.
-Eso no ayuda -Lo escucho cerrar la puerta con fuerza, ignoro su enojo siguiendo mi camino hasta llegar al tocador.
-Solo estaba siendo gentil -Tomo la misma brocha que deje tirada cuando tocaron la puerta y sigo aplicandome rubor -Le cuesta hacer amigos.
-¿Y qué culpa tengo? -Observo a través del reflejo su semblante indignado.
-Eres imposible.
Quiero centrarme solo en mi rostro pero la intención se vuelve difícil de cumplir en cuanto sus manos se instalan en mi cadera.
