╰─▸ ❝ @[¿Sueños o Profecías?]
La existencia de las mesas y los bancos es completamente nula en el Gran Comedor, lo único que hay son muertos decorando el lugar.
El polvo inunda la habitación al igual que los destrozos, lo que una vez fue el techo hechizado con una lluvia de estrellas ahora parecía la torre de astronomía.
El cielo nocturno se veía despejado de sus hermosas luces de colores, ahora solo una espesa niebla era la que evitaba que la luz de la luna ilumine al mundo con su encanto.
Sus alrededores parecen escasos, el castillo está en ruinas.
Sangre seca derramada en el piso, cuerpos sin vida de quiénes fueron sus compañeros un día y la certeza de que la guerra había tocado las puertas del indefenso colegio.
Las puertas del castillo desmantelas, el caos y la destrucción en uno de los patios de invierno más querido por los estudiantes.
Ahí, en dónde aquella fuente de agua prevalecía, se encontraba ella.
Vestida de negro al igual que verdugo, con una venda sobre sus ojos privándolos de conocer el mundo y con sus manos llenas de sangre.
Su respiración es errática a medida que el tiempo avanza, sus dedos permanecen fracturados al mismo tiempo en que un aroma dulce consigue embriagarla.
El rostro de Sophie se humedece producto de las lágrimas al mismo tiempo en que su mente se pierde entre la culpa.
Entonces, como si reconociera mi presencia, dirige su cabeza hacia mi dirección de forma terrorífica.
-Cuando menos lo esperes sucederá.
Sus palabras se extienden consiguiendo causarme escalofríos.
Mis labios se mueven pero no consiguen pronunciar ninguna palabra en voz alta.
Una sonrisa se marca en su rostro.
-Volverás a matar.
Niego con la cabeza logrando desestabilizarme y caer al suelo, mis rodillas se paspan al igual que mis palmas.
Su voz se distorsiona un poco más con cada palabra que dice volviéndose más grave.
Intento gritar y nada, es como si me hubieran arrancado las cuerdas vocales.
Lo único que sale de mi boca es silencio.
-Y cuando lo hagas, tu reinado comenzará.
La observo sin entender a qué se refiere cuando empieza a escupir sangre, de un momento para el otro su rostro se deforma por completo.
La venda que posee se tiñe de un rojo carmesí, sus lágrimas se reemplazan con sangre y sus labios se hinchan de una manera horrorosa.
Una carcajada sale de su boca logrando caer en la locura, se lleva las manos hasta la cabellera rubia y se arranca mechones en lo que sus risas aumentan al igual que su pérdida de sangre.
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Siguiendo Tus Latidos
Fiksi PenggemarAhora que las mentiras fueron descubiertas, el peligro aumenta. Los últimos tres meses de su vida le han dicho la misma frase; "El conocimiento es poder" Estaba harta de escucharla. Tan cansada y abatida que lo único que se le ocurrió fue escapar de...