Capítulo 44

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Decir que la comida de la señora Tate estuvo bien es quedarse corto y ser malagradecido, por no mencionar que tu paladar es una mierda, porque jamás tuve la oportunidad de probar un manjar tan exquisito como este.

Ni siquiera me atreví a perder tiempo dando vueltas con el menú, comenzamos con una tarta de arándanos para terminar pidiendo wafles, rosquillas y chocolate caliente...  

No sé qué es lo que le ponen a la comida, pero es mucho más deliciosa que en Hogwarts.

-Me dan ganas de quedarme toda la vida -Murmuro luego de ser atraída hacia él al colocar su brazo sobre mis hombros.

Estamos sentados en la banca de una preciosa plaza mientras admiramos la naturaleza del lugar y de los muggles, hay tanta simpleza en sus acciones que me producen una sensación cálida en el pecho. 

La tarde es prometedora pese al frío, con estar bien abrigados es suficiente para poder disfrutar el día.  

A nuestra izquierda hay una sección para niños en donde juegan, a la derecha tenemos un grupo de amigos haciendo un picnic mientras que el resto camina por los senderos del parque. 

No puedo evitar vernos reflejados a nosotros, es decir, nuestros amigos jamás pisarían un calle muggle, pero es lindo imaginarlos.

-Podríamos hacerlo -Su voz suena más grave de lo normal, incluso me sobresalto ante la repentina ruptura de silencio -Al salir de Hogwarts, claro.

Inevitablemente levanto la cabeza para verlo a los ojos sorprendida por su respuesta, no me lo esperaba. 

-¿Vivir aquí? 

Se encoje de hombros sin dirigirme la mirada por seguir enfocado en apreciar la copa pelada de los árboles. 

Pasan unos segundos hasta que se digna a verme, una preciosa sonrisa le atraviesa los labios mientras que sus ojitos reflejan un brillo lleno de ilusión.

-¿Por qué no?

-Seríamos magos rodeados de muggles.

-¿Y? -No puedo evitar mirarlo con sorpresa ante su respuesta instantánea, él lo nota y no tarda en aclararse -No me malinterpretes, adoro nuestro mundo, pero este lugar es distinto, nadie conoce nuestros apellidos o nuestra historia, nadie nos...

-Persigue.

Traga en seco antes de asentir, lo comprendo por completo.

Estamos en la misma sintonia, siempre lo hemos estado.

Me recuesto sobre sus piernas y no tarda en acariciarme el cabello con cuidado.

Disfruto de los mimos sin dejar de mirar nuestro alrededor para confirmar que, sin importar la perspectiva desde que lo veas, el mundo muggle tiene su encanto.

Siguiendo Tus LatidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora