╰─▸ ❝ @[Tormenta]
No es necesaria aclarar que fue lo que sucedió, pero aquí va.
Estamos hablando de Mattheo Riddle, el maestro salir corriendo y esconderse en cualquier hueco.
A veces me pregunto de dónde sacó la habilidad para esconderse.
Efectivamente, luego de que haya salido corriendo lo seguí por ese pasillo oscuro y cuando ingresé a la sala común no lo encontré por ningún lado.
Lo único que me quedó fue volver a la sala para esperar a Enzo.
Aunque... Eso no fue exactamente lo que sucedió.
*Flashback*
-¡¡Mattheo, espera!!
Ni siquiera me preocupo por agarrar el candelabro, simplemente salgo corriendo detrás de él.
Mi visión se vuelve borrosa a medida que mis pensamientos se disparan, lo único en lo que puedo concentrarme es en no perderlo de vista.
No puedo permitir que el escenario se repita otra vez, no puedo permitir que siempre que peleemos él salga corriendo.
Para que este funcione ambos tenemos que poner nuestra parte.
Es por eso que no me detengo en ningún momento y, cuando finalmente lo veo al final del pasadizo, me tiro sobre sus brazos.
Tomo su campera y me aferro a ella con todas mis fuerzas, llegando al punto de escuchar como la tela comienza a desgarrarse.
Habrá sido el sonido, la confusión o la sorpresa, no lo sé.
Lo único que puedo asegurar es que sus pasos se detienen de forma abrupta y esta vez no caigo sobre él, paso mis manos hasta tocar su pecho y lo empujo con fuerza dejándolo contra la pared.
Quiero mirarlo a los ojos pero la realidad es que la oscuridad nos envuelve por completo, apenas consigo distinguir nuestra cercanía gracias a que su aliento choca contra el mío.
-Layla... -Un susurro que se adentra en mi cuerpo y lo sacude -No tienes por qué saber todo esto.
-Sigo sin creer que seas tan idiota -Murmuro con la respiración acelerada por haber corrido detrás suyo -Nunca dejarás de importarme, ¿Puedes entenderlo de una maldita vez?
Nos mantenemos en silencio los siguientes segundos, los cuales se vuelven eternos.
Mi vista se adapta ante el brusco cambio de iluminación permitiéndome admirar cada facción de su rostro, sus ojitos se mantiene fijos en los míos mientras que sus cejas se tuercen en un semblante confuso.
Sus labios siguen temblando.
-Lo mejor que puedes hacer es olvidarme -Se despega de la pared y mi primer reflejo es volver a empujarlo con un poco más de fuerza, claramente no rebota contra ella pero hace caso y se queda quieto.
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Siguiendo Tus Latidos
FanfictionAhora que las mentiras fueron descubiertas, el peligro aumenta. Los últimos tres meses de su vida le han dicho la misma frase; "El conocimiento es poder" Estaba harta de escucharla. Tan cansada y abatida que lo único que se le ocurrió fue escapar de...