IV

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- Ya es suficiente, soltad a la chica.

Al levantar la cabeza, con la mirada algo vidriosa, vi como la pequeña de los Mikaelson entraba en la habitación.

¿Espera? ¿Estaba diciendoles que me soltaran?

- Bekah -Kol se levantó para darse la vuelta y caminar hacia su hermana.- ¿Por qué no nos dejas a nosotros y te metes en tus propios asuntos?

Rebekah levantó la cabeza inclinándola solo un poco sin apartar la mirada de su hermano.

- Dejame saber una cosa... -empezó diciendo.- ¿Todo esto es para saber donde está Damon, o lo estás haciendo más bien por lo que pasó hace 500 años? Porque si es por lo segundo... dejame decirte que es hora de que vayas superándolo. Te ves muy patético guardándole todavía rencor.

Vi como Kol se quedaba callado, cosa que no era propio de él, pero si me di cuenta en como se le iba tensando la mandíbula sin apartar la mirada de la rubia la cual todavía estaba delante de él. No entendía el porque me estaba liberándo.

- Rebekah ya basta -objetó Elijah, y está dio media vuelta para dirigirse a su otro hermano.-

- ¿Sabes Elijah? Me has decepcionado, porque siendo tu tan feminista... has permitido que torturen a una chica. -hizo una pausa antes de volver a hablar.- imaginate que en vez de ella, hubiese sido yo a la que hubiesen torturado... ¿como habrías reaccionado?

- Rebekah...

- Lo que yo decía -caminó hacia mí, agachandose a mi altura y empezando a desatarme las manos y los pies.- Márchate, eres libre

Miré tanto a sus hermanos como a la rubia que tenía delante de mí, aún tratando de asimilar lo que estaba pasando. ¿Me estaba liberando? ¿Y si era una trampa? Cualquier cosa se esperaba uno viniendo de los Mikaelson.

- La que debería marcharse eres tú, Rebekah. -habló entonces Niklaus comenzando a acercarse a su hermana.- No te interpongas en esto. -una mano, la de Elijah que se acercó a él, la estampó contra su pecho deteniendole.-

La rubia seguía mirándome ignorando las palabras de su medio hermano.

- Avery, puedes marcharte cielo.

Me levanté con dificultad, dejando que la rubia me ayudase, la miré agradecida y aparté la mirada hacía el híbrido, caminando hacia él, extendiendo mi mano.

- Mi anillo de día -le sonreí con dulzura, más que nada para joderle más.-

- ¿Te parece divertido esto, no? -dijo el híbrido dejando el anillo sobre mi palma.

- Ni te lo imaginas, amor -Cogí mi anillo para colocarme de nuevo sin apartar la mirada de él.-

- En algún momento volveré a por ti

- ¿Eso es una amenaza? Adelante pues, estaré esperándote -a velocidad vampírica, le quité el cuchillo a Kol que estaba con la guardia baja y se lo clavé en el estómago a Klaus, el cuál se encogío.- Por muy híbrido que seas, no te tengo miedo. ¿Te doy un consejo? Deja de creerte indestructible -solté el cuchillo para salir de aquel lugar a velocidad vampírica.-

- Que bien me cae esa chica -habló Rebekah.-

- Eres una maldita entrometida -dijo Niklaus agarrando el cuchillo y sacarselo del estómago.-

- Mejor no os digo lo que sois vosotros.

- Rebekah -volvió a objetar Elijah.-

- ¿Qué? -miró de nuevo a sus hermanos, los cuales se quedaron callados mientras se miraban los uno a los otros.- Lo que yo decía, de todo menos inteligentes sois -y tras esas últimas palabras, se giró dándoles la espalda, saliendo de la habitación.-

𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora