𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧

XII

Mystic Falls estaba muy tranquilo. Demasiado a decir verdad, y eso, era raro. Creo que reinó un poco la calma y el silencio desde que desvincularon a los Mikaelson y Esther había desaparecido.

Aunque también es verdad, que en estos meses atrás habían pasado muchísimas cosas. Como por ejemplo, que Rebekah causase un accidente y Elena terminase por convertirse en vampiro, después apareció un profesor llamado Shane que desde que lo conocimos, no había parado de contarnos cosas sobre Silas, el primer inmortal en la tierra.

Y si eso no fuese poco, ahora Jeremy Gilbert era cazador de vampiros. Aunque no uno cualquiera.

Pertenecía a la hermandad de los cinco.

Después... Niklaus se fue a saber donde, aunque tarde o temprano acabará volviendo en cualquier momento, al igual que Elijah, ya que ambos tenían asuntos que resolver antes de volver al pueblo. Finn se había reencontrado con su primer y único amor, el cual le esperó durante 900 años, y desde que Avery les salvó la vida de que murieran, también se habían ido del pueblo.

Rebekah era la única que se había quedado y ahora se había autoinvitado a vivir en la mansión Salvatore hasta que Niklaus volviese, cosa que an Avery no le importaba. Se caían bien mutuamente, por no olvidar de que la rubia original le había salvado la vida en su momento.

Y Kol... antes se encontraba en Denver, pero ahora... mejor que no supiese donde estaba. Aunque Avery no podía evitar pensar en él y en donde estaría. Le extrañaba, y en lo más hondo de su ser, sabía que él no lo hacía.

Lo mejor sería no pensar en él, y en ningún otro Mikaelson. No vayase a ser que los invocase y apareciesen de nuevo.

Ahora mismo, la Salvatore se encontraba paseando por las tranquilas calles de Mystic Falls, con su bebida en la mano llevándose la pajita a los labios para dar un sorbo. Y a lo lejos... no podía creerse a quien había visto.

Tenía que haberlo invocado.

Sonrío, y a velocidad vampírica se acercó a la persona que estaba escuchando música en un MP3.

– Avery –dijo Kol, quitándose uno de los auriculares.–

– ¿Como has sabido que era yo?

– Por tu olor –el corazón le dio un vuelvo, y el castaño por fin se dignó a mirarla.– Olor a muerto –mostró su sonrisa ladeada, y Avery rodó los ojos.–

– Imbécil –Kol soltó una carcajada, haciendo que la rubia negase con la cabeza. Poco después señaló el MP3 con está.– ¿Que escuchabas?

– Un grupo llamado "Coldplay". Son bastantes buenos.

– Me encanta ese grupo. Hace unos años llegué a colarme en uno de sus conciertos al no haber conseguido entrada.

– Mmm, debió de ser una experiencia increíble

– La verdad es que sí –Avery sonrío, y Kol se quedó mirándola antes de seguir hablando.–

– ¿Y fuiste con alguien? –preguntó apartando la mirada, y Avery le miró frunciendo el ceño, mostrando una sonrisa divertida.–

– Mmm, ¿por que lo preguntas? –se encogió de hombros.–

– Por saber

– Pues si, fui con alguien

– ¿Quién?

– Un viejo amigo –Mentira. Fue sola, solo lo dijo para ver como reaccionaba.–

– Ujum

– ¿Qué? ¿Acaso estás celoso?

– Ni un poco. Todo lo que tenga que ver contigo me da exactamente igual