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A la mañana siguiente, Avery se había cambiado y había salido a correr bastante temprano mientras escuchaba música. Necesitaba volver a desconectar mientras Damon y Stefan se habían ido al apartamento de Alaric a fabricar las estacas de roble blanco.

Si, tendría que habérselo dicho antes de que hubiesen salido de la mansión.

Pero algo le decía que aún no se lo dijese...

Avery siguió corriendo hasta que notó como alguien se colocaba a su lado, apartándole el auricular. Se paró en seco mirando a la pelirroja.

– Sage –sonrió.– Veo que anoche te salió bien la jugada

– Para que luego digan que las mujeres somos tontas –respondió la pelirroja.–

– Y que lo digas

– Te he notado pensativa... ¿ha ocurrido algo?

Miró a la pelirroja, dubitativa entre si contarle lo que sabía o no? ¿Se lo llegó a contar Finn?

– ¿Avery?

– ¿Me prometes no decírselo a nadie hasta que se lo cuente a los demás? –preguntó Avery.–

– Claro.

Avery respiro hondo antes de volver a hablar, mirando a la pelirroja.

– Ayer Kol, me contó que si un original muere... muere todo vampiro creado con su sangre.

– ¿Qué? ¿Co-como es posible? –Avery se encogió de hombros.–

– No lo se, pero si fuese en el caso de Finn... si llegasen a matarlo...

– Me matarían a mí

– Exacto

– Hay que evitarlo como sea –habló Sage.– ¿Tienes algún plan?

– Si, pero te ireé informando, ¿vale? De momento mantén alejado a Finn de Damon y Stefan.

– De acuerdo

– Bien

Al levantar la vista, y mirar por encima de su hombro, su rostro cambió a uno indescifrable. Niklaus las estaba mirando desde el otro lado de la calle, y que segundos después comenzó a cruzarla para acercarse a ellas.

– ¿Que quieres Klaus? –preguntó Avery.–

Sage se giró retrocediendo y colocandose al lado de la Salvatore para mirar al híbrido que mantuvo encerrado al amor de su vida en un ataúd 900 años.

– Baja esos humos Salvatore, no vengo a pelear –dijo Klaus, que pasó la mirada de Avery a la pelirroja.– Sage, me alegra que estés aquí. Necesito que vengas conmigo

– ¿Para que?

– ¿No quieres ver de nuevo a tu amorcito?

Sage se quedó paralizada. Que buena actriz era, siguiendo con su plan como si ayer no hubiese visto a Finn.

– ¿Donde esta? –preguntó Sage.–

– En este momento Rebekah tiene que estar de camino de llevarlo a casa. Déjame un momento a solas con Avery y te llevaré con él.

Sage miró a uno y luego a otro. No se fiaba de Klaus, pero al ver que Avery la miraba y asentía, se apartó para dejarles a solas para hablar de lo que fuera que Niklaus fuese a decirle. Avery miró a Niklaus.

– Tu dirás

– No se que es lo que traman tus... ¿parientes? –preguntó Klaus.– No se que se traen entre manos Damon y Stefan, pero se que sabes que si muere un original muere todo aquel que se convierta con su sangre, y la especie vampírica se extinguirá, incluida tú.

𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora