𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧

[04] Problemas

Narrador Omnisiente

Una vez Kol, junto a Asher, Alessandro y Livia, se fueron al hospital para salvar a Avery y a la bebé, Klaus, Rebekah y Hayley se quedaron en la casa para que este primero mencionado se encargará de eliminar el desastre que Rebekah había causado hacía tan solo unos minutos.

– ¿Alguien más tiene alguna pregunta? –dijo Klaus dándose la vuelta hacia la puerta, hacía Hayley y Rebekah.– ¿No? Bien, porque yo si que tengo una. Hayley, ¿se puede saber que narices estabas haciendo en el barrio francés? –al ver que no contestaba, comenzó a perder la paciencia.– ¡CONTÉSTAME!

– Déjala en paz –dijo Rebekah.–

– ¿Quieres saber que estaba haciendo? –preguntó Hayley acercándose al híbrido.– Estaba comprando veneno, para evitarle a tu bebé todo este sufrimiento.

Y ese fue el detonante para que Klaus se abalanzase sobre Hayley agarrándola del cuello y pegándola a la pared. Hayley colocó sus manos sobre las de Klaus para poder quitárselo de encima.

– ¡NIK! –dijo Rebekah. La rubia apartó a su hermano de la lobita.– Nik quitále las manos de encima, esta embarazada.

Hayley tosió aliviada de que Rebekah lo hubiese apartado de ella.

– Tanto fanfarronea de que no querías a ese niño y ahora cuando te dice que pretende deshacerse de él... –ambos se quedaron callados hasta que Rebekah siguió hablando.– Esta bien que lo quieras, esta bien que te importe. Eso es todo lo que pretendía Elijah, lo que siempre ha querido para ti. Lo que siempre hemos querido todos.

Su hermana tenía razón. E incluso Avery.

Avery... como echaba de menos a esa suicida impertinente ahora que se había marchado para tener a su bebé. Porque en el fondo le estaba empezando a agarrar cariño, o puede que algo más que eso.

Niklaus miró a su hermana en silencio, para acabar sentándose en uno de los escalones y Rebekah a su lado.

– Entregé a Elijah a Marcel. –Rebekah se giró hacia él, atónita.–

– ¿Qué?

– Marcel estaba nervioso, ya era bastante malo que un original volviera a la ciudad. Pero dos... su círculo estaba inquieto. Quería que Elijah se fuera, así que se lo entregué como ofrenda de paz.

– ¿Vendiste a nuestro hermano?

– Tengo un plan. —siguió hablando Niklaus.—  Ganarme la confianza de Marcel, desmanterla su imperio y honrar el deseo de Elijah. De que ese bebé venga al mundo y voy a llevar al cabo mi plan de la única manera que se. Si no te gusta, ahí esta la puerta. –dijo mirando a su hermana.– Esto es lo que hay. –se levantó saliendo de la casa, dejando a la lobita y a su hermana solas, otra vez.

Fin del narrador omnisiente

⚜️

Lo primero que vi nada más abrir los ojos fue el techo. Blanco. Ladee la cabeza hacia un lado al escuchar pitidos. Estaba conectada a una maquina, y al bajar la mirada, tenía unas vías inyectadas en el dorso de mi mano.

– Estás despierta. –dijo una voz a su otro lado. Kol.

Ladee la cabeza hacia el otro lado para mirarle.