𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧

XVIII

La puerta de la sala se abrieron de repente estrepitosamente, dejando ver a un Jordan sonriente, que bajaba las escaleras para comenzar a acercarse a la que fue una vez su ex.

– ¿Al final vas a ser tú el que me vas a torturar? –Avery fue la primera en formular una pregunta.–

– Me sorprende que ahora vayas de gallita cuando me ves –dijo Jordan ignorando su pregunta.– ¿Ya no me tienes miedo? —preguntó.—

– Más bien lo que me causas es risa –Avery sonrió burlona.– has cambiado, pero a peor. Porque ahora lo único que me das es risa

Eso hizo cabrear a Jordan y este agarró el cuchillo para clavárselo en el estómago. Avery cerró los ojos retorciendose de dolor.

– ¿Que decías?

Avery sonrió con la cabeza gacha, y al levantarla, habló:

– Sigues picándote con tanta facilidad... patético

Jordan volvió a acercarse a la rubia, colocando la punta del cuchillo entre sus senos y fue bajando haciendo un corte hasta su vientre, comenzando a desangrarse. Avery apretó los labios ante el dolor que estaba sintiendo.

– ¿Sabes? –comenzó diciendo Jordan.– He averiguado como se mata a un original, y en cuanto me encuentre con tu querido Kol... —mostró su sonrisa repugnante sin dejar de mirarla.— le mataré delante de ti –acercó sus repugnante boca al oído de Avery.– Porque si no eres mía, no serás de nadie más –susurró sonriendo.– ¿Entiendes?

Avery se echó hacia atrás en un intento por apartarse de él, pero Jordan fue más rápido y la agarró por el cuello.

– Suéltame –dijo Avery.–

Jordan la ignoró por completo y paso la hoja del cuchillo por su precioso rostro, en un atisbo de caricia.

– Yo nunca te hubiese dejado –dijo Jordan.– Kol fue un completo capullo al haberte dejado sola tras haberte convertido

– Bueno ese fue su problema, no tuyo. Y ahora suéltame –volvió a repetir Avery.–

– Si, fue su problema, y sigo sin entender porque le defiendes, y porque a pesar de todo sigues amándolo

– No lo entenderías —dijo la Salvatore.— ¿Sabes por qué? —preguntó, y Jordan la miró mientras se cruzaba de brazos esperando a que siguiese hablando.— Porque un psicópata como tú es incapaz de llegar a amar de verdad –finalizó Avery mirándole.–

– Te amé, Avery. Y lo sabes.

Avery soltó una risotada.

– Por favor, no me hagas reír.

Jordan le propinó una bofetada, haciendo que su cara se girase hacia un lado y la rubia sonrió ladeadamente.

– Terminemos con esto –dijo Jordan neutral, agarrando el cuchillo, acercándolo al cuello de Avery, comenzando a hacer un corte lento y limpio, y así causarle el mayor dolor posible.

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De nuevo en Mystic Falls, iniciando la mañana, Kol y Rebekah entraron en la mansión Salvatore adentrándose en el salón.

Allí estaban los hermanos de Avery, Damon y Stefan, ideando planes sobre la búsqueda de la desaparecida.

– ¿Acaso no sabeis llamar a la puerta? –preguntó Damon al ser el primero en percatarse de la presencia de ambos.–

– Damon, cálmate –dijo Stefan.– Están con nosotros ahora que Avery ha desaparecido

– ¿No habeis encontrado nada? –preguntó Alessandro.–