Al parecer la sesión de sexo como antaño con la Salvatore le vino de perlas. Una vez que recogió su ropa del suelo, volviendo a vestirse, caminó hacia la puerta abriéndola y tras salir de esta cerrándola a su espalda, empezó a caminar ajustándose las mangas, caminando por el pasillo para llegar hacia las escaleras.La había echado de menos. Su cara, sus besos... volver a acariciarla como antaño fue... una sensación maravillosa, como en los viejos tiempos.
La había añorado. Mucho a decir verdad aunque nunca lo admitiese. Desde el mismo momento que pasó todo, pero lo que hizo... no quería que fuese vampiro por varias razones, que son bastantes. Como por ejemplo...
– Veo que la noche ha terminado bien para ti
Una voz hizo que Kol se detuviese en el final de las escaleras, saliendo de su ensimismamiento. Se giró hacia la persona que había hablado, y a velocidad vampírica fue hacía él, estampándole contra la pared una vez le agarró de la camisa y colocaba un brazo bajo la barbilla del rubio.
– ¿Y tu quien coño eres?
– Hey hey hey, tío relájate –el rubio sonrió mostrando una sonrisa de lo más engreída. Kol sabía que le iba a caer bien.– Si me sueltas te contaré quien soy
Kol le miró entre desconfiado y a la vez, en el fondo tenía el presentimiento que sería de fiar. Acabó soltando al rubio, y al retroceder dos pasos y mirarle bien, parecía que estaba viendo a la rubia de la cual había estado enamorado.
– Mi nombre es Alessandro –el rubio se alisó la camisa, y abriendo un poco su chaqueta, sacó del bolsillo de su interior un papel, que desdobló y se lo tendió a Kol.
El castaño agarró el papel sin llegar a mirarlo.
– ¿Que es esto?
– Léelo y lo sabrás
Kol apartó la mirada de Alessandro para agarrar el papel con ambas manos y comenzar a leer lo que ponía en este. Abrió los ojos como platos. No... no podía creerse lo que estaba leyendo... pero si. Lo era.
Reconocería ese sello y la firma en cualquier parte.
Se llevo una de las manos a la boca, sin dejar de mirar el papel que sostenía con la otra, asimilando lo que había leído hacia un segundo.
– Eres el hermano de Avery... –murmuró, levantando la cabeza para volver a mirar a Alessandro, el mismo asintió.– ¿Como es posible? ¿Ella lo sabe?
– Te lo contaré todo si eso es lo que quieres
Kol asintió, y ambos salieron a la terraza donde anteriormente este primero había conocido a Matt Donovan y había sido atacado por Damon. Se apoyaron en la barandilla dándo la espalda al vació y Alessandro comenzó a hablar:
– Al parecer mi padre, engañó a la madre de Asher con su hermana, ya que ambos pensaban que Francesca no podía tener hijos. Y a los cuatro meses, ella se enteró de su infidelidad, y aún así ambas llegaron a una especie de acuerdo. —hizo una breve pausa.— Avery se la quedaron ellos, y yo me quedé con la que fue nuestra verdadera madre.
– Separar a unos mellizos... esto es acojonante –dijo Kol.– Y vaya cerdo vuestro padre. Nunca me cayó bien, aunque el sentimiento era mutuo. –se encogió de hombros, mostrando su típica sonrisa engreída. Volvió a mirar a Alessandro.– ¿Como es que aún Avery no lo sabe aún?
– No se como puede reaccionar ante esta noticia después de 500 años. Yo me enteré cuando tenía 13 años, cuando entré en la habitación de mi madre y la vi sentada en la cama mirando un dibujo que le hicieron a Avery mientras lloraba.

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𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧
عاطفيةAvery Salvatore y Kol Mikaelson se conocieron y enamoraron en 1492, hasta que un incidente en 1494 por culpa de esta (según Kol), sus caminos se separaron. Años después de haberse separado, Kol estuvo más de 300 años encerrado en un ataúd, en cambio...