Inviable - jags

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༄ Mayo 8, 2008

Risas se escucharon por todo el rancho de don Joaquín. Los Guzman Salazar se encontraban ahí. Habían pasado toda la tarde en familia hasta que llegaron algunos amigos.

Entre ellos estaba Tito.

—Aceptó puros de quinientos.— Iván tiro sus cartas en la mesa con felicidad.

Las sonrisas de todos se borraron al ver que había ganado por cuarta vez.

—No mames!— Marcial dijo.

—Chinga tu madre, yo ya no juego!— habló Raúl.

—Pero no te esponjes, mi trébol.— Iván río. —Orenle, mi varo.— estiró la mano hacia todos.

Todos rodaron los ojos y empezaron a sacar sus carteras menos Alfredo. El solo tomaba de su cerveza tranquilamente.

—No te hagas, tu también.— Iván le dio un leve golpe en el hombro.

—Ya no traigo feria carnal.

—También aceptó relojes.

Alfredo miro a su muñeca y chasqueo su lengua. Sin mas remedio, se quitó su reloj y se lo entregó a su hermano mayor, causando que todos rieran.

—Me lo regresas luego cuando te pague.

—Si ajá.— Iván dijo, aguardándolo en su chámara.

Mientras empezaban a barajar las cartas, todos seguían hablando y haciendo chistes. Tito solo se quedó callado, pensando en alguna manera de preguntar por Marbella ya que ella había entrado hace un rato y no había vuelto a salir.

—Porque tan callado Alfredito?— Alfredo le pregunto a Tito. —Tienes pedos con tu vieja o que?

—No.. solo pensando en algunas cosillas sin importancia.— rasco su nuca.

—Oye wey, cuando llega el more?— Joel pregunto.

—No se wey.— Alfredo respondido —El more me dijo que llegaba hoy pero mi apá me dijo se iba quedar allá en el gringo. Ya vez que no quiere que nos arrimemos a Culiacán.

Alfredo miró disimuladamente a Tito como indirecta pero el solo se quedó mirando a la ventana de la casa. Joel soltó una pequeña risa por la acción de Alfredo.

—Y los otros cabrones? Donde andan?

—Aguardados en Guamúchil.— dijo en burla.

Joaquín y Ovidio habían ido a dar una vuelta en Guamúchil pero por órdenes de su papá, tuvieron que quedarse ahí.

—Voy al baño.— Tito dijo antes de caminar hacia la entrada, sin esperar alguna respuesta.

Había visto a Marbella pasar por el pasillo, era su oportunidad.

Entró en la casa y se dirigió hacía el camino que Marbella tomó pero se detuvo al escuchar la voz de doña Consuelo.

—Como esta la bebe?— doña Consuelo le pregunto a Marbella.

—Bien, tengo cita la próxima semana.

—Ah, ya decidieron el nombre?

—Alfredo le quiere poner María Joaquina.— Marbella dijo y río al notar el gesto de doña Consuelo. —Que le quiere decir Quina.

—Bueno.. está bonito.— dijo no muy convencida. —Pero ustedes como quieran.

—También me menciono el nombre Maria Cielo o Cielo María.

—Ay, que bonito.— sonrió. —María Cielo Guzman, Cielo María Guzman.. me gusta mas Cielo María.

—Si verdad.