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Marbella se sentaba en un rincón, observando a los hombres cantar junto al grupo que tocaba.

Alfredo y Dámaso cantaban, mejor dicho, gritaban la letra de la canción, Nadie es eterno.

Era un poco más de las dos de la mañana y se encontraban en uno de tantos ranchos de don Joaquín. Después de la misa, todos los que asistieron se fueron directo al rancho excepto doña Griselda y Frida.

—Estas cansada?— tía Bernarda pregunto.

—No.— mintió con una sonrisa.

—Si quieres le digo Alfr..

—No no, estoy bien, enserio.

—Segura?

—Si, déjelo.— giró su vista hacia el.

No quería molestarlo, se veía muy cómodo en su grupito.

—Tu debes descansar, por tu bien y por la de la niña.

—Estoy bien tía.— sonrió.

—Como va tu embarazó?

—Bien, mi niña está creciendo muy rápido.

—El tiempo se va volando. Para cuando nace?

—Me dijeron que la primera semana de Septiembre.

—Ay que bueno.— rió pero poco a poco se desvaneció. —Sabes, tú mama te extraña.

—Y yo a ella.

Hubo un pequeño silencio entre las dos. Marbella bajo la mirada pensando en su mamá mientras que su tía Bernarda pensaba en cómo preguntarle lo que tanto quería saber.

—Marbe? 

—Mande?

—C-Como es que.. como iniciaste la relación con Alfredo? De lo que yo recuerdo, andabas de novia con Héctor.

Marbella negó, —Yo nunca estuve de novia con Héctor.. si, me pretendía pero nunca anduve con el.

—Bueno y Alfredo? Fue una sorpresa para todos saber que te robó.. todos nos preguntamos porque se la robó? Porque, si ni siquiera se hablaban? Nunca me había imaginado que tenías una relación secreta con el.. porque nunca dijiste nada?

—Por miedo?— encogió los hombros. —Alfredo siempre quiso hablar con mi mamá pero yo nunca lo dejé.

—Y por qué?

—No se, pensé que no lo aceptarían.. Chalito en especial.

—Te importa lo que piense el?

—Claro, es mi hermano.

Bernarda asintió levemente mientras miraba atentamente Marbella.

—La tristeza se te nota desde lejos.— Marbella negó levemente con una pequeña risa. —Si tuvieras la oportunidad de hacer todo de nuevo, lo harías?

Marbella abrió la boca para contestar pero ninguna palabra salió. No sabía que responder.

—De que hablamos?— Ale se acercó y se sentó junto ellas. .

—Nada mija, no mas le preguntaba a Marbe sobre la nena.

—Ay tía, tiene que ver el ultrasonido! Esta bien pequeñita.

—Si?— tía Bernarda sonrió. —Me lo tienes que enseñar.

—Si, cuando vaya a mi casa.

Siguieron platicando y Marbella hacía todo lo posible por mantener los ojos abiertos. Ella solo asentía a lo que decía su tía y su cuñada.

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora