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Marbella se sentaba en el patio leyendo un libro mientras esperaba que Alfredo llegara. No lo había visto desde ayer en la mañana.

Ella levanto la vista e hizo contacto visual con uno de los de seguridad, pero él solo bajó la mirada. Marbella dejó escapar un suspiro y volvió a leer.

Han pasado dos semanas desde que llegaron a Zapopan.

Lucia, una hermana de doña Alejandrina, había sido muy amable y decidió ayudar a Marbella con una ginecología de su confianza.

Ella estaba muy al pendiente de Marbella, más que Alfredo. El se había vuelto distante. Ni siquiera quiso partir el pastel que ella le hizo con tanto esfuerzo en su cumpleaños número veintidós.

—Ya es tiempo de tomarte tus pastillas, muchachita.— Lucia se acercó a Marbella.

Dejo la charola en la mesa y le dio el vaso de agua junto con unas pastillas.

—Gracias.— sonrió y se tomó las pastillas.

Al escuchar el portón abrir, la vista de Marbella se posó en las puertas. Se estacionaron las dos camionetas que entraron y de ahí bajo Alfredo.

Venía con el cabello desacomodado, su camisa arrugada y con ojeras.

Era evidente que no había dormido.

—Buenas.— Alfredo dijo antes de entrar.

Lucia negó con desaprobación mientras que Marbella hizo una pequeña muñeca.

—Ahorita vengo, lo voy a ver.

Lucia asintió y Marbella entró detrás de el. Entró a la habitación y encontró Alfredo buscando ropa entre los cajones.

—Puedo saber dónde estabas?— Marbella pregunto.

—Ya sabes donde, te dije ayer.

—Que hicieron toda la noche que no podías llegar hasta apenas?

—Ya Marbella, no jodas, no estoy de humor.— la miro molesto.

—Bueno, está bien.— asintió levemente. —Ya ni te conte como me fue con la ginecóloga.— sonrió. —La doctora dice que Mari..

—Me cuentas luego no?— camino hacia el baño. —Me voy echar un baño y me voy a dormir un ratillo, voy a salir luego.

La sonrisa de Marbella se convirtió en una muñeca.

—Vas a salir de nuevo?— pregunto.

—Si.

—Con los que ibas a la prepa?

—No, voy a ver los hijos de Nacho Coronel. Ya sabes, tengo que mantener su amistad para cuando mi apá se retire.

—Si, claro.

—Te llevaría pero esos lugares no son para alguien como tú.

Marbella frunció el ceño, confundida. Que se significa eso? Marbella se preguntó.

—Tráeme algo de comer en lo que salgo, no?— Alfredo pidió.

—Si amor.

Alfredo se metió al baño y Marbella soltó un suspiró de tristeza. Salió de la recámara y caminó hacia la cocina para servirle algo de la comida que hizo la muchacha que los ayuda.

—Voy a tener que hablar muy seriamente con Alejandrina.— entro Lucia. —No me gusta como se está comportando ese muchacho.

Marbella solo le dio una sonrisa apenada sin saber que decir.

—Entiendo que actúe diferente por la muerte de su hermano pero no por eso debe de andar solo en la calle como soltero. El ya tiene a quién rendirle cuentas.

De nuevo Marbella se quedó en silencio.

—Espero que cuando nazca la pequeña, no siga comportándose así.

—Tiene muchas emociones mixtas y no sabe como expresarse, es normal.

—Si mija, pero tu no le debes de perdonar todas porque si sigues así, el va hacer lo que quiera y no te va respetar.

Marbella asintió levemente y bajo la mirada hacia el plato que le estaba sirviendo.

—Si yo fuera tu, ni le daba de comer. El tiene manos, no se le van a caer.— río levemente. —Vente, mejor tu y yo vamos a ver mi telenovela.

Marbella río y caminó detrás de Lucia quién la llevó hasta la sala. Lucia prendió la televisión y cambió el canal.

—Ay.— Lucia soltó un suspiró. —Ese William Levy se pone más bueno cada vez.

Marbella soltó una carcajada. Era algo que su mamá siempre decía.



(...)



Dormía tranquilamente cuando sintió un par de labios en su cuello. Ella sonrió sabiendo que era Alfredo. El se acercó a ella con su cuerpo mientras acariciaba su muslo con una mano.

—Alfredo.— susurró en un gemido.

Marbella sintió cómo su mano subió por debajo de su bata para dormir.

Con cuidado, Alfredo se puso encima mientras movía sus labios hacia los de ella. Marbella puso sus manos en sus mejillas mientras correspondía su beso lujurioso.

Los labios de Alfredo regresaron a su cuello de ella mientras bajaba el tirante de su camisón de su hombro. Besó su hombro desnudo mientras con una mano masajeaba su teta.

Marbella dejó escapar un pequeño gemido de placer con una sonrisa. Había pasado un tiempo desde que el la había tocado así.

Él retrocedió y la ayudó a quitarse el camisón. Tan pronto como se lo quitó, admiró su cuerpo pero ella se sintió un poco insegura debajo de su mirada. Se notaba bastante que estaba creciendo, desde todas partes.

—Estas bien preciosa, chula.— susurró mientras acariciaba su mejilla.

Él se inclinó de nuevo y la besó. Fue un beso lento y apasionado. Sus manos recorrieron todo su cuerpo mientras sus dedos de ella se perdían en su cabello.

Alfredo volvió a su cuello y luego a su pecho, dejando marcas de amor. Marbella abrió los ojos, tratando de disfrutar el momento pero se le hizo imposible cuando notó que en el reloj marcaban las 5 de la mañana.

Acaba de llegar a casa? Marbella se preguntó.

Al sentirlo alejarse, posó su vista en el y sonrió cuando miró que se quitó la camisa pero después se borró al notar que tenía un labial rojo en su cuello.

Marbella frunció el ceño y se sentó frente de él para ver de cerca mientras que Alfredo la miraba confundido.

—Que pasa?— pregunto.

Marbella lo acercó a ella y le quitó el labial con su dedo índice. El continuó mirándola confundido mientras ella le lanzaba una mirada fea, mostrándole su dedo.

—Donde chingaos' andabas eh!— gritó y lo empujo.


















n/a
tarde y corto pero seguro😅

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora