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—Es una hermosura, no me canso de verla.— doña Larissa sonrió.

Marbella sonrió mientras veía a su mamá cargar a su pequeña. Alfredo había permitido que Doña Larissa fuera a la casa ya que el no iba estar.

—Oiga ama, es normal que ya no me baje nada de leche?— pregunto.

—Ya no te baja?

—No, ya ni llegó a las 4 onzas. Le he tenido que dar fórmula.

—Te hicieron de enojar? O te sientes estresada?

—La verdad si me siento un poco estresada.

—Pues por eso. Trata de relajarte porque todo lo que sientes tu, lo sienta ella cuando le das pecho.

—Algo me había comentado la puericultora.

—Y tu suegra? Que dice?

—Nada, no la he visto desde la otra semana.. Solo estamos Alfredo, Cielito, yo y Netty. Pero a Netty no la quiero molestar con mis preguntas tontas.

—Ninguna pregunta es tonta, hija.— negó. —Y Alfredo donde está? Apoco aquí no mas te vino aventar?

—No.— rió levemente. —Estuvo aquí conmigo todos los días de la semana ayudándome con Cielito pero pues tiene asuntos que atender. Apenas se fue ayer, regresa luego.

—Hm por eso dejo que viniera verdad? Para que no lo viera.

—Ay ama.

—Ya, perdón, perdón.— río.

Marbella negó y soltó un pequeño suspiro. —Como están todos?

—Bien, aunque Aislinn me tiene un poco preocupada.

—Porque?

—Se quiere juntar con Israel.

—Que! Como que con el guacho?

—Si, ya fue a pedir su mano conmigo y con tu hermano.

—Y que dijo Chalito?

—Pues nada, lo permitió pero yo no estoy de acuerdo. Esta muy pequeña, yo quiero que siga estudiando.

Marbella siguió platicando con su mamá por un buen rato. Ambas platicaban de sus problemas y se daba consejos.

A pesar de todo, eran muy unidas y se escuchaban mutuamente. Quizás doña Larissa no era la mejor amiga de Marbella pero Marbella lo era para ella. Era su hija mayor y sentía que podía desahogarse con ella.

—Mamita, te puedo preguntar algo?

—Si hija.

—El próximo domingo cumple el mes Cielito.

—Ya tan rápido.— asintió con una sonrisa.

—Alfredo y yo la queremos bautizar ese día.

—Ah si? Que bueno.. y ya la fueron a registrar?

—No, Alfredo se va encargar de eso.— Marbella dijo y su mamá asintió. —Si.. el padrino va ser el hermano de Alfredo, Iván.

Doña Larissa frunció el ceño confundida pero asintió a los segundos después.

—Ah, o-okay.. lo escogiste tú o Alfredo?

—Fue una decisión de los dos.

—Hm y bueno que me querías preguntar?

—Usted cree que todos vendrían si los invito? Ósea todos.

Doña Larissa soltó un pequeño suspiro, no sabiendo que decirle.

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora