Inviable - jags

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—No se que tipo de hospital es este.— se quejó con Greecia. —Ya tiene más de tres días que mi hija nació y no he podido verla.

—Pronto la veras, Mar.

—Es injusto. Todo mundo ya la vio menos yo.

Greecia se quedó en silencio no sabiendo que decirle para calmarla. Solo se encontraba ella en la habitación con Mar. Doña Larissa se había ido a comprar algo a la cafetería.

La familia de Alfredo no se encontraba en el área pero su gente si. Alfredo los dejo velando por la seguridad de Marbella y en especial de su princesa.

—Tienes hambre?— Greecia cambio el tema.

Se escuchó un golpe en la puerta y después se abrió lentamente. Una enfermera entró con una sonrisa. Marbella no la reconocía, era nueva.

—Hola, buenos días.— la enfermera dijo con una sonrisa.

—Buenas.— Greecia contesto.

—Solo vengo a decirle que el doctor ya autorizó su salida. Esta misma tarde puede salir pero necesito que firme unos papeles.

—Y mi hija?— Marbella preguntó.

—La pequeña tiene que permanecer en la incubadora por lo menos dos semanas. Después de las dos semanas el doctor determinará si su salud está bien, pero al ritmo que va la niña, en dos semanas estará en su casa.— sonrió.

Marbella asintió con una sonrisa y soltó un pequeño suspiro de alivio.

—Entonces ya la puedo ver?

—Claro que si.— sonrió. —Deje voy por una silla de ruedas.

Marbella asintió y la enfermera se fue.

—Mar, porque mejor no te bañas primero?— Greecia dijo y su cuñada la miro confundida. —Si, en lo que esperamos a tu mamá.

—No yo ya la quiero ver.

—Ándale.. en lo que también llega su papá para que la vean los dos juntos.

—Pero si el ya la vio sin mi.

La enfermera regresó y la ayudó a levantarse de la cama mientras Greecia se puso pálida. Greecia miraba con ansias como la enfermera acomodaba a Mar en la silla.

La enfermera salió con Marbella de la habitación y Greecia iba detrás, pensando en que hacer para detenerla pero no se le ocurría nada.

—Mire ahí está la pequeña.— la enfermera dijo con ternura.

—Marbella no esp.. ah.— Greecia se quedó callada al ver que la niña ya no estaba llena de tubos. Solo tenía los que se necesitaban para estar en la incubadora.

—Es la de en medio?— Marbella preguntó al notar que tenía escrito Guzmán Araujo en su etiqueta.

—Si, ella es.

Marbella sonrió levemente y se acercó para verla mejor. Hizo una pequeña muñeca de ternura al ver que Alfredo tenía razón.

Su hija es idéntica a ella.

—Eres preciosa.— susurró con una pequeña sonrisa mientras la admiraba dormir.

—Es muy fuerte la niña.— la enfermera dijo. —No la quiero asustar pero hay muchos recién nacidos que no aguantan un paro cardiaco y pues, no viven pero la niña es una guerrera.

—Oiga.— Greecia la miro feo.

—Que?— Marbella giró a verla confundida. —De que habla?

—Como? No sabe?— la enfermera pregunto confundida.