30

572 81 11
                                    

Marbella miró hacia arriba y vio como Alfredo se carcajeaba con sus hermanos y primos mientras ella se sentaba aburrida en su asiento.

Ella pensó que pasaría su cumpleaños sola con él y en compañía de su mamá y sus hermanas pero ni siquiera habían llegado ellas. Las únicas personas ahí eran familia de Alfredo.

—Y para cuando el baby shower, Alejandrina?— pregunto la tía de Alfredo mientras miraba a Marbella.

—Eh.— río. —Es muy temp..

—En dos semanas.— Ale interrumpió a su mamá. —En dos semanas yo misma le planearé el baby shower a mi primera sobri.. bueno, a mi segunda sobrina.— sonrió.

—Bueno en dos semanas esperaré la invitación.— doña Consuelo dijo.

—Abue usted no necesita invitación, usted no mas vengase con su mejor outfit para ganarse una buchanans.

Marbella río al igual que Ale y su prima pero el resto de las mujeres no, solo miraron a Ale feo.

—No se pongan en ese plan, fue broma.— río. —Mi abue prefiere mezcal.

Todas continuaron hablando mientras Marbella miraba hacia la entrada, esperando que en cualquier momento su familia entrara.

Una hora después, la espera se acabo.

—Amor.— Alfredo la llamo. —Ven.— dijo y ella caminó hacia el.

—Que pasó?

—Vamos allá en frente.— sonrió.

Marbella se puso pálida al pensar que su mamá ya había llegado pero solo pudo asentir.

Alfredo la guió hacia en frente de la casa donde había varias camionetas estacionadas. Ahí estaban sus tíos Oscar y Bernarda, su prima, Layla, y Rubén quién estaba parado enfrente de una camioneta.

De esa misma camioneta bajo la mamá de Marbella. Detrás de ella se bajo Aislinn y Larissa cargando al pequeño Gonzalito.

Marbella sentía como las lágrimas llenaban sus ojos y solo pudo soltar una risa nerviosa. Doña Larissa sonrió y abrió sus brazos a su hija. Marbella no perdió el tiempo y corrió hacia su madre.

—Feliz Cumpleaños mi niña.— doña Larissa acarició su cabello, conteniendo sus lágrimas. —Te extrañe.

—Yo a usted.— Marbella río nerviosamente pero esa risa se desvaneció cuando recordó y la miro a los ojos. —M-Miguelito.— sus lágrimas cayeron como río.

Al oír el nombre de su hijo y verla a los ojos, Doña Larissa no pudo contenerse y se quebró. Tenía más de un mes desde la muerte de su niño pero todavía le dolía como si fuera ayer.

Larissa abrazó a su madre y a su hermana, dejando que las lágrimas corrieran por sus mejillas. Doña Larissa y Marbella la abrazaron y Aislinn también se unió.

Las cuatro lloraban abrazadas mientras que el pequeño Gonzalito las miraba confundido.

Los ojos de Bernarda se llenaron de pequeñas lágrimas al verlas así. Decidió Llevarse el niño y hizo entrar a todos, incluyendo Alfredo, para que tuvieran un momento de privacidad.

—Que pasó con el? C-Como pasó?— Marbella pregunto.

Doña Larissa negó, intentando recuperar su respiración pero se le hacía imposible. Hablar de su hijo no era fácil.

Aislinn le frotó la espalda y le susurró algunas palabras y pudo relajar a su mamá.

—E-Ese día, Miguelito salió a jugar con su balón.. yo le había prohibido salir porque Manuel Torres traía un tiradero.— limpio sus lágrimas. —Chalito igual hablo con el pero..— dio un respiro profundo. —Yo no estaba con tu tía toda la mañana y al medio día, tu hermana me llamo.

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora