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—Mil gracias! Tendré que venir más seguido para pedirte consejos de moda.

—Aquí estaré para ayudarla con gusto.— Marbella sonrió.

—Muchísimas gracias, enserio.— la señora sonrió antes de salir de la boutique satisfecha con su compra.

Marbella se encontraba en la boutique de su hermana, Irene. Ella era la mayor de los hijos de Gonzalo Araujo.

Aunque Irene tenía una madre diferente a la de sus hermanos, intentaba estar lo más cerca posible de todos ellos. Le había prometido a su papá siempre cuidarlos si el faltaba, pero Chalito se había encargado de eso siendo el mayor de los dos varones de Gonzalo.

—Gracias por venir ayudarme.— Irene soltó un suspiró frustrado. —Perla no me dio tiempo para conseguir a alguien que la reemplazara.

—Le preguntaste porque ya no quiere venir?

—Si, y sabes que me dijo? Que ya no quiere trabajar porque ya encontró quien la mantenga.— negó con la cabeza. —Pinche vieja huevona.

Marbella río.

—Si se hubiera esperado por lo menos una semana más, pero no. Le urgía como si de atiro hiciera mucho aquí.

—Ya cálmate.— Marbella río de nuevo. —Porque estás tan enojada?

—No estoy enojada, estoy cansada. Me vengo cagando del sueño.

—No dormiste bien?

—No, Nandito no me dejo dormir en toda la noche. Andaba chille y chille.

—Y su papá?

—Ese esta peor.— rodó los ojos. —Hace más ruido sus pinches ronquidos que los gritos de mi niño.

Marbella río y negó con la cabeza. No era la primera vez que su hermana se quejaba.

—Y bueno tú que? Adonde te desapareciste la otra semana?

—Eh..— su sonrisa se desvaneció. —Me fui a Surutato.

—Y con quién o que?

—Ay, ya pareces a Chalito.

—Tengo que saber.— río. —Quiero saber con quien pasas tiempo.. con una amiga o con un novio?

—No tengo novio.

—Ah entonces tienes novia?

—No.— río. —Me fui a Surutato con Martha y Marecla.

—Las hijas del tío Arturo?

—Ajá.

—Hm.— Irene asintió levemente pero no le creía. —Eres muy bonita para no tener novio.. de seguro tienes algún pretendiente, verdad?

—No.. vas ir a la boda mañana?— quería cambiar de tema.

—No creo, Ulises se va esta noche a Sonora.

El día de mañana era la boda de un primo que compartían Alfredo y Marbella. Rubén era hijo de la hermana del chapo y también es hijo de un primo cercano de la mamá de Marbella.

La novia es de los Emiratos y es hija de un socio del Cartel de Sinaloa. El lava dinero para ellos y debido a una junta que asisto Rubén en su país, la conoció.

—Y que va ser en Sonora?

—No se, el tío Arturo lo mando a checar algo.— Irene dijo mientras Marbella asintió. —Tu crees que ya llego la novia?— pregunto con una sonrisa.

—Si, Al.. eh, escuche por hay que llegó hace unos días con toda su familia.

Alfredo le había dicho que ella junto a su familia llegaron a La Tuna, precisamente a casa de Doña Consuelo para que se presentaran con ella.

Alfredo también le había dicho que estaría muy ocupado con Rubén. Dijo que lo estaría ayudando y que se disculpaba anticipadamente si no se comunicaba con ella.

—Y como se llama? Como se comunican? Ella habla español? Tu primo habla árabe?— Irene pregunto curiosamente.

—No se, solo se que se llama Layla.

—Layla? Que bonito nombre.

Irene y Marbella siguieron platicando y acomodando cosas alrededor de la tienda. De vez en cuando entraban clientes pero eso no les impedía a las dos hermanas que siguieran chismoseando.

—Buen día.— Marbella sonrió y la muchacha salió.

Se sentó en el pequeño taburete y bajo a vista hacia un catálogo pero le parecía extraño el silencio de su hermana. Miró hacia arriba y vio a Irene mirando por la ventana.

—Que miras?— Marbella pregunto, caminando hacia ella.

Irene solo hizo una seña con su cabeza hacia frente y sonrió. Marbella volteó la mirada y miró a Rubén abrazado de una muchacha. Detrás de el iba Alfredo junto con su hermano, Joaquín, y acompañado de dos mujeres.

Todos iban comiendo un helado.

—Esa debe ser la novia.— Irene hablo pero Marbella no le hizo caso, estaba muy atenta en su novio.

La muchacha del cabello rubio se puso enfrente de Alfredo, haciendo que se detuviera. Ella le sonrió y arrimo su helado hacia el para que lo probara. Pareció dudarlo pero ella lo arrimo más a su boca y el por fin lo aceptó.

—Esos Guzman' no pierden el tiempo.— Irene río al ver como Alfredo sonreía. —Y está bonita eh.

Marbella miró a su hermana con molestia mientras Irene solo miraba como los Guzmán' actuaban con las mujeres.

—No está tan bonita.— Marbella dijo sabiendo que era mentira.

La muchacha era muy bonita, era hermosa.

—Ay no seas así.— Irene río. —Es muy bonita. Como que le das un parecido.— entrecerro los ojos para verla mejor.

—Ay por favor.— río sarcásticamente.

—Tienes hambre?— Irene pregunto y Marbella negó. —Yo si, ahorita vengo. Voy a lado con doña Maura.

—Ajá.

Irene agarró su bolsa y salió de su boutique. Marbella se quedó sola acomodando y atendiendo los clientes que entraban y salían.

Cuando Marbella se desocupó, agarró su celular y llamó a su novio pero el no contestó.

No quería pensar mal, ella quería confiar en el. Alfredo nunca le había dado una razón para que ella desconfiara. Durante el tiempo que tenían juntos, Alfredo siempre ha demostrado tener ojos para ella y solo para ella.


















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holaaa, muchísimas gracias por el apoyo🤍
subiré otro cap que va con este en un ratito

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora