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Sentada en su silla, Marbella disimuladamente buscaba Alfredo. Había mucha gente sentada en sus lugares esperando que inicie la ceremonia, pero el no se encontraba por ningún lado.

Ya no volvieron hablar anoche y tampoco hoy.

—Está todo muy bonito.— Greecia dijo.

—Si verdad.— Marbella contesto sin hacerle mucho caso a ella y a la decoración.

La ceremonia y la fiesta se llevaría acabo en un rancho del papa de Rubén en Culiacán. Era el lugar más conveniente para ellos y para los invitados.

—Nosotros nos casaremos en Maza.— Chalito hablo. —En Maza con una banda y con familia que realmente queremos. Algo chiquito y sencillo pero lleno de amor.— dejo un beso en la mejilla de Greecia.

—Lo que tú digas flaco.— río.

Marbella sonrió al escuchar la pequeña escena de su hermano y su cuñada. Chalito era tres años mayor que Greecia pero se notaba el amor y el respeto entre los dos.

Marbella volvió en busca de Alfredo pero su mirada conectó con la de Tito, el hijo de Alfredo Beltrán Leyva.

Tito le regalo una sonrisa mientras le hizo una seña con la cabeza. Marbella le regreso el gesto pero se volvió seria cuando sintió la mirada de Rosenda en ella. Rosenda era la novia de Tito e hija de de Chiquillin Avendaño.

Marbella la conocía de lejos pero nunca había hablado con ella. Aunque no hablaban, Rosenda y ella siempre se sonreían, pero eso cambió recientemente cuando ella comenzó su relación con Tito.

Al escuchar la orquesta tocar, todos se pusieron de pie para recibir a la novia. Venía junto a su papá con una sonrisa enorme.

Detrás de ellos venía su mamá acompañada de un muchacho. Al pasar por donde estaba sentada Marbella, le gruñó el ojo.

Marbella giró hacia su hermana para ver si ella vió pero Aislinn estaba demasiado ocupada intercambiando miradas y sonrisas coquetas con Oscar Limón.

Sin decir nada, Marbella se dio vuelta y sus ojos se posaron en Alfredo quién iba caminando junto a la hermana de Layla. Ella lo agarraba del hombro mientras sonreía pero el solo bajó la mirada al ver a su novia.



(...)



La ceremonia no duró mucho. Como la familia de la novia no era religiosa y ella no quería convertirse en Católica, solo fue una ceremonia rápida.

Una vez terminada, todos se sentaron en sus mesas y disfrutaron de los bailarines folclóricos quienes bailaban a los tambores tocados por músicos que fueron traídos desde el país de Layla.

Marbella intentaba no mirar a Alfredo pero no podía evitarlo. Durante la ceremonia, ella se la pasó mirándolo, esperando que le regalara solo una mirada pero nada.

Quizás esta vez si me hizo caso, Marbella pensó.

—Son muy bonitas las hermanas de Layla.— Larissa dijo mientras miraba como ellas platicaban entre su familia.

—Si.— dijo sinceramente.

Marbella miró hacia la mesa donde estaba la familia de Layla. Estaban sus papás y sus hermanas acompañados del mismo joven que le gruñó el ojo en la ceremonia.

Alrededor de ellos había más familiares quien sólo se dedicaban a miraban a los bailarines y a los invitados con curiosidad.

La mirada de Marbella volvió a la mesa de los papás de la novia y miró que faltaba alguien.

Inviable - jagsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora